12 de febrero de 2011

La Puerta de Alcalá


Pta. Alcalá5

Entre 1774 y 1778 se levantó la nueva y actual puerta de Alcalá. Constituida por una decoración de guirnaldas, relieves, cornucopias, motivos florales, escudos y trofeos, es de una clara inspiración en el arte clásico romano. Los dos millones de reales necesarios para realizar las obras fueron conseguidos por el Ayuntamiento a base de hipotecar el arbitrio de las tabernas.

Pta. Alcalá6 XIX Pta. Alcalá7

La construcción, de un solo cuerpo, consta de cinco vanos, mientras que los dos de los extremos son adintelados y sobre éstos, decoración de relieves con cornucopias y adornos florales. En la parte que entonces daba al exterior de Madrid presenta diez columnas adosadas de orden jónico, elevadas sobre plintos y con adornos de guirnaldas en los capiteles. y en la parte que miraba hacia el interior se pusieron pilastras, excepto en el arco central que es igual por ambos frentes.

Pta. Alcalá8 1852 Pta. Alcalá9

La parte central del conjunto sobresale con un juego de líneas quebradas, entrantes y salientes. Esta parte está coronada con un segundo cuerpo formado por un entablamento liso que sirve de enlace con el ático de la puerta y que presenta en el centro una lápida con una inscripción en latín indicando el año y el monarca que la mandó construir, con el texto:
Rege Carolo III, anno MDCCLXXVIII

Pta. Alcalá10 1865 Pta. Alcalá11

Sobre este ático, un frontón triangular quebrado y detrás otro semicircular, flanqueado por dos trofeos militares; otros cuatro trofeos, con escudos y banderas en las esquinas y en el centro del coronamiento. En las claves de los tres arcos centrales se pusieron cabezas de leones y sobre las puertas laterales se colocaron cornucopias cruzadas obra de Roberto Michel.

Pta. Alcalá12 fXIX Pta. Alcalá13

El ático existente sobre el arco central fue terminado en un frontispicio circular por la parte que daba al campo y en él se colocó un escudo con las armas reales, sostenido por una fama y un genio que realizó Francisco Gutiérrez, autor también de los grupos de niños colocados en el sotabanco.

Pta. Alcalá14 1920ca Pta. Alcalá15
Por la parte que daba al casco urbano, Gutiérrez esculpió trofeos militares en el sotabanco y en el frontón triangular en el que acaba el ático central. La puerta, hecha en granito y piedra de Colmenar, mide 19,5 metros de alto. Los modelos para los capiteles de las columnas fueron iguales a los ideados por Miguel Ángel para el Capitolio de Roma.

Pta. Alcalá16 1937 Pta. Alcalá17

Las obras se terminaron en 1778. El monumento, que tuvo en tiempos grandes rejas de hierro que cerraban a las diez de la noche en invierno y a las once en verano, estaba unido a la tapia del Pósito y a los jardines del Retiro. En 1869, fueron derribados los últimos restos de la tapia que bordeaba Madrid.

Pta. Alcalá18 1939 Pta. Alcalá19
La puerta fue restaurada y limpiada, aunque se quiso mantener las marcas dejadas por la artillería francesa el 3 de diciembre de 1808, cuando la ciudad fue sitiada y bombardeada por las tropas de Napoleón. Cuando los Cien Mil Hijos de San Luis, entraron en Madrid en 1823 para apoyar el absolutismo de Fernando VII, la Puerta de Alcalá recibió varios impactos de bala que hoy también permanecen como testimonio.

Pta. Alcalá22 1940 Pta. Alcalá23 Pta. Alcalá24 1940ca Pta. Alcalá25

Así mismo, en este lugar fue tiroteado y asesinado, en 1921, el Presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Dato, en uno de sus trayectos al Senado. En 1976 la Puerta de Alcalá fue declarada monumento nacional.

Fuentes: "Madrid Villa y Corte" de Pedro Montoliú Camps, "Urbanity", "Postales Antiguas de Madrid" de Ediciones La Librería, "La Ilustración Española y Americana", "Ayuntamiento de Madrid", "Archivo Histórico Regional", "Viejo Madrid", "Sociedad Española de Librería", "Museo Municipal de Madrid".

M@driz hacia arriba© 2011 | Manuel Romo

4 de febrero de 2011

Museo del Prado


Mº Prado1 XVIII

Si la iglesia de San Jerónimo es la construcción más antigua de la zona, el Museo del Prado, situado justamente delante, es el más famoso de los edificios madrileños junto al Palacio Real. El proyecto, concebido por Carlos III como Gabinete, Academia y Museo de Ciencias Naturales, fue comenzado por Juan de Villanueva en 1785, tres años antes de la muerte del rey.

Mº Prado2 XIX

El edificio es de forma alargada y terminado en sus extremos en dos alas de planta cuadrada. El frontis de la entrada principal fue hecho en piedra granítica con seis grandes columnas dóricas y un ático decorado. En la fachada se colocaron medallones, jarrones y esculturas alegóricas a las artes, obras de Mariano Salvatierra, y se dotó al ala norte de una rotonda con ocho columnas jónicas que sostenían una cúpula abierta.

Durante la guerra de la Independencia se interrumpieron las obras, el edificio fue saqueado, el plomo de sus cubiertas fue utilizado en la fabricación de munición y las dependencias fueron utilizadas como caballerizas. Tras la marcha de los franceses, Fernando VII en 1819 terminó las obras y encargó restaurar el edificio a Santiago Gutiérrez de Arintero para adecuarlo a Museo de Pinturas. La restauración del edificio costó siete millones de reales.

En la organización del interior intervino Maria Isabel de Braganza, llevando al nuevo museo 311 pinturas de palacios y posesiones reales, además de estatuas y muebles. La nueva galería de exposiciones fue inaugurada en 1819 con la norma de apertura que regía entonces: “todos los días, salvo los lluviosos en que hubiera lodo”.

Mº Prado7 1880 Mº Prado8 

En 1868 pasó a depender del Patrimonio Nacional, pasando desde entonces a designarse con el nombre actual de Museo del Prado. El edificio fue ampliado en dos ocasiones: entre 1914 y 1918 y entre 1955 y 1956. En 1928 Pedro Muguruza se encargó de sustituir el desnivel de acceso al ala norte por una escalera que terminaba en el pórtico sustentado por cuatro columnas jónicas.

Mº Prado3 1857 Mº Prado4

Las obras que forman los fondos del museo hacen de esta pinacoteca una de las más importantes del mundo. Los pintores, tanto españoles como extranjeros, más famosos están allí representados. Las estatuas de tres de estos pintores fueron colocadas a las entradas del museo. Murillo, obra en bronce de Sabino Medina; la de Velázquez realizada por Aniceto Marinas y la de Goya obra de Mariano Benlliure.

Fuentes: "Madrid Villa y Corte" de Pedro Montoliú Camps, "Urbanity", "Postales Antiguas de Madrid" de Ediciones La Librería, "La Ilustración Española y Americana", "Ayuntamiento de Madrid", "Archivo Histórico Regional", "Viejo Madrid", "Sociedad Española de Librería", "Museo Municipal de Madrid".

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28 de enero de 2011

Las puertas de Alcalá


Pta. Alcalá1 XVII

La Puerta de Alcalá, la más tradicional y famosa de todas las existentes en la capital, tiene un carácter monumental incuestionable. Está situada en la Plaza de la Independencia, sobre una antigua cañada real. Llamada de Alcalá en referencia a la dirección hacia la localidad de Alcalá de Henares y del real camino de Aragón, Cataluña y Francia. 

antigua puerta de alcala

La actual puerta es la tercera que se construyó en la calle de Alcalá, después de que, en tiempos de Felipe II, se levantara, hacia la esquina con la calle Cedaceros, la llamada Nueva del Sol, que fue sustituida, bajo el reinado de Felipe III, por otra colocada hacia donde hoy comienza la calle Alfonso XI. Si de la primera puerta hay poca información debido a su corta existencia, de la segunda se sabe que era de estilo barroco y su material, el ladrillo.

Pta. Alcalá2

Esta última, la segunda, estaba formada por tres arcos, dos pequeños y uno grande. Sobre los pequeños se colocaron las imágenes de San Pedro Nolasco y de la beata María Ana de Jesús, mientras que sobre el arco grande del centro se puso un escudo real y sobre el que se abría otro arco pequeño con una imagen de Nuestra Señora de las Mercedes.

Pta. Alcalá3

Parece ser que la segunda puerta fue construida hacia finales del XVI para conmemorar la entrada en Madrid de la esposa de Felipe III, Margarita de Austria, y que más tarde Felipe IV no consideró necesario trasladarla cuando construyó la cerca. Otros autores afirman que se construyó en torno a 1639. Lo cierto es que esta segunda puerta existió hasta 1764, año en que fue derribada para ensanchar la calle.
 Pta. Alcalá4

Ya en el reinado de Carlos III, se iniciaron las obras del Gabinete y Museo de Historia Natural, proyecto donde Villanueva mezcló solidez y academicismo artístico, y junto al Gabinete, mandó trasladar en 1774 el Jardín Botánico, hasta entonces en el terreno de Migas Calientes (La Florida). Parece ser que no gustó a Carlos III la anterior puerta cuando en 1759 hizo su entrada en la ciudad, y en 1764 decide derribarla y manda levantar una nueva puerta en estilo neoclásico, la actual Puerta de Alcalá, como entrada a todo este complejo de el Prado.

Pta. Alcalá Urrabieta XIX

Esta tercera puerta que daba acceso a la ciudad, superó con creces a las que hasta entonces habían existido. Ventura Rodríguez llegó a diseñar hasta cinco proyectos y José Hermosilla uno, pero el elegido por Carlos III fue el presentado por Francisco Sabatini.
(continuará)

Fuentes: "Madrid Villa y Corte" de Pedro Montoliú Camps, "Urbanity", "Postales Antiguas de Madrid" de Ediciones La Librería, "La Ilustración Española y Americana", "Ayuntamiento de Madrid", "Archivo Histórico Regional", "Viejo Madrid", "Sociedad Española de Librería", "Museo Municipal de Madrid".

M@driz hacia arriba© 2011 | Manuel Romo

22 de enero de 2011

Pararrayos de Madrid



 
Yo tuve un gran amor durante un chaparrón
y sentí aquella vez tan profunda pasión
que ahora el buen tiempo me da asco.
Cuando el cielo esta azul no lo puedo ni ver
que se nuble ya el sol, que se ponga a llover,
que caiga pronto otro chubasco.

Confirmando el refrán una noche de Abril
la tormenta estalló, mi vecina febril
asustada con tanto trueno,
brincó en un santiamén del lecho en camisón 
y se vino hacia mí pidiendo protección,   
auxílieme usted, sea bueno.

Ábrame por piedad que estoy sola y no sé
si podré resistir, mi marido se fue

pues tiene entre otros muchos fallos,
que en las noches así abandona el hogar
por la triste razón de que va a trabajar,
es vendedor de pararrayos.

Bendiciendo al genial Franklin por su invención
en mis brazos le di curso a su petición
y luego el amor hizo el resto.
Mira tú que instalar pararrayos por ahí
y olvidarte poner en tu casa, ¡caray! 
cometiste un error funesto.

Varias horas después, cuando al fin escampó
ella se hubo de ir, pero antes me citó
para la próxima tormenta.
Mi esposo va a llegar y si en casa no estoy
se me va a resfriar, así que ya me voy,
a secarle la cornamenta.


Desde entonces jamás he dejado el balcón
no hago más que poner la máxima atención
en cirros, cúmulos y estratos.
La menor nube gris me colma de placer
aunque a decir verdad sé que no han de volver 
tan torrenciales arrebatos.

A base de vender palitos de metal
su marido reunió un pingüe capital
y se hizo multimillonario y a vivir la llevó
a un imbécil país donde si oye llover
será porque haga pis
algún niño del vecindario.
 
Ojalá mi canción llegue al Sahara aquél
a decirle que yo le seré siempre fiel
que la llevo dentro del alma,
que aunque sople el Simún con seca realidad
un día nos reunirá una gran tempestad
tras la que no vendrá la calma.


“La tormenta”, tema original de Georges Brassens. Intérprete Alberto Pérez, con la Mandrágora. Arreglos de Javier Krahe.

M@driz hacia arriba© 2011 | Manuel Romo

16 de enero de 2011

Parque El Capricho



Nació en 1783 de la mente ilustrada de la duquesa de Osuna, Doña María Josefa Alonso Pimentel, cuando compró una casa de recreo con huertas y frutales situada en la villa de Alameda. Los Osuna, los nobles con mayores riquezas de la época, construyen en dicha finca, un espacio de recreo como centro escénico-artístico y conjunto paisajístico y arquitectónico (arquitecturas efímeras). Estas edificaciones, denominadas Caprichos, tenían que ser descubiertas por los invitados a lo largo de un recorrido.

 

Artistas ilustrados construyeron pabellones, trazaron recorridos y crearon estancias cuya finalidad fue representar la fiesta, el juego, el amor y los trabajos de la naturaleza en la que están entrelazadas la arquitectura y la jardinería. Ejemplo de villa suburbana y jardín paisajista del siglo XVIII en España, ocupa actualmente una extensión de catorce hectáreas.

 

Ya en el siglo XIX, durante la invasión francesa, la duquesa se exilió a Cádiz, el gobierno de José I confisca la finca y la ocupa el general Belliard para su Cuartel General. La restauración borbónica en 1814 y la vuelta de la duquesa a Madrid supuso un renacimiento del conjunto que continuó con su nieto y heredero Don Pedro Alcántara Téllez Girón, XI duque de Osuna. Éste muere joven y la propiedad pasa a su hermano Mariano que por su espíritu excéntrico y derrochador pierde su fortuna subastándose sus bienes. La finca es adquirida en 1900 por la familia Baüer.

 

En 1937, en plena Guerra Civil se convierte en Cuartel General del Ejército del Centro para la Defensa de Madrid y se construyen el Bunker y el Polvorín. Finalizada la guerra, los Baüer venden la propiedad en 1945 y el Jardín cae en el abandono hasta que el Ayuntamiento de Madrid la adquiere en 1974, comenzando su restauración y recuperación en 1986 con la creación de la Escuela Taller Alameda de Osuna.

 

Los Caprichos más destacados son el Abejero (símbolo de la laboriosidad), la Ermita (construida como escenografía teatral), el Casino de Baile (al que se accedía por medio de falúas), el Embarcadero o Casa de Cañas (de estilo chinesco), la Casa de la Vieja (en representación del mundo rural), el Fortín (con planta en forma de estrella), el Arroyo (que divide el jardín de norte a sur), y la Ría (que se inicia en El Casino, desemboca en un gran lago con una isla central y vuelve a convertirse en Ría para finalizar en El Fortín).

 

La vegetación se caracteriza por los bosquetes de lilos, árboles del amor, robles, pinos, cipreses, tejos, cedros, plátanos y castaños de indias. La fauna por los mirlos, herrerillos, petirrojos, ruiseñores, cisnes negros, ánades reales, ardillas rojas y musarañas.

 

Los jardines son fruto de una época en la que el culto por la naturaleza influyó en el terreno filosófico, con la Ilustración; en política a través del Despotismo Ilustrado; en las artes plásticas mediante el Neoclasicismo y en el apartado musical con las formaciones de Cámara. Moratín, Goya o Boccherini son algunos de los grandes artistas que pasearon por este idílico recinto.

Fuentes: "Madrid Villa y Corte" de Pedro Montoliú Camps, "Urbanity", "Postales Antiguas de Madrid" de Ediciones La Librería, "La Ilustración Española y Americana", "Ayuntamiento de Madrid", "Archivo Histórico Regional", "Viejo Madrid", "Sociedad Española de Librería", "Museo Municipal de Madrid".

M@driz hacia arriba© 2011 | Manuel Romo