Mostrando entradas con la etiqueta Templos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Templos. Mostrar todas las entradas

5 de noviembre de 2022

Exposición de fotografía "MALLAZOS" de MANU ROMO

 

Exposición en la galería ESPACIO75 de la serie de fotografías "MALLAZOS".
@ESPACIO75ART
@manuelromode
facebook.com/mromo13
www.madridpolis.com
https://madridhaciaarriba.blogspot.com/

1 de marzo de 2012

San Manuel y San Benito


Largo y tendido han hablado otros blogs “madrizleños”, especializados en este tipo de construcciones, sobre esta soberbia iglesia neobizantina, pero tenía desde hacía bastante tiempo preparadas las fotos comparativas y no era cuestión de arrinconarlas en una carpeta del disco duro.
La iglesia de San Manuel y San Benito se encuentra ubicada en la calle de Alcalá número 83, en la confluencia con las calles de Lagasca y Columela, frente al parque del Retiro. Fue construida entre 1902 y 1910, por iniciativa del empresario catalán don Manuel Caviggioli Manau y su esposa doña Benita Maurici Gaurán, que donaron generosamente para su construcción un extenso solar de mil setecientos cincuenta y nueve metros cuadrados. El templo tomó su advocación en honor de tan generosos benefactores.

En un principio se destinó como residencia e iglesia para los Padres Agustinos y hoy en día es también iglesia parroquial bajo la advocación del Redentor. Es obra del arquitecto romano Fernando Arbós y Tremanti (1840-1916). Este edificio es quizás uno de las mejores muestras de la arquitectura neobizantina madrileña, junto con el Panteón de Hombres Ilustres, también realizado por el mismo arquitecto. Su planta es de cruz griega, con una gran cúpula sobre pechinas, donde se representan los cuatro evangelistas.

Destaca en su interior la capilla de la Epístola, con un altar de mármol blanco de Carrara, flanqueado por los sepulcros del matrimonio mecenas. De su fachada, destaca la torre con claras influencias de los campaniles italianos. Una restauración de la Iglesia en el último tercio del siglo XX, corrió a cargo del arquitecto José Antonio Arenillas

M@driz hacia arriba©2012 | Manuel Romo

10 de octubre de 2011

Monasterio de la Encarnación


El Monasterio de la Encarnación fue fundado por Margarita de Austria, esposa de Felipe III, tras una promesa si se expulsaba de la península ibérica a los moriscos. Se puso la primera piedra del monasterio en 1611 justo donde se levantaría el altar mayor y se inauguró en 1616. Las monjas recoletas de la orden de San Agustín, llamadas Margaritas por su fundadora, llegan de Valladolid a ocupar el edificio ya consagrado por el arzobispo de Braga. 

Se atribuye el proyecto a Juan Gómez de la Mora o a fray Alberto de la Madre de Dios o a Francisco de Mora, tío de Juan. La fachada es de granito con tres arcos de medio punto, siendo el central de mayor tamaño. En la primera planta de la fachada un relieve en mármol de la Anunciación atribuido a Miguel Ángel Leoni y flanqueado por dos ventanas. En la planta superior un balcón central con un escudo a cada lado. El conjunto, bordeado por dos pilastras que acaban en un frontispicio triangular con una cruz en el vértice y dos bolas, también de granito, sobre pedestales en los extremos. 

La iglesia es de nave única con crucero y cúpula. Al ser la fachada retranqueada queda un atrio cerrado con una verja. En el siglo XVIII a causa de un incendio fue reformado por Ventura Rodríguez y a finales del siglo XIX se terminó la fachada del convento que da a la Calle de San Quintín. El edificio está unido subterráneamente por un pasadizo con el Palacio Real. El altar mayor de mármoles y bronces consta de 4 columnas corintias y una Anunciación de Carducho y las estatuas laterales de San Agustín y Santa Mónica, tallas de Gregorio Fernández. Los dos altares laterales del crucero están dedicados uno a San Felipe y otro a Santa Margarita en lienzos también de Carducho. 

A través del tiempo fue decorado con obras de Bartolomé Román, Bayeu, Gregorio Ferro y Ginés Aguirre. En 1965 fue abierto al público el museo del Convento y en él se pueden observar obras de Lucas Jordán, Vicente Carducho, Juan Carreño, José Ribera, Antonio Palomino, Pedro de Mena, Gregorio Fernández y Salcillo, entre otros, y no hay que olvidar el famoso recipiente con la sangre de San Pantaleón que se licúa cada 27 de julio,…“si no ha sido año de desgracias”. Malos tiempos corren para que se obre el fenómeno. 


Fuentes: "Madrid Villa y Corte" de Pedro Montoliú Camps, "Urbanity", "Postales Antiguas de Madrid" de Ediciones La Librería, "Ayuntamiento de Madrid", "Archivo Histórico Regional", "Viejo Madrid", "Sociedad Española de Librería", "Museo Municipal de Madrid".
M@driz hacia arriba© 2011 | Manuel Romo

19 de abril de 2011

Salesas Reales


Salesas1 grabado XIX

Tras un largo peregrinaje de las hermanas salesas, ocupando primero unas casas en el lugar llamado Prado Viejo y más tarde un beaterio existente en la calle de San José, encontraron emplazamiento definitivo junto a la Puerta de Recoletos en un monasterio fundado, para darlas cobijo, en 1749 por la reina doña Bárbara de Braganza, y para la educación de las jóvenes de la nobleza y además, como residencia de retiro de la reina en caso de la muerte de su esposo el rey Fernando VI.

Salesas2

En la parte que da a la calle Bárbara de Braganza se puede leer esta inscripción: "Fernando VI y María Bárbara erigieron y dedicaron en el año 1757 este lugar sagrado a la memoria de la Visitación de la Bienaventurada María Isabel, para educar doncellas nobles en religión y tradición patria".

El monasterio fue encomendado a la orden de San Francisco de Sales (Salesas), bajo la advocación de Monasterio Real de la Visitación de Nuestra Señora. El complejo de estilo rococó, diseñado por el arquitecto galo François Carlier, (iglesia de El Pardo), alcanzó un coste según nos cuenta Fernández de los Ríos, de 80 millones de reales de la época, Mesonero Romanos habla incluso de 83 millones y según el arquitecto Ruiz de Salces, 50 millones de reales. El proyecto, finalmente, lo llevó a cabo el ayudante de Carlier, el aparejador Francisco Moradillo, atreviéndose incluso a modificar el proyecto original. El enorme complejo estaba formado por dependencias reales, templo, monasterio, otras múltiples dependencias, huertos y jardines.
La iglesia es de planta longitudinal y presenta una fachada monumental de influencias francesa e italiana con un gran orden de pilastras rematado por dos pequeñas torres y ático con frontón y, adornada con estatuas de San Francisco de Sales y Santa Juana Francisca Fremiot, fundadores de la orden de la Visitación, realizadas por Alfonso Giraldo Vergaz. En su interior de estilo barroco se conservan los sepulcros de Fernando VI y de Bárbara de Braganza, encargados por Carlos III al arquitecto Fracesco Sabatini y al escultor Francisco Gutiérrez.

Salesas7 L.L. 1910ca

También se encuentra allí el monumento funerario a Leopoldo O’Donnell, un sepulcro con un busto yacente en mármol blanco, obra de Jerónimo Suñol. Al ser exclaustradas las monjas salesas, tras el reinado de Isabel II, durante el sexenio revolucionario, todo el complejo, excepto el templo, se dedicó a partir de 1870 a Palacio de Justicia. Desde 1891 la iglesia desempeña las funciones de parroquia.
En 1915, tras un gran incendio, se mandó reconstruirlo en el estilo original del siglo XVIII, ya que se habían salvado los muros de carga, las travesías y las fachadas. Tras un concurso público, fue adjudicada su reconstrucción al arquitecto Joaquín Rojí, que realizó dicha reconstrucción, no exenta de polémica, entre los años 1921 y 1926.

Al abrirse la calle de Bárbara de Braganza, en 1930, Miguel Durín realizó la escalinata que da acceso a la portada, rompiéndose la homogeneidad del conjunto, provocando cambios de niveles de las calles que afectaron al templo y su perspectiva y, haciendo una estilización histórica de la portada en la fachada del palacio que da a la plaza de la Villa de París, trazada sobre la antigua huerta del monasterio. Desde 1979 la parroquia de Santa Bárbara es Bien de Interés Cultural.

Para más información visitar "Viendo Madrid"
Fuentes: "Madrid Villa y Corte" de Pedro Montoliú Camps, "Urbanity", "Postales Antiguas de Madrid", de Ediciones La Librería, "La Ilustración Española y Americana", "Ayuntamiento de Madrid", "Archivo Histórico Regional", "Viejo Madrid", "Sociedad Española de Librería", "Museo Municipal de Madrid", “Guía de arquitectura 1700-1800”, Ramón Guerra de la Vega.
M@driz hacia arriba© 2011 | Manuel Romo

22 de noviembre de 2010

San Francisco el Grande


S. Francisco1 1906

Vaya esta pequeña aportación gráfica sobre la Real Basílica de San Francisco el Grande y la Gran Vía de San Francisco, como complemento y contribución a los magníficos artículos publicados recientemente por Bélok y Jesús en Viendo Madrid y Pasión por Madrid ,respectivamente. Después de tener el artículo confeccionado y casi en la “rotativa”, era una pena desechar el trabajo, pues la labor estaba ya terminada y me apetecía mostrarla.
Este es un enfoque, como reza el encabezado del post, comparativo. Enfoque de lo mucho o poco que se han modificado nuestras calles, barrios, plazas, comercios, etc. Cambios, a veces tan radicales, que han hecho que nuestro querido Madrid, dependiendo de qué zonas, sea totalmente desconocido. En definitiva se trata de comparar gráficamente los testimonios de lugares y edificios emblemáticos que, también gráficamente, nos legaron dibujantes, ilustradores, arquitectos y fotógrafos de siglos anteriores, con el entorno que nos ha tocado vivir en este siglo XXI.

Unas veces para bien y otras no tanto se han efectuado cambios que han mejorado o empeorado nuestra calidad de vida. Mejor una calle empedrada o asfaltada que no embarrada. Mejor pasear por una calle frondosamente arbolada que por un erial asolanado. Antes paseábamos por bulevares hoy prácticamente extintos. Cada calle tenía bancos para hacer un pequeño alto en nuestros paseos. Podíamos refrescarnos en las entonces numerosas fuentes, es más, era corriente que nuestras madres en sus bolsos, junto a la merienda, llevaran un vaso plegable para saciar nuestra sed. 
Nos comunicábamos de tú a tú con cualquier transeúnte en “medio de la calle”. El teléfono, avance fabuloso, con su tecnología punta nos comunica pero sin contacto físico. El aumento del tráfico rodado nos atrona, atropella, sustituye espacios verdes a la vez que apaga nuestros pulmones. Jardines en plazas y parques como el Retiro han desaparecido o quedado reducidos a la mínima expresión por el crecimiento demográfico e industrial. Y cómo no, la especulación de los que ostentan cualquier forma de poder ha hecho que en tan solo cincuenta años a Madrid no lo reconozcan ni nuestros abuelos.

Fuentes: "Madrid Villa y Corte" de Pedro Montoliú Camps, "Urbanity", "Postales Antiguas de Madrid" de Ediciones La Librería, "La Ilustración Española y Americana", "Ayuntamiento de Madrid", "Archivo Histórico Regional", "Viejo Madrid", "Sociedad Española de Librería", "Museo Municipal de Madrid".

Madrid hacia arriba© 2010 | Manuel Romo

23 de septiembre de 2010

Parque del Oeste

Está situado entre la carretera de La Coruña, la Ciudad Universitaria, Puente de los Franceses y el Barrio de Argüelles. Es el primer parque público creado como tal en la Villa de Madrid. Se comenzó su construcción en 1893, tras la expropiación del Real Sitio de la Florida por el Estado de la República y quedó inaugurado en 1905.
El autor del proyecto fue el Director de Jardines y Plantíos del Ayuntamiento de Madrid e ingeniero agrónomo, D. Celedonio Rodrigáñez y Vallejo, sucediéndole a su jubilación en 1910, su ayudante y también paisajista, Cecilio Rodríguez, Jardinero Mayor del Ayuntamiento de Madrid.

En 1906, siendo alcalde de Madrid, don Alberto Aguilera, se solicitó el trazado de un lugar para el paseo y descanso de los madrileños, en los terrenos que antiguamente ocupaba el principal vertedero de basuras de la ciudad, dando inició a una segunda fase, añadiendo 3 hectáreas y finalizándose ésta en 1914.
Es uno de los espacios verdes más importante de Madrid. Actualmente, tiene una superficie de 98,60 hectáreas, en su mayor parte ajardinadas, con gran variedad de coníferas, cedros del Líbano, chopos, tilos y hayas.
  
El parque cuenta con lugares tan singulares como la Escuela de Cerámica, fundada en 1911 por Francisco Alcántara. La Rosaleda, con 15.000 metros cuadrados.
El Templo de Debod, templo egipcio del siglo II a.C. regalo del Gobierno de Egipto por la colaboración española en la construcción de la presa de Assuán y emplazado en el mismo lugar donde se encontraba el Cuartel de la Montaña, famoso por los sucesos de 1936, cuando fue asaltado por los madrileños en busca de armas para defenderse del ejército sublevado.

El Parque de la Tinaja, de 2 hectáreas de extensión, con uno de los hornos de la antigua Fábrica de Cerámica de la Moncloa, fundada en 1816 por Fernando VII.
El Templete de la Música, de forma octogonal con estructura de hierro y hormigón, suelo de granito y cubierta de pizarra. La Casa de la Rosa, recinto anexo a la Escuela de Cerámica, etc.
El parque tiene carácter monumental y paisajista con un trazado de jardín inglés, con fuertes desniveles, caminos curvilíneos de inspiración naturalista, extensas praderas verdes, un arroyo con saltos de agua, monumentos, estatuas, esculturas y fuentes.

Madrid hacia arriba© 2010 | Manuel Romo

31 de agosto de 2010

Sacramental de San Isidro



La proposición de incautar las Sacramentales y edificar un gran cementerio municipal se plantea de forma definitiva durante la revolución de 1868. Desde su exilio parisino Fernández de los Ríos idea la construcción de un inmenso “Campo de Reposo”, una necrópolis al estilo de los grandes cementerios norteamericanos e ingleses, al estilo de la que proyectaba Haussmann en París y que pensaba situarse al oeste de la Villa junto a la Casa de Campo en la zona de Rodajos, Húmera, Pozuelo y Somosaguas. Diversos problemas administrativos y de otra índole, hicieron que las miradas se dirigieran al Este.


Con un presupuesto de setenta y cinco mil pesetas para la compra de terrenos, cerramientos y gastos iniciales, en 1877 el Ayuntamiento convocó a concurso público a los arquitectos titulados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando para la construcción de una gran necrópolis, en el término municipal de Vicálvaro. El programa especificaba los elementos de la necrópolis y los tipos de enterramiento: de pago, de caridad y de inocentes; sitios para mausoleos de célebres, enterramientos de no católicos, capilla, depósitos, sala de autopsias, oficinas y almacén.

_DSC2673_thumb[1]

Se presentaron seis proyectos a escala 1:200 en las salas llamadas de los “Medios puntos” prestadas por la Real Academia de Bellas Artes. El 13 de abril de 1878 se concedió el primer premio por unanimidad al proyecto de los arquitectos Fernando Arbós y Tremanti (1844- 1916) y José Urioste y Velada (1850- 1909) con el lema “Donde se sotierran los muertos e se tornan sus huesos en cenizas”. El proyecto original contaba con una capacidad de 62.291 sepulturas.


Respecto a la incineración que rezaba el lema, el tribunal puso sus objeciones y se mostró partidario de la “ inhumación bien ejecutada, pues es el procedimiento que mejor devuelve a la tierra y a la agricultura sus elementos; polvo dijo y no ceniza el Autor de todo lo criado”.

_DSC2693_thumb[1]
  
El Ayuntamiento debía adquirir en treinta días los terrenos precisos ”no menos de 400 fanegas, unas 257 Hectáreas y 60 Áreas” y en un plazo de 90 días cercarlos y construir una capilla. Ante esta pesadilla los arquitectos Arbós y Urioste dijeron: “Proyectar en Madrid es llorar”. Solamente llegaron a construir en 1884 un pequeño Cementerio de Epidemias, cuyo primer enterramiento fue el de Maravilla Leal González. En 1888 Arbós y Urioste cesaron como arquitectos de la necrópolis y murieron sin ver alzar del suelo los edificios concebidos en 1877.


Les sucedió el arquitecto municipal José López Sallaberry y comenzaron las tareas de desmonte y cimentación. En 1905 Eduardo Vicenti encargó al también arquitecto municipal Francisco García Nava la reforma del proyecto de Arbós y Urioste, aumentando a 81.638 sepulturas con una capacidad para 885.000 enterramientos. Alberto Aguilera gestionó la ejecución y el Conde de Peñalver vio comenzar las obras en diciembre de 1907, inaugurándose oficialmente la Necrópolis del Este en 1925.

(Todas las fotografías están tomadas en la Sacramental de San Isidro)
Fuentes: “Los Baños Árabes” de Lola Esteban Lario, y “La arquitectura de la necrópolis del Este” de Carlos Saguar.
Madrid hacia arriba© 2010 | Manuel Romo

21 de marzo de 2010

Iglesia Guillermina de la Paz


Wilhelminische Friedenskirche
Paseo de la Castellana, 6

Desde hace 100 años esta iglesia de arquitectura guillermina, su acogedor patio y la casa parroquial neorrománica, constituyen un verdadero oasis en el corazón de Madrid.
El edificio de la Iglesia Evangélica de Habla Alemana de Madrid, precioso y notable edificio de la arquitectura ecléctica madrileña de comienzos del siglo XX, fue inaugurado en enero de 1909.
Junto con las iglesias evangélicas de Roma y Jerusalén, esta iglesia se incluye en el grupo de las tres iglesias evangélicas alemanas en el extranjero cuya construcción fue apoyada activamente por el emperador Guillermo II (1888- 1918). 
La iglesia es, como ningún otro edificio, prueba del interés de la Casa Imperial por la política eclesiástica y la construcción de iglesias. Además, es una muestra de la concepción religiosa del monarca que le llevó a construir iglesias en varios lugares del extranjero.
La iglesia guarda cierta semejanza con la capilla de un castillo imperial medieval, con sus mosaicos y los más de sesenta capiteles y columnas neorrománicos.
En la construcción del conjunto se utilizó un material especial, la Piedra de Novelda.
Este monumento centenario, testigo de la historia, de la cultura y el entendimiento hispano- alemán, sufre un deterioro significativo en los relieves de la fachada, columnas y capiteles, así como en la casa parroquial, producidos por la contaminación ambiental.
El director del proyecto de restauración es Carlos Clemente, arquitecto conservador de la Universidad de Alcalá de Henares y premio “Europa Nostra” en tres ocasiones.
Él ha sido el encargado de resolver, como arquitecto, problemas de piedra similares en la fachada de la Universidad de Alcalá de Henares, en la Catedral de Palencia o en la Catedral de Burgos.

Madrid hacia arriba© 2010 | Manuel Romo

12 de marzo de 2009

Descalzas Reales


El Monasterio de la Madre de Dios de la Consolación y de la Asunción, más conocido como Monasterio de las Descalzas Reales, ocupa una antigua mansión que en el siglo XVI habría pertenecido a Pedro de Sotomayor, comunero de Madrid ejecutado en 1522. Confiscadas todas sus fincas y posesiones, pasaron en 1524 a manos de Alonso Gutiérrez, tesorero del emperador Carlos V.

En esta mansión, la emperatriz Isabel vivió y dio a luz a la princesa Juana de Austria (1535- 1573), princesa de Portugal, madre del rey don Sebastián de Portugal, hermana de Felipe II y fundadora del convento.


La obra fue responsabilidad de Antonio Sillero, mientras que la fachada del templo es un diseño de Juan Bautista de Toledo. Las obras de acondicionamiento que convirtieron el viejo palacio en un convento para monjas franciscanas finalizaron en 1564.
En aquella época, el edificio estaba todavía fuera del recinto de la villa de Madrid, formando parte del arrabal de San Martín. De ahí provienen los nombres de la actual calle del Postigo y de la plaza de San Martín.


Desde su fundación ostentó el título de Real y, desgraciadamente, el interior se quemó en un incendio en el siglo XVIII. A lo largo de los siglos, cuadros, capillas y relicarios lo han convertido en un museo que alberga obras de Rubens, Ribera, Murillo, Zurbarán, Tiziano, Carreño, Ricci, etc.


8 de febrero de 2009

Parroquia de Santa Teresa



(Plaza de España, 14A)

El edificio fue construido como residencia de religiosos Carmelitas Descalzos por el arquitecto Jesús Carrasco Muñoz entre 1923 y 1928, si bien el proyecto databa de 1916.
Carrasco, proyectó el edificio como una fortaleza que reflejara el espíritu de Santa Teresa en “Las Moradas”, de ahí que su estilo tenga un marcado carácter medievalista, claramente perceptible en los torreones que flanquean la entrada de la iglesia y en las almenas de la parte superior.




Construido en hormigón armado, del exterior destaca su fachada neogótica y su interesante cúpula, que evoca la arquitectura bizantina y está adornada con mosaicos de colores amarillos, naranjas y rojos que brindan un espectáculo de irisaciones digno de contemplar con la puesta de sol.


3 de octubre de 2008

San Martín


(c/. Desengaño, 26)

Sus orígenes se remontan al año 1126, cuando es fundado como un convento benedictino. Originariamente estuvo emplazado en la plaza del mismo nombre, frente a las Descalzas Reales. En el siglo XIV, el convento se transformó también en parroquia y llegó a convertirse en la más importante de Madrid.
En 1809, José Bonaparte derribó la iglesia del convento y la parroquia estuvo deambulando por diversas iglesias, hasta que los decretos desamortizadores de 1836, obligaron su traslado definitivo a su emplazamiento actual, ocupando el antiguo convento de Portacoeli que había sido fundado en 1644, y que se encontraba vacío tras la exclaustración de los frailes.
Se puede considerar como un magnífico ejemplo del barroco madrileño de la segunda mitad del siglo XVII. Se cree que fue construido por el Padre José de Valdemoro entorno a 1648. Levantado sobre una planta de cruz latina, destaca la portada, atribuida a los Churriguera. En los últimos años ha sido cedida para la celebración del culto de la comunidad polaca de Madrid, por lo que dicha parroquia también es conocida como la “Iglesia de los polacos”.