2 de septiembre de 2014

Fachadas


©M@driz hacia arriba

Las fachadas son como la carta de presentación de los edificios, es lo primero que ve el visitante y dependiendo de su color, su arquitectura y sus elementos ornamentales, nos pueden decir mucho de su interior e incluso de sus moradores. Según estos factores nos da la impresión de que la casa puede ser acogedora, fría, señorial, siniestra o anodina. Nos puede transmitir serenidad, calidez, incomodidad, o quizá nos evoque recuerdos de paisajes montañeses, isleños o de países lejanos, etc. 

©M@driz hacia arriba ©M@driz hacia arriba

Así, si vemos fachadas de un color blanco predominante, con balcones de tonos ocres o azules, adornados con plantas y flores, nos puede llevar a pensar que sus viviendas son cálidas, semi rústicas, manchegas o sureñas. En Madrid existen muchos edificios con tejados de teja de barro cocido y fachadas de colores tan intensos, que me hace pensar irremediablemente en una clara influencia colonial con un ligero sabor de Habana Vieja. 

©M@driz hacia arriba

Hay fachadas de ladrillo de diferentes tonalidades que nos hablan de una construcción recia y sobria, muy propia de finales del XIX. Hoy en día se apuesta por fachadas minimalistas, de líneas rectas y sencillas y con amplios ventanales para dar sensación de amplitud, sin embargo, tanta originalidad de vidrio, hormigón y hierro nos transmite frialdad. 

©M@driz hacia arriba ©M@driz hacia arriba

En fin, lo que quería decir es, que ya sea del clásico blanco, tonalidades neutras, colores apagados o puros, en Madrid, tenemos una gran variedad de fachadas coloreadas y como para gustos están los colores, aquí os he dejado una pequeña muestra del Pantone madrileño. 

M@driz hacia arriba©2006-2014 | Manuel Romo