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12 de marzo de 2011

Arco de Cuchilleros


Cuchilleros1 1919 Cuchilleros2

Esta arcada es quizás la más conocida de los nueve accesos de que consta la Plaza Mayor. Su considerable altura se debe al importante desnivel existente que debe de librar entre el plano de la misma plaza y el de la Cava de San Miguel.
El Arco de Cuchilleros forma parte de la obra del insigne arquitecto Juan de Villanueva, quien tras el desafortunado incendio que redujo a cenizas la plaza en 1790, excepto la Casa de la Panadería, recibió el encargo de su reconstrucción organizando un espacio completamente cerrado y habilitando una serie de arcadas para su acceso.

Cuchilleros7 1950 Cuchilleros8

El origen del nombre de este arco, Cuchilleros, se debe a que da acceso a la plaza desde la calle del mismo nombre, y ésta a su vez llamada así porque era la calle en la que antiguamente se ubicaban los talleres del gremio de cuchilleros y espaderos, que tenían como una de sus finalidades suministrar sus productos a las entonces numerosas carnicerías establecidas en la Plaza Mayor. 
La mayoría de las viviendas que circundan el arco, conservan la originalidad del siglo XVII, prueba de ello es el zócalo en piedra berroqueña, las fachadas con gruesos muros de ladrillos, las ventanas con rejerías y las balconadas de hierro forjado. Es obligatorio hacer observar las seis alturas de algunas de estas edificaciones, que originariamente era de ocho plantas, algo inusual en la época, y que fueron rebajadas a su altura actual tras la reforma de Villanueva.

Cuchilleros9 1961 Cuchilleros10

Cómo no, es obligado también hacer referencia a los numerosos y característicos mesones que se ubican en los aledaños del arco y que no son ni más ni menos que los sucesores más o menos directos de los bodegones, tabernas y hosterías que ya poblaban por entonces esta típica zona del Madrid de los Austrias.

Casa Botín1 1887

Una prueba de la solera de la zona, es que prácticamente a los pies del Arco de Cuchilleros, persiste desde 1725 “el restaurante más antiguo del mundo”, Casa Botín,...pero esa es otra historia.

Fuentes: "Madrid Villa y Corte" de Pedro Montoliú Camps, "Urbanity", "Postales Antiguas de Madrid" de Ediciones La Librería, "La Ilustración Española y Americana", "Ayuntamiento de Madrid", "Archivo Histórico Regional", "Viejo Madrid", "Sociedad Española de Librería", "Museo Municipal de Madrid".
Madrid hacia arriba© 2011 | Manuel Romo

4 de febrero de 2011

Museo del Prado


Mº Prado1 XVIII

Si la iglesia de San Jerónimo es la construcción más antigua de la zona, el Museo del Prado, situado justamente delante, es el más famoso de los edificios madrileños junto al Palacio Real. El proyecto, concebido por Carlos III como Gabinete, Academia y Museo de Ciencias Naturales, fue comenzado por Juan de Villanueva en 1785, tres años antes de la muerte del rey.

Mº Prado2 XIX

El edificio es de forma alargada y terminado en sus extremos en dos alas de planta cuadrada. El frontis de la entrada principal fue hecho en piedra granítica con seis grandes columnas dóricas y un ático decorado. En la fachada se colocaron medallones, jarrones y esculturas alegóricas a las artes, obras de Mariano Salvatierra, y se dotó al ala norte de una rotonda con ocho columnas jónicas que sostenían una cúpula abierta.

Durante la guerra de la Independencia se interrumpieron las obras, el edificio fue saqueado, el plomo de sus cubiertas fue utilizado en la fabricación de munición y las dependencias fueron utilizadas como caballerizas. Tras la marcha de los franceses, Fernando VII en 1819 terminó las obras y encargó restaurar el edificio a Santiago Gutiérrez de Arintero para adecuarlo a Museo de Pinturas. La restauración del edificio costó siete millones de reales.

En la organización del interior intervino Maria Isabel de Braganza, llevando al nuevo museo 311 pinturas de palacios y posesiones reales, además de estatuas y muebles. La nueva galería de exposiciones fue inaugurada en 1819 con la norma de apertura que regía entonces: “todos los días, salvo los lluviosos en que hubiera lodo”.

Mº Prado7 1880 Mº Prado8 

En 1868 pasó a depender del Patrimonio Nacional, pasando desde entonces a designarse con el nombre actual de Museo del Prado. El edificio fue ampliado en dos ocasiones: entre 1914 y 1918 y entre 1955 y 1956. En 1928 Pedro Muguruza se encargó de sustituir el desnivel de acceso al ala norte por una escalera que terminaba en el pórtico sustentado por cuatro columnas jónicas.

Mº Prado3 1857 Mº Prado4

Las obras que forman los fondos del museo hacen de esta pinacoteca una de las más importantes del mundo. Los pintores, tanto españoles como extranjeros, más famosos están allí representados. Las estatuas de tres de estos pintores fueron colocadas a las entradas del museo. Murillo, obra en bronce de Sabino Medina; la de Velázquez realizada por Aniceto Marinas y la de Goya obra de Mariano Benlliure.

Fuentes: "Madrid Villa y Corte" de Pedro Montoliú Camps, "Urbanity", "Postales Antiguas de Madrid" de Ediciones La Librería, "La Ilustración Española y Americana", "Ayuntamiento de Madrid", "Archivo Histórico Regional", "Viejo Madrid", "Sociedad Española de Librería", "Museo Municipal de Madrid".

M@driz hacia arriba© 2011 | Manuel Romo

11 de octubre de 2009

Real Observatorio Astronómico de Madrid


Real Observatorio c./ Alfonso XII, 5 y 7
La idea de establecer un observatorio astronómico en Madrid se debe a la iniciativa del científico y marino alicantino Jorge Juan, quien en 1785 expuso a Carlos III un proyecto para establecer un centro dedicado al estudio de la geografía astronómica. Para tal efecto, el monarca encargó al arquitecto Juan de Villanueva la construcción de un edificio sobre el llamado cerrillo de San Blas, el la parte baja del Retiro.
Las obras empezaron en 1790 con la colocación de la primera piedra por el rey Carlos IV y se prolongaron hasta 1847, porque durante la invasión francesa, cuando el edificio estaba casi terminado, quedó totalmente destruido, incluido el telescopio reflector de 60 cm de diámetro y 25 pies de longitud, que se encargó construir al astrónomo alemán, descubridor de Urano, W. Herschel.


Dada la carencia de una tradición astronómica en España, los primeros astrónomos del observatorio inician su aprendizaje en diversos países europeos. Pero la guerra contra Francia, supone la dispersión del personal y la destrucción de equipos, biblioteca y edificaciones. Al acabar la guerra, el observatorio tuvo que ser restaurado por completo, interviniendo entre otros el arquitecto Narciso Pascual y Colomer.



Las actividades en el observatorio se reanudan en 1845 y en 1854 tras la reorganización del establecimiento, se instala el círculo meridiano de Repsold y en 1858 bajo una sola dirección de las secciones de Astronomía y Meteorología, el anteojo ecuatorial Mertz, construyéndose, además, un nuevo edificio que alojaría en su torre la gran ecuatorial, iniciándose una etapa de trabajos astronómicos, geodésicos y meteorológicos.
Tras una primera fase en la que el observatorio dependió directamente de la Corona a través de un Comisario Regio y posteriormente del Rector de la Universidad Central, en 1904 el observatorio fue agregado al entonces Instituto Geográfico y Estadístico, actualmente Instituto Geográfico Nacional.



En sus comienzos, las actividades desarrolladas en el observatorio cubrían todos los campos de la Astronomía y ciencias afines: desde la física solar y estelar, a la mecánica celeste, el desarrollo de instrumentación, conservación oficial de la Hora y las aplicaciones en Geodesia, incluso estuvo encargado de realizar trabajos de Meteorología, prolongándose la actividad en este campo hasta los primeros años del siglo XX. A partir de este siglo, es cuando el observatorio concentra sus esfuerzos en la investigación astronómica y en el desarrollo de instrumentación asociada.


Tras la reducción de personal y medios a consecuencia de la guerra Civil Española, el observatorio conoce una nueva etapa de modernización y expansión (1970), creándose el Centro Astronómico de Yebes, en Guadalajara, y la Estación de Observación de Calar Alto, en Almería, e instalándose en esta última, un telescopio óptico de 1,52 m de diámetro. Con ello se potencian las líneas más tradicionales de la astronomía óptica que venían llevándose a cabo (Astrometría, Heliofísica y Física estelar). También se inicia una nueva línea de investigación y desarrollo instrumental, que se ha reforzado en las últimas décadas con la participación del observatorio en el Instituto hispano-franco-alemán de Radioastronomía Milimétrica.



El proyecto de Villanueva, típicamente dieciochesco, ha dado como resultado uno de los edificios más bellos de Madrid. El cuerpo central del edificio principal, está formado por un paralelogramo rectangular, cuyas líneas mayores corren de sur a norte en una extensión de 28,5 metros. Destacan por su belleza el elegante pórtico de la parte sur y el templete circular que se eleva en el centro, compuesto por 16 columnas de granito.


El edificio Villanueva alberga la mayor parte de la biblioteca del observatorio, con numerosos libros antiguos, una colección de instrumentos entre los que destacan un círculo meridiano, una colección de relojes de precisión, un espejo de Herschel en bronce pulido y un péndulo de Foucault en la rotonda central del edificio que ilustra la rotación diaria de la Tierra.

El edificio coronado por el gran telescopio ecuatorial de Grubb (1912), que albergaba las antiguas viviendas de los astrónomos y otro edificio conocido como el del Sol, por estar coronado por dos cúpulas que contenían dos telescopios de Grubb destinados principalmente a la observación solar, están actualmente en proceso de remodelación para ser utilizados por los investigadores y para diversos servicios.

Fotos: Manuel Romo
Fuentes: ROAM, Fomento, IGN.
Agradecimientos: a D. Javier Alcolea

Madrid hacia arriba© 2009 | Manuel Romo