La idea de establecer un observatorio astronómico en Madrid se debe a la iniciativa del científico y marino alicantino Jorge Juan, quien en 1785 expuso a Carlos III un proyecto para establecer un centro dedicado al estudio de la geografía astronómica. Para tal efecto, el monarca encargó al arquitecto Juan de Villanueva la construcción de un edificio sobre el llamado cerrillo de San Blas, el la parte baja del Retiro.
Las obras empezaron en 1790 con la colocación de la primera piedra por el rey Carlos IV y se prolongaron hasta 1847, porque durante la invasión francesa, cuando el edificio estaba casi terminado, quedó totalmente destruido, incluido el telescopio reflector de 60 cm de diámetro y 25 pies de longitud, que se encargó construir al astrónomo alemán, descubridor de Urano, W. Herschel.
Las obras empezaron en 1790 con la colocación de la primera piedra por el rey Carlos IV y se prolongaron hasta 1847, porque durante la invasión francesa, cuando el edificio estaba casi terminado, quedó totalmente destruido, incluido el telescopio reflector de 60 cm de diámetro y 25 pies de longitud, que se encargó construir al astrónomo alemán, descubridor de Urano, W. Herschel.
Dada la carencia de una tradición astronómica en España, los primeros astrónomos del observatorio inician su aprendizaje en diversos países europeos. Pero la guerra contra Francia, supone la dispersión del personal y la destrucción de equipos, biblioteca y edificaciones. Al acabar la guerra, el observatorio tuvo que ser restaurado por completo, interviniendo entre otros el arquitecto Narciso Pascual y Colomer.
Las actividades en el observatorio se reanudan en 1845 y en 1854 tras la reorganización del establecimiento, se instala el círculo meridiano de Repsold y en 1858 bajo una sola dirección de las secciones de Astronomía y Meteorología, el anteojo ecuatorial Mertz, construyéndose, además, un nuevo edificio que alojaría en su torre la gran ecuatorial, iniciándose una etapa de trabajos astronómicos, geodésicos y meteorológicos.
Tras una primera fase en la que el observatorio dependió directamente de la Corona a través de un Comisario Regio y posteriormente del Rector de la Universidad Central, en 1904 el observatorio fue agregado al entonces Instituto Geográfico y Estadístico, actualmente Instituto Geográfico Nacional.
En sus comienzos, las actividades desarrolladas en el observatorio cubrían todos los campos de la Astronomía y ciencias afines: desde la física solar y estelar, a la mecánica celeste, el desarrollo de instrumentación, conservación oficial de la Hora y las aplicaciones en Geodesia, incluso estuvo encargado de realizar trabajos de Meteorología, prolongándose la actividad en este campo hasta los primeros años del siglo XX. A partir de este siglo, es cuando el observatorio concentra sus esfuerzos en la investigación astronómica y en el desarrollo de instrumentación asociada.
Tras la reducción de personal y medios a consecuencia de la guerra Civil Española, el observatorio conoce una nueva etapa de modernización y expansión (1970), creándose el Centro Astronómico de Yebes, en Guadalajara, y la Estación de Observación de Calar Alto, en Almería, e instalándose en esta última, un telescopio óptico de 1,52 m de diámetro. Con ello se potencian las líneas más tradicionales de la astronomía óptica que venían llevándose a cabo (Astrometría, Heliofísica y Física estelar). También se inicia una nueva línea de investigación y desarrollo instrumental, que se ha reforzado en las últimas décadas con la participación del observatorio en el Instituto hispano-franco-alemán de Radioastronomía Milimétrica.
El proyecto de Villanueva, típicamente dieciochesco, ha dado como resultado uno de los edificios más bellos de Madrid. El cuerpo central del edificio principal, está formado por un paralelogramo rectangular, cuyas líneas mayores corren de sur a norte en una extensión de 28,5 metros. Destacan por su belleza el elegante pórtico de la parte sur y el templete circular que se eleva en el centro, compuesto por 16 columnas de granito.
El edificio Villanueva alberga la mayor parte de la biblioteca del observatorio, con numerosos libros antiguos, una colección de instrumentos entre los que destacan un círculo meridiano, una colección de relojes de precisión, un espejo de Herschel en bronce pulido y un péndulo de Foucault en la rotonda central del edificio que ilustra la rotación diaria de la Tierra.
Fotos: Manuel Romo
Fuentes: ROAM, Fomento, IGN.
Agradecimientos: a D. Javier Alcolea
Madrid hacia arriba© 2009 | Manuel Romo
Celebro ver el blog actualizado, Romo. Preciosas fotos.
ResponderEliminar...y yo, Carmen, y yo. ¡Es que soy más perro...!
ResponderEliminarMuy intersante conocer tantos detalles del Real Observatorio Astrónomico de Madrid, ha sido una lectura didáctica y deliciosa, así como las fotografías intercaladas.
ResponderEliminarMe hace feliz poder visitarte con nuevos artículos, desde que lo descubrí espero ansiosa el momento.
Un abrazo!!
Gracias 1000, carmensabes.
ResponderEliminarMe hace feliz hacerte feliz, intentaré que lo seas muchas veces más pero, como le digo a mcarmen, soy tan perro...
Otro abrazo.
Hola Romo XIII,
ResponderEliminarbuscando información sobre el Observatorio he llegado a tu blog, y ha sido un placer, es estupendo, lo tengo que recorrer con más calma.
Pensaba hacer una entrada sobre este tema en mi propio blog (que además tiene este edificio como cabecera), pero creo que lo voy a dejar para otro momento, ya lo has contado todo y muy bien :-)
¡saludos!
Hola, acabo de descubrir tu blog, me ha gustado mucho, un saludo.
ResponderEliminarMercedes: Siento haberte pisado el artículo. No te preocupes, cuando tu quieras, dejaré que te vengues.
ResponderEliminarSaludos.
Carmen, te enlacé y te sigo desde hace algún tiempo. Me alegra que te guste el blog.
Saludos.
Saludos y gracias por participar en este día de locos.
ResponderEliminarEl observatorio, paradigmático caso de edificio maddrileño que solo pueden disfrutar las telarañas a cargo del erario público.
ResponderEliminarAnónimo, si no disfrutas del Observatorio es porque no quieres.
ResponderEliminarAcércate y échale una ojeada.
Saludos.
Hola, sorprenderá mi comentario en esta entrada tan antigua, pero soy una gran fan de la astronomía y me gustaría daros una buena noticia: ¡¡¡EL OBSERVATORIO ESTÁ ABIERTO AL PÚBLICO!!!
ResponderEliminarAquí os dejo el enlace con toda la información.
http://www.ign.es/rom/visitas/index.jsp
No abren todos los días, pero por lo menos lo abren, ¿no? Ya podemos disfrutar de él como se merece.
Un saludo a todos!