30 de enero de 2013

Detalles con importancia


©M@driz hacia arriba

Hay que reconocer que nuestro cerebro es una máquina prodigiosa que a veces tiene la asombrosa capacidad de saber interpretar lo que nos quieren decir, en lugar de procesar lo que nos dicen literalmente, pues si no fuera de esta manera tan automática, yo creo que en la mayoría de las ocasiones nuestras circunvoluciones se retorcerían aún más si cabe y nos volveríamos un poco más locos de lo que nos gustaría estar. No hay más que practicar la saludable costumbre de darse unos paseos por las calles de Madrid...o por cualquier otra ciudad, porque en todas partes cuecen habas, y poner un mínimo de atención para darse cuenta de que, a veces por metedura de pata del rotulista, otras por precaria cultura del rotulador y otras por una simple patada a nuestro diccionario, los anuncios, reclamos y mensajes publicitarios que nos lanzan, son un variopinto escaparate que en algunos casos nos arrancan una agradable sonrisa y en muchas otras ocasiones nos chirrían tanto, que tenemos que hacer un alto en nuestro placentero paseo y plantearnos si entrar en el comercio a dar un tirón de orejas al anunciante, o ir directamente a una “comisaría de la lengua” a poner una denuncia. En cualquier caso, tengo que agradecer a todos estos “perpetradores de cartelería” que me hayan inspirado tema para escribir este singular artículo. Sin ellos, “Madrid hacia arriba”, quizás hoy no hubiera publicado nada.

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“Haguirre” o la cólera de Dios

 
M@driz hacia arriba©2006-2013 | Manuel Romo


19 de enero de 2013

120 aniversario de Fundición Codina


©M@driz hacia arriba

Desde finales del siglo XIX y a través de cinco generaciones de fundidores, la Fundición Codina, decana de las fundiciones y una de las más veteranas del mundo, ha poblado con su legado las calles de gran parte de Europa y América. Por ella han pasado unas 12.000 toneladas de bronce, material casi eterno, que una vez fundido han dado forma a miles de obras de más de 750 artistas.

Fundición que desde sus comienzos hasta mediados del siglo XX, se efectuaba con hornos de leña, labor ardua con este tipo de hornos para alcanzar los 1.200 grados de temperatura que se necesitan para fundirlo. Allá por 1887, Benito Codina se asocia en Barcelona con su cuñado Campins hasta que en 1906 deciden trasladar el negocio a Madrid, instalando la fundición en diferentes ubicaciones de la capital. Pero sería en la calle Albarracín, con tan solo 15 operarios, donde a mediados de los años 50 quedaría estable la sede. 

Las inquietudes de D. Benito le llevaron a viajar por varios países para ampliar conocimientos y conocer nuevas técnicas del fundido, y fue en Italia donde conoció y de allí importó el procedimiento de la fundición “a la cera perdida”, sustituyendo así al laborioso y costoso método “a la tierra”. Muchos son los artistas que confiaron sus obras al buen hacer de los Codina, entre los que podemos citar a Mariano Benlliure, Querol, Aniceto Marinas, Victorio Macho, Pablo Serrano, Higinio Basterra, Oteiza, Coullaut-Valera, Antonio López y un largo etcétera.

De este oficio tan desconocido dentro de las artes al que se dedicaron los Codina y gracias a grandes impulsores de las artes como los reyes D. Alfonso XIII y Dª. María Cristina, sólo en Madrid, surgieron maravillas escultóricas como: el monumento a Alfonso XII y el conjunto de ocho leones en el Parque del Retiro, el monumento al general Martínez Campos también en el Retiro, a Eloy Gonzalo (Cascorro) en el Rastro, la estatua ecuestre de Carlos III en la Puerta del Sol, las efigies de Velázquez, Goya y Murillo en las inmediaciones del Museo del Prado, las cuadrigas que coronan una entidad bancaria en la calle de Alcalá (1923), el grupo escultórico dedicado a Cervantes en la Plaza de España (1930) o la victoria alada que se yergue sobre la cúpula del edificio Metrópolis. 

D. Benito CodinaAlbarracín

Hoy en día, la generación de los bisnietos y tataranietos de D. Benito Codina continúa con esta larga tradición de fundidores, que desde 1999 se trasladaron a Paracuellos del Jarama, donde perpetúan esa complicidad, que siempre ha existido entre estos dos tipos de artistas, que son los escultores y los fundidores. 120 años de historia de la Fundición Codina que han merecido una excelente exposición en la Fundación Diario Madrid con una selección de obras para disfrutarlas de cerca y recrearse con los detalles. 

Fundación Diario Madrid. c/. Larra, 14. Hasta el 31 de enero. Entrada gratuita.

 M@driz hacia arriba©2006-2013 | Manuel Romo


13 de enero de 2013

Septenio


M@driz hacia arriba

Siete vidas tiene un gato, siete son los colores del arco iris, siete las notas musicales, siete los sabios de Grecia, siete las maravillas del mundo, también siete son los brazos de la menorah, siete los pecados capitales, siete los enanitos de Blancanieves, siete los días de la semana...y siete los años de existencia de este blog.

El tiempo pasa que da gusto y lo que empecé por entretenimiento tal día como hoy de un 2006 ya lejano, continua, con más o menos prodigalidad, en este incierto 2013. Parafraseando a un madrileño de pro como D. Ramón Gómez de la Serna, durante todo este tiempo he intentado mantener, sin que se caiga, la ceniza del cigarro, para conseguir la inmortalidad de lo efímero.

A veces me cansé y muchos de vosotros me animasteis a continuar, otras veces me volví a cansar y di con algo que merecía la pena contar y las más de las veces continué aquí porque hay gente al otro lado, porque me apasiona la fotografía y la arquitectura y, por supuesto, por amar y dar bombo, y a veces caña, a este Madrid de mis entretelas. 
Gracias a todos los seguidores y a todos los detractores, que los hubo, porque sin vosotros "Madriz hacia arriba" hubiera sido como una especie de modesto diario madrileño, atado con una cintita y guardado en un cajón.


M@driz hacia arriba©2006-2013 | Manuel Romo