10 de octubre de 2011

Monasterio de la Encarnación


El Monasterio de la Encarnación fue fundado por Margarita de Austria, esposa de Felipe III, tras una promesa si se expulsaba de la península ibérica a los moriscos. Se puso la primera piedra del monasterio en 1611 justo donde se levantaría el altar mayor y se inauguró en 1616. Las monjas recoletas de la orden de San Agustín, llamadas Margaritas por su fundadora, llegan de Valladolid a ocupar el edificio ya consagrado por el arzobispo de Braga. 

Se atribuye el proyecto a Juan Gómez de la Mora o a fray Alberto de la Madre de Dios o a Francisco de Mora, tío de Juan. La fachada es de granito con tres arcos de medio punto, siendo el central de mayor tamaño. En la primera planta de la fachada un relieve en mármol de la Anunciación atribuido a Miguel Ángel Leoni y flanqueado por dos ventanas. En la planta superior un balcón central con un escudo a cada lado. El conjunto, bordeado por dos pilastras que acaban en un frontispicio triangular con una cruz en el vértice y dos bolas, también de granito, sobre pedestales en los extremos. 

La iglesia es de nave única con crucero y cúpula. Al ser la fachada retranqueada queda un atrio cerrado con una verja. En el siglo XVIII a causa de un incendio fue reformado por Ventura Rodríguez y a finales del siglo XIX se terminó la fachada del convento que da a la Calle de San Quintín. El edificio está unido subterráneamente por un pasadizo con el Palacio Real. El altar mayor de mármoles y bronces consta de 4 columnas corintias y una Anunciación de Carducho y las estatuas laterales de San Agustín y Santa Mónica, tallas de Gregorio Fernández. Los dos altares laterales del crucero están dedicados uno a San Felipe y otro a Santa Margarita en lienzos también de Carducho. 

A través del tiempo fue decorado con obras de Bartolomé Román, Bayeu, Gregorio Ferro y Ginés Aguirre. En 1965 fue abierto al público el museo del Convento y en él se pueden observar obras de Lucas Jordán, Vicente Carducho, Juan Carreño, José Ribera, Antonio Palomino, Pedro de Mena, Gregorio Fernández y Salcillo, entre otros, y no hay que olvidar el famoso recipiente con la sangre de San Pantaleón que se licúa cada 27 de julio,…“si no ha sido año de desgracias”. Malos tiempos corren para que se obre el fenómeno. 


Fuentes: "Madrid Villa y Corte" de Pedro Montoliú Camps, "Urbanity", "Postales Antiguas de Madrid" de Ediciones La Librería, "Ayuntamiento de Madrid", "Archivo Histórico Regional", "Viejo Madrid", "Sociedad Española de Librería", "Museo Municipal de Madrid".
M@driz hacia arriba© 2011 | Manuel Romo

10 comentarios:

  1. Hola Manuel,

    Este convento, junto con el Senado, deben ser lo lugares mejor situados y menos visitados de todo Madrid :)
    Viendo las primeras litografías cuesta hacerse idea de qué habrán hecho allí para dejarlo de modo que parezca estar elevado.

    Saludos

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  2. Hola Manuel,
    este es otro mis lugares preferidos... por todo. Por la fascinante historia del siglo XVII y sus conventos, el lugar privilegiado en que está situado, y por las maravillas que tu describes tan bien.
    un beso

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  3. Hola Paco,
    Desde luego para mí es un lugar privilegiado. Ya me gustaría asomarme al balcón y encontrarme con este panorama todos los días.
    Pero como decía mi padre, ¡ojalá hubieramos nacido ricos en vez de guapos!
    Un saludo.

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  4. Hola Mercedes,
    Jopé, ¿también este sitio?, bueno lo compartiremos. Tan céntrico y tan recoleto, se respira paz en su jardincito. Y de la joyita de monumento, qué vamos a decir.
    Un beso.

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  5. Hola Manuel:

    Con el permiso de Mercedes, yo también declaro este lugar como uno de mis preferidos. Da gusto pasar por ahí y ver esa fachada tan "madrileña" y esos letreros, supervivientes de otros tiempos, que prohiben hacer aguas... Espero que al Ayuntamiento no se le ocurra "recuperarlo".

    Felicidades y un abrazo, Jesús

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  6. Hola Jesús,
    Ni recuperarlo, ni conservarlo, ni restaurarlo, ni custodiarlo, ni rehabilitarlo, ni ..., bueno ni mirarlo siquiera, que ya conocemos sus procederes en el noventa por ciento de sus descubrimientos.
    Un abrazo.

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  7. Hola Manuel. Te ha faltado "musealizarlo", que esa palabra si que da miedo.
    Bonito post, a mi tambien me gusta la zona, pero yo la ampliaria mas.
    Gracias por la entrada y un abrazo.

    José Casado

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  8. Hola José,
    Tienes toda la razón, pero como no sabía ni musear, ni museizar, ni musealizar, pues no lo hice. Otra vez será.
    Gracias a ti por la visita.
    Un abrazo.

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  9. Que bonito lugar que sigue conservando todo el encanto del viejo Madrid. Yo también espero que el Ayuntamiento ni se acerque a 500 metros a la redonda...

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  10. 500 metros me siguen pareciendo pocos, pues el brazo de la administración y el mangoneo es largo.

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