La proposición de incautar las Sacramentales y edificar un gran cementerio municipal se plantea de forma definitiva durante la revolución de 1868. Desde su exilio parisino Fernández de los Ríos idea la construcción de un inmenso “Campo de Reposo”, una necrópolis al estilo de los grandes cementerios norteamericanos e ingleses, al estilo de la que proyectaba Haussmann en París y que pensaba situarse al oeste de la Villa junto a la Casa de Campo en la zona de Rodajos, Húmera, Pozuelo y Somosaguas. Diversos problemas administrativos y de otra índole, hicieron que las miradas se dirigieran al Este.
Con un presupuesto de setenta y cinco mil pesetas para la compra de terrenos, cerramientos y gastos iniciales, en 1877 el Ayuntamiento convocó a concurso público a los arquitectos titulados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando para la construcción de una gran necrópolis, en el término municipal de Vicálvaro. El programa especificaba los elementos de la necrópolis y los tipos de enterramiento: de pago, de caridad y de inocentes; sitios para mausoleos de célebres, enterramientos de no católicos, capilla, depósitos, sala de autopsias, oficinas y almacén.
Se presentaron seis proyectos a escala 1:200 en las salas llamadas de los “Medios puntos” prestadas por la Real Academia de Bellas Artes. El 13 de abril de 1878 se concedió el primer premio por unanimidad al proyecto de los arquitectos Fernando Arbós y Tremanti (1844- 1916) y José Urioste y Velada (1850- 1909) con el lema “Donde se sotierran los muertos e se tornan sus huesos en cenizas”. El proyecto original contaba con una capacidad de 62.291 sepulturas.
Respecto a la incineración que rezaba el lema, el tribunal puso sus objeciones y se mostró partidario de la “ inhumación bien ejecutada, pues es el procedimiento que mejor devuelve a la tierra y a la agricultura sus elementos; polvo dijo y no ceniza el Autor de todo lo criado”.
El Ayuntamiento debía adquirir en treinta días los terrenos precisos ”no menos de 400 fanegas, unas 257 Hectáreas y 60 Áreas” y en un plazo de 90 días cercarlos y construir una capilla. Ante esta pesadilla los arquitectos Arbós y Urioste dijeron: “Proyectar en Madrid es llorar”. Solamente llegaron a construir en 1884 un pequeño Cementerio de Epidemias, cuyo primer enterramiento fue el de Maravilla Leal González. En 1888 Arbós y Urioste cesaron como arquitectos de la necrópolis y murieron sin ver alzar del suelo los edificios concebidos en 1877.
Les sucedió el arquitecto municipal José López Sallaberry y comenzaron las tareas de desmonte y cimentación. En 1905 Eduardo Vicenti encargó al también arquitecto municipal Francisco García Nava la reforma del proyecto de Arbós y Urioste, aumentando a 81.638 sepulturas con una capacidad para 885.000 enterramientos. Alberto Aguilera gestionó la ejecución y el Conde de Peñalver vio comenzar las obras en diciembre de 1907, inaugurándose oficialmente la Necrópolis del Este en 1925.
(Todas las fotografías están tomadas en la Sacramental de San Isidro)
Fuentes: “Los Baños Árabes” de Lola Esteban Lario, y “La arquitectura de la necrópolis del Este” de Carlos Saguar.
Pese a todo, sigue siendo una de las mejores muestras de arquitectura modernista de Madrid. Felicidades por el artículo.
ResponderEliminarSaludos, Jesús
Hola Manuel, ya era hora! :-)
ResponderEliminarEn serio, me alegro de volver a leerte.
Creo que ya te dije una vez que no me gustaban mucho los cementerios, aunque comprendo que algunos son muy bellos y monumentales, como el de la Almudena.
Pero sí me han gustado tu artículo y tus fotos, ¡gracias!
saludos
Modernista a tope y nada que envidiar, sin desmerecerlo, al modernismo catalán.
ResponderEliminarGracias Jesús por seguir "M@driz hacia arriba" después de unos cuantos meses ausente.
Salud.
Hola Mercedes.
Si da gusto estar ausente por un tiempo es por el recibimiento, al regreso, de amigos/as blogger como tú. Algún día escribiré un artículo sobre cementerios enseñando el lado agradable y hasta jocoso...y acabarán gustándote los camposantos.
Gracias por estar ahí.
Salud-os.
Es la versión Madrilenya de Pere Lachaise.Es bonito el cementario!
ResponderEliminarBueno...Père La Chaise es mas bien de estilo neo-clásico, con una arquitectura más lineal, más angulosa, en definitiva, más romana, pero sí, el modernismo copia muchas cosas del neo-clasicismo. En cualquier caso es un cementerio precioso.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Un rincon ,tu pagina,para recordar algunos rincones del Madrid que algunos tenemos casi olvidados.Es de agradecer paginas como esta.Un abrazo
ResponderEliminar´´tio Romo´´.
Teo.
Teo. qué ilusión me hace que aparezcas por aquí. Un lugar más agradable del que solíamos encontrarnos. Espero que repitas.
ResponderEliminarUn saludo.
Ando un poco perdido: los panteones que figuran en las fotos son de la sacramental de San Isidro, no de la Almudena.
ResponderEliminarTienes toda la razón "Anónimo",
ResponderEliminarTuve un problema con Blogger y perdí el artículo y al volver a reponerlo me equivoqué de título.
¡Qué fallo! Lo subsano ahora mismo.
Mil perdones y muchas gracias.
Bueno, pero algunas de las fotografías son de otros cementerios de Madrid, eh! La mayoría de las que veo correwsponden a la Sacramental de San Isidro. El Cementerio de la Almudena tiene realmente espectacular los pabellones de entrada, la capilla (una pena que no se haya conservado el interior, que desapareció a consecuencia de la guerra), y las rejas y puertas de hierro de los alrededores. La parte antigua, frente a la entrada del Cementerio Civil, es muy interesante, con esculturas de la época de muy buena calidad (es, sin duda, lo más "perlachaise" de la Almudena). Por desgracia las ampliaciones ya carecen de todo interés... y casi casi te incluyo allí los alrededores de la capilla.
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