Entre 1774 y 1778 se levantó la nueva y actual puerta de Alcalá. Constituida por una decoración de guirnaldas, relieves, cornucopias, motivos florales, escudos y trofeos, es de una clara inspiración en el arte clásico romano. Los dos millones de reales necesarios para realizar las obras fueron conseguidos por el Ayuntamiento a base de hipotecar el arbitrio de las tabernas.
La construcción, de un solo cuerpo, consta de cinco vanos, mientras que los dos de los extremos son adintelados y sobre éstos, decoración de relieves con cornucopias y adornos florales. En la parte que entonces daba al exterior de Madrid presenta diez columnas adosadas de orden jónico, elevadas sobre plintos y con adornos de guirnaldas en los capiteles. y en la parte que miraba hacia el interior se pusieron pilastras, excepto en el arco central que es igual por ambos frentes.
La parte central del conjunto sobresale con un juego de líneas quebradas, entrantes y salientes. Esta parte está coronada con un segundo cuerpo formado por un entablamento liso que sirve de enlace con el ático de la puerta y que presenta en el centro una lápida con una inscripción en latín indicando el año y el monarca que la mandó construir, con el texto:
“Rege Carolo III, anno MDCCLXXVIII”
Sobre este ático, un frontón triangular quebrado y detrás otro semicircular, flanqueado por dos trofeos militares; otros cuatro trofeos, con escudos y banderas en las esquinas y en el centro del coronamiento. En las claves de los tres arcos centrales se pusieron cabezas de leones y sobre las puertas laterales se colocaron cornucopias cruzadas obra de Roberto Michel.
El ático existente sobre el arco central fue terminado en un frontispicio circular por la parte que daba al campo y en él se colocó un escudo con las armas reales, sostenido por una fama y un genio que realizó Francisco Gutiérrez, autor también de los grupos de niños colocados en el sotabanco.
Por la parte que daba al casco urbano, Gutiérrez esculpió trofeos militares en el sotabanco y en el frontón triangular en el que acaba el ático central. La puerta, hecha en granito y piedra de Colmenar, mide 19,5 metros de alto. Los modelos para los capiteles de las columnas fueron iguales a los ideados por Miguel Ángel para el Capitolio de Roma.
Las obras se terminaron en 1778. El monumento, que tuvo en tiempos grandes rejas de hierro que cerraban a las diez de la noche en invierno y a las once en verano, estaba unido a la tapia del Pósito y a los jardines del Retiro. En 1869, fueron derribados los últimos restos de la tapia que bordeaba Madrid.
La puerta fue restaurada y limpiada, aunque se quiso mantener las marcas dejadas por la artillería francesa el 3 de diciembre de 1808, cuando la ciudad fue sitiada y bombardeada por las tropas de Napoleón. Cuando los Cien Mil Hijos de San Luis, entraron en Madrid en 1823 para apoyar el absolutismo de Fernando VII, la Puerta de Alcalá recibió varios impactos de bala que hoy también permanecen como testimonio.
Así mismo, en este lugar fue tiroteado y asesinado, en 1921, el Presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Dato, en uno de sus trayectos al Senado. En 1976 la Puerta de Alcalá fue declarada monumento nacional.
Fuentes: "Madrid Villa y Corte" de Pedro Montoliú Camps, "Urbanity", "Postales Antiguas de Madrid" de Ediciones La Librería, "La Ilustración Española y Americana", "Ayuntamiento de Madrid", "Archivo Histórico Regional", "Viejo Madrid", "Sociedad Española de Librería", "Museo Municipal de Madrid".
Increíble comparativa y mucho más increíble aún que entre las fotos antiguas y las tuyas actuales no se vea la torre de Valencia.
ResponderEliminarBélok, "hubiera" sido increíble que no apareciese, pero en la última foto ha salido enmarcada en el hueco del arco central.
ResponderEliminarEstuve tentado de procesarla, pero no soy amigo del Photoshop, y además, no tenía sentido.
El fin de las comparativas es ver los cambios sufridos en el objeto y su entorno.
La verdad es que ha pasado cosas por allí en los últimos siglos, pero seguro que nunca ha sido tan decorada y tenido tanta obra alrededor como en las últimas décadas.
ResponderEliminarCuando murió Marcelino Camacho estaban montando un escenario para el concierto de la MTV. En esto que a una persona mayor le dio por decir (no sé de dónde sacaría la idea) que preparaban la capilla ardiente del sindicalista. A mi vuelta del Retiro había allí cerca de cien personas haciendo cola. Una anécdota más :)
Saludos
Me has dejado sin palabras, Manuel :-)
ResponderEliminarNo se qué decirte.
Fotos comparativas perfectas (eso tiene que ser divertido pero difícil lograrlo), intercaladas con esa descripción técnica... te doy un 10.
Luego me dices que no te encuentro defectos, pero es que no lo pones fácil ;-)
besos
Paco, buena anécdota. Es que no hay nada como el hacer correr de boca en boca un bulo.
ResponderEliminar¡Cuántas cosas se habrán tergiversado de esta manera!
Ya se sabe, "de un granito de arena..."
Mercedes, eres un sol. Es la primera vez que me ponen un 10, ¡vamos, ni en gimnasia en el cole!
La verdad es que es un lugar fácil de fotografiar pues es muy amplio y no es de los que más cambios ha sufrido desde que se inventaron los daguerrotipos.
Gracias por esa matrícula de honor.
Un beso.
Vaya pedazo de comparativa!! Si en la del Museo del Prado ya te salías, en ésta es que directamente te escapas!! Me quito el sombrero, chapó!!!
ResponderEliminarUn abrazo, Jesús
Muy buen trabajo!
ResponderEliminarGracias Jesús, el monumentazo que es la Puerta de Alcalá, aunque manido, se lo merecía. Hasta yo me he quitado el sombrero.
ResponderEliminarDifícil va a ser la próxima comparativa.
Un abrazo.
Muchas gracias Matritensis
Bueno Bueno Bueno, romo cada dia me dejas mas impresionado, no tengo palabras, como buen comisario de exposiciones jajajaja, te propongo moverte una sala de mi pueblo para exponer. Eso si te las cuelgas tu. Un Abrazo
ResponderEliminarEstupenda entrada, has clavado las orientaciones de la fotos. Enhorabuena por el trabajo.
ResponderEliminarSaludos.
¡Dichosos los ojos que te leen!
ResponderEliminarO sea que yo pongo las fotos, el transporte y me cuelgo la obra, ¿pago también la factura de la luz de la sala?. ¡J...con el comisario!
A ver si nos vemos.
¡Salud!
Muchas gracias Ricardo, ya digo que por la amplitud del espacio y las pocas variantes del entorno, no ha sido muy difícil, pero sí muy divertido.
Un abrazo.
Romo, que bueno! Alguna de las fotos antiguas ya las habia visto, pero no conocia y me ha encantado en la que las ovejas ejercen su derecho de transito por la cañada.
ResponderEliminarEnhorabuena y sigue asi.
Un abrazo
Gracias José,
ResponderEliminarLo cierto es que es un monumento super manido y hay mucha constancia fotográfica. La de las ovejas había que incluirla ya que una característica de la zona es de Cañada Real.
Un abrazo.
Estupendo, Manuel. Muy bonito, en especial, como comenta alguien más, porque has conseguido el mismo ángulo en tus tomas que el de las fotos antiguas. Y con la dificultad de que, a veces, no sólo es cuestión del punto de vista de la cámara sino de la propia angulación de la óptica que estés utilizando. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn saludo,
Enrique.
Muchas gracias Enrique. La verdad es que tiene poco misterio, los fotógrafos de esas épocas solían moverse, generalmente, con ópticas entre 27mm y 35mm, y después, con suerte, que perdure algún objeto urbano o algún edificio de la época para tener dónde tomar referencias...si no han cambiado el monumento de ubicación, que es práctica habitual.
ResponderEliminarSaludos.