Siete vidas tiene un gato, siete son los colores del arco iris, siete las notas musicales, siete los sabios de Grecia, siete las maravillas del mundo, también siete son los brazos de la menorah, siete los pecados capitales, siete los enanitos de Blancanieves, siete los días de la semana...y siete los años de existencia de este blog.
El tiempo pasa que da gusto y lo que empecé por entretenimiento tal día como hoy de un 2006 ya lejano, continua, con más o menos prodigalidad, en este incierto 2013. Parafraseando a un madrileño de pro como D. Ramón Gómez de la Serna, durante todo este tiempo he intentado mantener, sin que se caiga, la ceniza del cigarro, para conseguir la inmortalidad de lo efímero.
A veces me cansé y muchos de vosotros me animasteis a continuar, otras veces me volví a cansar y di con algo que merecía la pena contar y las más de las veces continué aquí porque hay gente al otro lado, porque me apasiona la fotografía y la arquitectura y, por supuesto, por amar y dar bombo, y a veces caña, a este Madrid de mis entretelas.
Gracias a todos los seguidores y a todos los detractores, que los hubo, porque sin vosotros "Madriz hacia arriba" hubiera sido como una especie de modesto diario madrileño, atado con una cintita y guardado en un cajón.
El tiempo pasa que da gusto y lo que empecé por entretenimiento tal día como hoy de un 2006 ya lejano, continua, con más o menos prodigalidad, en este incierto 2013. Parafraseando a un madrileño de pro como D. Ramón Gómez de la Serna, durante todo este tiempo he intentado mantener, sin que se caiga, la ceniza del cigarro, para conseguir la inmortalidad de lo efímero.
A veces me cansé y muchos de vosotros me animasteis a continuar, otras veces me volví a cansar y di con algo que merecía la pena contar y las más de las veces continué aquí porque hay gente al otro lado, porque me apasiona la fotografía y la arquitectura y, por supuesto, por amar y dar bombo, y a veces caña, a este Madrid de mis entretelas.
Gracias a todos los seguidores y a todos los detractores, que los hubo, porque sin vosotros "Madriz hacia arriba" hubiera sido como una especie de modesto diario madrileño, atado con una cintita y guardado en un cajón.