Iglesia de San Marcos
(C/. San Leonardo, 10)
Situada en la calle de San Leonardo, antigua de San Marcos, fue fundada sobre un pequeño oratorio en 1632 como anexo de la parroquia de San Martín. De la construcción del primitivo templo se encargó Marcos López en la década de 1660 y posteriormente Pedro de Ribera y José Benito de Churriguera. Para conmemorar la victoria de las tropas de Felipe V en la batalla de Almansa, entablada el día de San Marcos de 1707, el propio monarca dispuso que se sustituyera el viejo templo por otro de nueva construcción. La muerte de Felipe V en 1746 no impidió su realización, comenzando las obras en 1749 bajo la dirección del arquitecto Ventura Rodríguez, siendo consagrado en 1753.
La iglesia de San Marcos es considerada como una de las joyas de la arquitectura madrileña y una de las mejores obras de Ventura Rodríguez, el cual, junto con su esposa, estuvo enterrado en la propia bóveda del templo hasta que a finales del siglo XIX fue trasladado a la capilla del arquitecto en la parroquia de San Sebastián.
Destaca la planta formada por tres elipses, una de gran tamaño en el medio, sobre la que se levanta la cúpula, y dos de menor tamaño en los extremos. También, la fachada, de sencilla estructura, con juegos de concavidades y convexidades inspirados en esquemas borrominianos y diseños del barroco piamontés y constituida por dos pilastras de orden compuesto, sobre las que descansa el frontispicio triangular. En el centro está la puerta, decorada con un frontón semicircular.
Restaurada por el arquitecto Francisco García Nava tras un incendio en 1925, fue declarada Monumento Nacional en 1944.
Situada en la calle de San Leonardo, antigua de San Marcos, fue fundada sobre un pequeño oratorio en 1632 como anexo de la parroquia de San Martín. De la construcción del primitivo templo se encargó Marcos López en la década de 1660 y posteriormente Pedro de Ribera y José Benito de Churriguera. Para conmemorar la victoria de las tropas de Felipe V en la batalla de Almansa, entablada el día de San Marcos de 1707, el propio monarca dispuso que se sustituyera el viejo templo por otro de nueva construcción. La muerte de Felipe V en 1746 no impidió su realización, comenzando las obras en 1749 bajo la dirección del arquitecto Ventura Rodríguez, siendo consagrado en 1753.
La iglesia de San Marcos es considerada como una de las joyas de la arquitectura madrileña y una de las mejores obras de Ventura Rodríguez, el cual, junto con su esposa, estuvo enterrado en la propia bóveda del templo hasta que a finales del siglo XIX fue trasladado a la capilla del arquitecto en la parroquia de San Sebastián.
Destaca la planta formada por tres elipses, una de gran tamaño en el medio, sobre la que se levanta la cúpula, y dos de menor tamaño en los extremos. También, la fachada, de sencilla estructura, con juegos de concavidades y convexidades inspirados en esquemas borrominianos y diseños del barroco piamontés y constituida por dos pilastras de orden compuesto, sobre las que descansa el frontispicio triangular. En el centro está la puerta, decorada con un frontón semicircular.
Restaurada por el arquitecto Francisco García Nava tras un incendio en 1925, fue declarada Monumento Nacional en 1944.