Esta es la particular visión de M@driz hacia arriba, de un Madrid visto a través de sus reflejos. Una visión de la ciudad de manera distinta a como lo hacemos habitualmente.
Sí, ya sé que la idea es tan antigua como la fascinación por la vida al otro lado del espejo, pero ha sido irrefrenable el deseo de “reflejar las cosas reflejadas”, que nos hacen ver todas las imágenes de una forma un tanto mágicas y misteriosas.
Una serie de imágenes en las que Madrid aparece caleidoscópica, rota, fragmentada, deforme o vuelta del revés y también invertidas a propósito para enfatizar aún más esa realidad ya alterada por el propio reflejo.
Tras las superficies de los objetos existe otra ciudad, otro Madrid y estas superficies funcionan como un especie de tablero expositivo en el que se reflejan las arquitecturas de una manera precisa a la vez que distinta.
La nítida superficie de algunos objetos mezclada con la límpida luz de determinados días del otoño y del invierno, suelen ser perfectas para este tipo de divertimento óptico.
Los reflejos en multitud de soportes como el agua de charcos y estanques, en fachadas de edificios de acero y cristal, en parabrisas y carrocerías de vehículos, nos hacen descubrir un mundo de fantasía, una ciudad de una forma un tanto irreal, la mayoría de las veces deformada.
He aprovechado mis incansables paseos por Madrid para captar esos reflejos, esa distorsionada realidad pero siempre reflejada, con los edificios y los cielos de la bullente ciudad de Madrid como escenario de fondo. Espero que os guste.
M@driz hacia arriba©2012 | Manuel Romo
Claro que nos gusta!
ResponderEliminarLas imagenes y el texto trascienden hasta Valle Inclán y su callejón del gato. Hay cuatro imágenes especialmente metafóricas: la temblorosa Torre Espacio, el flameante campanario neogótico, el espejismo de un pilono en Madrid y la espectacular proa de Grassy como fondo renacentista para una pintura del XXI. Eres un artista.
Abrazos
Me alegro que te gusten Antonio,
ResponderEliminarNo he caído en colgar una foto de los espejos deformantes del callejón, tengo alguna muy curiosa.
¡Cómo afinas! de momento eres mi más benévolo y generoso crítico...y encima me llamas artista.
Gracias mil.
Un abrazo.
Espectaculares fotos, Manuel, y precioso texto, ¿qué más queremos?
ResponderEliminarmuchas gracias
un beso
Preciosas las fotos Manuel. Mira que me gustan tus ideas de ver la ciudad de una forma distinta. Tendré que copiarte en alguna ocasión ya que me he quedado con las ganas.
ResponderEliminarGracias Mercedes, por mirar siempre este blog con buenos ojos.
ResponderEliminarUn beso.
Muchas gracia Bélok,
Esta es la parte artística que no suelo colgar en el blog...pero no las copies, que te castigarán en clase.
¡Salud!
Guauuuuuu!!! Alucinante. Esta vez te has salido (bueno, no sólo esta vez). Por cierto, ¿en alguna de estas fantásticas fotos podemos ver tu moto?
ResponderEliminarUn abrazo, Jesús
Muchas gracias, Jesús.
ResponderEliminarMe encanta que te alucinen. Y no, mi moto no tiene tanto cromado deslumbrante, prefiero las japonesas (en cuanto a motos), son más prácticas y manejables...¡caramba, qué coincidencia!
Un abrazo.
Hola Manuel. Expectacular! Es un recurso no muy usado para retratar edificios, pero que da un monton de juego. Es otra manera de ver los lugares que, ya tenemos vistos.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias José,
ResponderEliminarYa lo creo que da juego y además me divierto un montón buscando esos ángulos de Madrid en superficies que suelen pasar inadvertidas.
Un abrazo.