Se acabó el mes de agosto. Va aflojando poco a poco “la caló”. Van tocando a su fin las tan ansiadas vacaciones de verano. Las zonas costeras empiezan a vaciarse progresivamente, porque los turistas comienzan a dispersarse hacia sus ciudades de origen.
Pero también termina la tranquilidad en las calles de Madrid. Volverán a aparecer las boinas de smog matutino. Volverá a enrarecerse el aire que respiramos. Comenzarán a subir los niveles de contaminación atmosférica y ésta nos matará un poquito más. Volveremos a sonarnos la nariz con resultados “más oscuros”.
Las envidiadas siestas hispánicas serán algo menos placenteras al aumentar el bullicio callejero. La concentración para leer un libro, en tu terraza favorita o en un banco de un arbolado paseo, ya no será la misma con tanto tráfago de tráfico, valga la redundancia. Ya no podré tirar fotos desde en medio de la calzada.
La charla de un encuentro casual en una esquina de la calle ha de subir unos cuantos decibelios el volumen. De encontrar una plaza de aparcamiento, ni hablamos. En fin, todo este rollo para decir, que me gusta el verano y, concretamente el mes de agosto, para poder disfrutar de mi M@driz. Y me diréis, sí, pero hace mucho calor con tanto asfalto, granito, hierro y hormigón. No hay problema, seguir el consejo de D. Ramón Gómez de la Serna: “Para evitar el calor, los termómetros del verano deberían colocarse al revés”.
Pues yo no se si será porque me he pasado la mayor parte del mes trabajando, pero este agosto me ha parecido menos tranquilo que otros años. Entre los peregrinos y la intensa actualidad informativa, este agosto ha sido raro, raro, raro.
ResponderEliminarUn abrazo, Jesus
Espectaculares las fotos, Manuel, me encantan.
ResponderEliminarFíjate, comprendo que hay que volver a la vida "normal" pero siempre me da mucha pena que se acabe agosto (y en mi caso, la jornada intensiva).
Trabajo cerca de Cibeles así que imagínate lo que ha sido los días de los peregrinos, pero aún así, agosto es diferente...
un beso
Hola Jesús,
ResponderEliminarSiento que hayas tenido que "currelar" este agosto, aunque yo siempre he preferido tomar las vacaciones en julio o septiembre. Cierto que las hordas papales nos han invadido durante una semana, pero ya ves las fotos...
Un abrazo.
Gracias Mercedes,
Ha tenido que ser agobiante trabajar junto a uno de los puntos claves de la visita papal, te compadezco.
Si no hubiera sido por ese millón y medio de hijos de dios, en Madrid hubiera sido un agosto perfecto.
Besos.
Siempre me impresionó las imágenes de Madrid en Agosto y sí, aunque este año haya sido menos tranquilo que otros, no deja de ser el mes estival por excelencia y hemos podido disfrutar de unas calles más tranquilas que el resto del año, donde se convierte en una gran urbe imposible de pasear. Pero siempre nos quedarán sus parques, sus pueblos, los fines de semana y las maravillosas cosas que están por descubrir en las entrañas de nuestra ciudad, que son tantas.
ResponderEliminarYo he disfrutado de Agosto en Madrid siempre. También soy de los que se dejan las vacaciones para después, de hecho, me voy mañana a Italia a disfrutar de dos semanitas por Lombardía y la Toscana. Así que espero que me cuideis Madrid para que a mi regreso me lo encuentre en perfecto estado.
No te preocupes Bélok, cuidaremos de esta maravillosa ciudad dentro de nuestras posibilidades, que desgraciadamente son pocas.
ResponderEliminarDisfruta de esas fantásticas regiones de la bota vecina.
¡Bon voyage!
Pues yo la verdad es que tampoco he visto que este agosto haya sido como otros años.
ResponderEliminarHabía más gente.
En mi calle por ejemplo estaba siempre vacía de coche y este año era difícil aparcar.
Y llegaron las lluvias; las cuatro primeras gotas con interminables atascos y el fresco otoño. Por fin los platos de cuchara, los huesos de Santo, buñuelos, churros y demás calorías. Ya están a punto los escaparates navideños de noviembre, los muertos disfrazados y los Santos difuntos... luego vendrán los inocentes... pero antes el 20N más desconocido de todos los vividos en Madrid. Bélok ya tendrá más que contado su viaje itálico y programado el siguiente a vaya usted a saber dónde. Y cuando te quieras dar cuenta, amigo Jesús, estarás otra vez haciendo fotos en el despoblado y torrido foro. Joder, como pasa el tiempo... y las calles sin barrer!!
ResponderEliminarHola "hostales en madrid",
ResponderEliminarPerdóname el retraso, pero no me había dado ni cuenta del comentario, no volverá a ocurrir, lo juro.
El crecimiento demográfico en Madrid ya no deja que se noten los agostos de antes, ciertamente son más poblados y bulliciosos.
Hola Cocidito,
ResponderEliminar¡Qué comentario más chulo! Es un relato corto en toda regla.
Tienes toda la razón, tienen su encanto también los frios del invierno por todo lo que cuentas y cuando nos queramos dar cuenta tenemos otra vez la calorina encima y vuelta a empezar otro ciclo.
Sí que se pasa deprisa la vida, sí. Pero nos queda el consuelo de que el día sigue teniendo 24 horas y "pa tos igual".
Insisto, precioso comentario, "ma gustao".
Un abrazo.
PD: Soy Manuel y no Jesús, "despistao".