En la parte oeste de la entonces Ronda de Santa Bárbara, hoy calle de Sagasta, construyó Ventura Rodríguez en 1768, frente al convento de Santa Bárbara, también desaparecido, y por mandato de Carlos III, un establecimiento para matadero de cerdos y saladero de tocino. El inmueble se transformó en 1831 en penitenciaría, constituyendo el primer establecimiento penitenciario de Madrid, a instancias de la autoridad municipal, pues en el que existía en el Plaza de la Villa (Cárcel de la Villa), ya no cabían los reclusos.
En 1833 fueron trasladados los reos a esta nueva Cárcel del Saladero, nombre que fue tomado del establecimiento anterior. En 1848 al haberse incrementado la población penal de este presidio, de la entonces llamada Plazuela de Santa Bárbara, con presidiarios de la Cárcel de Corte, más los que ya existían procedentes de la Cárcel de la Villa y la de Jóvenes, la Cárcel del Saladero quedó pequeña y obsoleta y hubo que pensar en otro establecimiento de mayores dimensiones.
Fernández de los Ríos describió este establecimiento como un “edificio lóbrego, oscuro, tenebroso, de estrechos corredores e inconvenientes habitaciones, donde viven confundidos los acusados de delitos leves, con los sospechosos de crímenes más atroces, los sentenciados en espera de ir a su destino, con los que tienen en sumario su proceso”.
Cuando en 1884 fue inaugurada la Cárcel Modelo al final de la calle de la Princesa, en la plaza de la Moncloa, fue desalojado el antiguo presidio de el Saladero y finalmente derribado en 1888. En el espacio que quedó vacío, se levantó en 1920, un nuevo edificio neobarroco,(torreones, rejerías, balconadas), obra del arquitecto Joaquín Pla Laporta, el Palacio de la Condesa de Guevara, el cual es ahora propiedad de una entidad bancaria.
Fuentes: "Madrid Villa y Corte" de Pedro Montoliú Camps, "Urbanity", "Postales Antiguas de Madrid" de Ediciones La Librería, "La Ilustración Española y Americana", "Ayuntamiento de Madrid", "Archivo Histórico Regional", "Viejo Madrid", "Sociedad Española de Librería", "Museo Municipal de Madrid".
M@driz hacia arriba© 2006 | Manuel Romo
Después de varios días fuera de onda, he regresado.
ResponderEliminarMe encanta, como siempre.
Un abrazo
Bonita, aunque un poco truculenta historia, Manuel. Tengo entendido que había un túnel subterráneo que era utilizado para llevar los presos al patíbulo, menuda historia la de esta plaza.
ResponderEliminarEl edificio actual es precioso, lo prueban tus estupendas fotos.
un beso
Natalia, tú nunca estarás fuera de onda.
ResponderEliminarSalud!
Menudo cambio ha dado la plaza, a ver si paso por allí con buena luz.
ResponderEliminarEstupendas fotos.
Un saludo
Hola Mercedes,
ResponderEliminarYa sabes, toda penitenciaría solía tener sus "corredores de la muerte". Antes era aún peor, se recreaban paseando a los reos de muerte por las calles camino de la plaza de la Cebada o la Plaza Mayor.
Lástima no poder ofrecer fotos del interior, no obtuve permiso.
Besos.
Gracias Paco,
ResponderEliminarYo soy un nostálgico y prefería el aspecto antiguo con su quiosco de ladrillo. Tanto granito me cansa. Pero como ya no tiene remedio, diré que no está mal.
Saludos.
Hola Manuel:
ResponderEliminarPues no saben lo que se han perdido no dejándote pasar al interior. Nos conformamos con tus fantásticas fotos y con tu relato (ozú, ¡¡qué espeluco!!, como dirían en Málaga).
Enhorabuena y un abrazo, Jesús
Dí que sí, Jesús,
ResponderEliminarLes privaremos de nuestra presencia y apuesto semblante. ¡Algún día se arrepentirán!
Hay alguna foto del interior colgada en la red, pero dejaba mucho que desear. ¡Otra vez será!
Gracias a tí.
Un abrazo.
Tanto tiempo viviendo cerca de esa plaza y que poco he oído de su historia. ¿Dónde podría encontrar esos datos?
ResponderEliminarHola A. López, bienvenido/a.
ResponderEliminarSuele ocurrir que nos interesamos poco por lo que tenemos cerca. Puedes encontrar datos en multitud de sitios, archivos, libros de Madrid, blogs de la Madroñosfera,etc.
Saludos.
Querido amigo: ha cometido usted algunos errores al “reproducir” el texto que acompaña las fotos,
ResponderEliminarLos presos que entraron en el Saladero en 1833 venían de la plaza de la Villa, o sea, la cárcel que dependía de la autoridad municipal. No venían del palacio de Santa Cruz. Estos llegaron en 1848.
La Ronda de Santa Bárbara se llamó así a partir de 1859, según el libro de Luis Miguel Aparisi "Toponimia Madrileña". Antes de esa fecha la ronda se llamaba "Saladero", precisamente, porque en su "vertiente occidental" se encontraba el establecimiento así llamado.
Hoy día la Ronda de Santa Bárbara no se llama plaza de Santa Bárbara. Se llama desde 1889 calle Sagasta. Dato también del libro de Toponimia.
Estimado Anónimo,
ResponderEliminarAl ser la finalidad de este blog un lugar de divertimento y no una tesis doctoral, que trata de ser lo más fidedigno posible, lógicamente, "reproduzco" los datos que consulto, en los que puede haber errores y tergiversaciones, como reconozco que han ocurrido en este caso. Aunque sigo teniendo dudas respecto a algunos datos contradictorios entre "Toponimia Madrileña", "Madrid Villa y Corte" y otras fuentes consultadas.
Mil perdones a todos los seguidores de "M@driz hacia arriba" por los lapsus y errores aquí vertidos.
¡Corro a desfacer el entuerto!
Gracias "Anónimo" y saludos.
Manuel, bonita historia, y se vuelve a repetir la historia de que no se obtienen permisos para poder acceder a estos edificios y asi poder mostrar en su plenitud estas magnificas construcciones.
ResponderEliminarPero lo seguiremos intentando, a que si?
Un abrazo.
Por supuesto que sí, José, de hecho un par de fotos del patio fueron robadas. Ya se sabe, en cuanto pasan a manos "bancarias", tengan el valor histórico que tengan, estos edificios quedan blindados al público.
ResponderEliminarUn abrazo.
El eterno problema de las fotos... ayyyy....
ResponderEliminarCuantas cosas maravillosas pudiéramos conocer si no existiera esa bendita costumbre de prohibirlo todo por prohibir. Pero tarde o temprano iremos consiguiendo nuestros objetivos, verdad Manuel?
Este palacio es muy vistoso desde luego, vaya cantidad de palacetes, caseronas y buenos edificios en los que vivieron nuestros antepasados en Madrid.
Ojalá tus deseos sean escuchados Bélok, y que la benevolencia de ciertos propietarios de edificios como este, se apiade de los que tenemos interés en divulgar las interioridades de estas joyitas del pasado.
ResponderEliminarCasi todo lo que se consigue en esta vida es a fuerza de tesón y machacar, yo creo que poco a poco y a base de insistir...
Quizás le interese la información que sobre la Cárcel de la Corona incluyo en el blog: "La muralla reciclada", en la entrada: CCC Antón Martín
ResponderEliminarRafael
Muchas gracias, Rafael.
ResponderEliminarTomo nota del ofrecimiento y aparte de la información, pasear por ese blog de título tan sugerente.
Un cordial saludo.
No conocía este edificio. La próxima vez que vaya a Madrid tengo que visitarlo.
ResponderEliminarNo conocía este edificio. Tengo que visitarlo en mi próxima visita a Madrid. Gracias por la información tan interesante.
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