29 de abril de 2008

Banco de España


(Pº del Prado,2 con C/. de Alcalá, 48)

En 1781 se aprueba el proyecto de Cabarrús para la creación de un Banco Nacional en el centro de Madrid y en 1782 fue fundado, por Real Cédula del Rey Carlos III, el Banco Nacional de San Carlos. La primera Junta General, tuvo lugar en el Palacio de los Consejos, propiedad del conde de Altamira. La primera sede del Banco fue el Palacio de Monistrol, entre las calles de la Luna, Silva y Tudescos, arrendado al conde de Sástago.
En 1825, se traslada a una casa en la calle de la Montera con fachada a la calle Angosta de San Bernardo, hoy Aduana. En 1847 se fusiona con el Banco de Isabel II y la sede se ubica en el edificio de los Cinco Gremios Mayores de Madrid, en la calle de Atocha; aquí estará, como Banco de España desde 1856, hasta el traslado definitivo en 1891.
En 1882 se adquiere el palacio del marqués de Alcañices, situado en la calle de Alcalá con vuelta al Paseo del Prado. El mismo año se encarga a Severiano Sainz de la Lastra y Eduardo de Adaro, estudiar los edificios de otros bancos europeos y redactar el proyecto definitivo, el cual es aprobado a finales de 1883.




Pone la primera piedra el Rey Alfonso XII, el 4 de julio de 1884 y queda inaugurado en 1891. En 1927 se inicia una ampliación con la adquisición de las casas del conde de Santamarca, según el proyecto de José Yarnoz Larrosa, que propone la prolongación de la fachada ya existente.
Destacan los adornos escultóricos, encargados a escultores italianos, que quedan reservados al chaflán de Cibeles y a las portadas principales del Paseo del Prado y de la calle Alcalá; las puertas de entrada, construidas en hierro dulce por el artista Bernardo Asíns; la escalera de honor, ejecutada por el bilbaíno Adolfo Areizaga con mármol de Carrara; las vidrieras de la empresa alemana Mayer y el patio que fue Caja General y que es hoy Biblioteca, encargada a la Fábrica de Mieres, en estructura metálica vista, de hierro fundido. El patio, con una altura de 27 metros y una superficie de 900 metros cuadrados, recoge ejemplos del Art Decó, como la vidriera superior, o la pieza decorativa del centro.
La rotonda comunica el patio con la escalera principal y en su centro se alza una escultura en honor a Echegaray, obra de Coullaut Valera.
Entre 1969 y 1975, vuelve a ampliar sus dependencias por las calles de los Madrazo y Marqués de Cubas, según el proyecto de Yarnoz Orcoyen. Con esta ampliación el Banco ocupaba prácticamente toda la manzana. Sólo faltaba para completarla el edificio de la antigua Banca Calamarte, en la esquina de Alcalá con Marqués de Cubas, que fue motivo de un concurso de ideas en 1978, siendo elegida la de Rafael Moneo, que ofrecía una solución en chaflán, repitiendo los elementos que Adaro había pensado casi cien años atrás, en una línea análoga a la actuación de Yarnoz Larrosa en 1927.



23 de abril de 2008

Real Casa de Correos



Real Casa de Correos
(Pza. Puerta del Sol, 7)

Entre 1756 y 1760 Ventura Rodríguez dirigió los primeros derribos de varias manzanas de la Puerta del Sol, con el fin de construir un edificio donde estuviera el servicio de correos. En 1768 Carlos III optó por encargar la construcción al francés Jaime Marquet, que vino a Madrid para encargarse del empedrado de las calles. El destino quiso que Marquet construyera la real casa y Ventura Rodríguez los empedrados, hecho que produjo el dicho popular de “al arquitecto la piedra, y la casa al empedrador”.El edificio es de planta rectangular, está organizado en torno a dos patios interiores y consta de cuatro fachadas, (al abrirse en su parte trasera la actual calle de San Ricardo), de estilo clásico francés, compuestas por un zócalo, piso bajo, entresuelo y piso principal, destacando los tres vanos, la balconada, el portal de acceso del cuerpo central y el frontón con esculturas de Antonio Primo.
En 1847, pasa a albergar la sede del Ministerio de la Gobernación. Después de la Guerra Civil se convirtió en la sede de la Dirección General de Seguridad. Con la democracia, la Comunidad Autónoma de Madrid adquirió el edificio y encargó al arquitecto Ramón Valls Navascués las obras de adaptación (1985-1986). Entre 1996 y 1998, el edificio ha sido restaurado para la sede de la Presidencia de la Comunidad Autónoma de Madrid.
Son famosos los dos relojes, el más antiguo está situado en la fachada principal y procede del antiguo hospital del Buen Suceso, que fue derribado con la reforma de la Puerta del Sol y, el segundo y más conocido, es el que realizó Losada en 1866 y que precisó de la construcción de una torrecilla para su funcionamiento.



1 de abril de 2008

Edificio Telefónica


Edificio Telefónica
(C/. Gran Vía, 28)
Situado en el segundo tramo de la Gran Vía, fue construido entre 1925 y 1929 como sede de la Compañía Telefónica Nacional de España.
Al ser ésta fundada en 1924 como una filial de la empresa norteamericana ITT, el edificio fue proyectado por el arquitecto estadounidense Lewis S. Weeks a quien se debe su estructura metálica hormigonada. Pero, la resolución final del proyecto, (retocó hasta 53 veces el diseño del edificio), fue matizada por el arquitecto
Ignacio de Cárdenas Pastor, quien conjugó el funcionalismo de Weeks con la arquitectura local, empleando el barroco madrileño en las fachadas. Tiene 88 m de altura, distribuidos en 14 plantas, de techos altos. Entre 1951 y 1955, el edificio fue ampliado.
Debido a su altura, durante la Guerra Civil Española, fue utilizado por el ejército republicano como observatorio militar. Cada cinco años se limpia la fachada con flúor para preservarlo de la contaminación madrileña.
Fue el rascacielos más alto de
Madrid, y durante dos años también de Europa, hasta 1953 en que se lo arrebató el no menos colosal Edificio España. Actualmente es el 16º edificio más alto de la capital.


9 de marzo de 2008

San Marcos


Iglesia de San Marcos
(C/. San Leonardo, 10)
Situada en la calle de San Leonardo, antigua de San Marcos, fue fundada sobre un pequeño oratorio en 1632 como anexo de la parroquia de San Martín. De la construcción del primitivo templo se encargó Marcos López en la década de 1660 y posteriormente Pedro de Ribera y José Benito de Churriguera. Para conmemorar la victoria de las tropas de Felipe V en la batalla de Almansa, entablada el día de San Marcos de 1707, el propio monarca dispuso que se sustituyera el viejo templo por otro de nueva construcción. La muerte de Felipe V en 1746 no impidió su realización, comenzando las obras en 1749 bajo la dirección del arquitecto Ventura Rodríguez, siendo consagrado en 1753.
La iglesia de San Marcos es considerada como una de las joyas de la arquitectura madrileña y una de las mejores obras de Ventura Rodríguez, el cual, junto con su esposa, estuvo enterrado en la propia bóveda del templo hasta que a finales del siglo XIX fue trasladado a la capilla del arquitecto en la parroquia de San Sebastián.
Destaca la planta formada por tres elipses, una de gran tamaño en el medio, sobre la que se levanta la cúpula, y dos de menor tamaño en los extremos. También, la fachada, de sencilla estructura, con juegos de concavidades y convexidades inspirados en esquemas borrominianos y diseños del barroco piamontés y constituida por dos pilastras de orden compuesto, sobre las que descansa el frontispicio triangular. En el centro está la puerta, decorada con un frontón semicircular.
Restaurada por el arquitecto Francisco García Nava tras un incendio en 1925, fue declarada Monumento Nacional en 1944.



1 de marzo de 2008

Posada del Peine


La Posada del Peine
(C/. de Postas, 17)
La Posada del Peine, llamada así porque por todo detalle tenía un peine colgado de una cuerda (no es de extrañar que bocas castizas acuñaran la frase "esto parece la Posada del Peine" al referirse a un hostal cutre), fue fundada junto a la principal parada de diligencias de la capital en el año 1610 por Juan Posada, (de ahí el nombre de estos establecimientos), que adquirió una casa en la antigua calle del Vicario Viejo, hoy llamada del Marqués Viudo de Pontejos, para dar alojamiento a los huéspedes y forasteros que llegaban a la Corte.
Casi dos siglos después, en 1796, los hermanos Espinos, lo ampliaron con la casa contigua que daba a la calle de Postas. La supervisión de las obras se atribuyen al entonces arquitecto municipal, Juan de Villanueva, posada que contaría a partir de entonces con unas 150 habitaciones, algunas con pasadizos secretos que facilitaban las andanzas ocultas de los huéspedes.
En 1863 se hizo otra modificación estructural para que el edificio tuviera tres alturas. En 1892 se construyó un templete sobre el antiguo edificio y se instaló un reloj, hoy desaparecido. Ya en el siglo XX, se dice que una mujer se encargaba del negocio cuando se cedió a una comunidad religiosa y luego fue vendido a la relojería Girod. La posada vivió un declive, hasta que cerró sus puertas a principios de 1970, volviendo a abrirse en septiembre de 2004.
Con casi 400 años de historia, se trata del hotel más antiguo de Madrid.