El edificio se encuentra ubicado en el número veinticuatro de la Gran Vía. En 1918 los arquitectos, y hermanos, Joaquín y Luis Sainz de los Terreros ganaron el concurso público que había convocado el Círculo de la Unión Mercantil e Industrial para la construcción de su nueva sede social en la reciente Gran Vía madrileña.
Su proyecto consistía en un edificio multifuncional, en línea con el tipo de composiciones arquitectónicas de la época y de la zona, donde pudieran desarrollarse espaciosamente y con total comodidad las variadas actividades de dicho Círculo, al mismo tiempo que se disponían algunas áreas del inmueble para lujosas viviendas de alquiler y para locales comerciales.
Este edificio consta de ocho plantas, incluyendo los sótanos y fue construido entre los años de 1919 y 1924. Está organizado en torno a un patio central cuadrangular de grandes dimensiones y los elementos decorativos tanto del patio como de la fachada se inspiran en elementos artísticos del renacimiento y del plateresco español. De hecho, la crestería del piso superior, compuesta por una sucesión de arcos de medio punto, recuerdan el Palacio de Monterrey de Salamanca.
Las dependencias del Círculo se distribuyeron entre el sótano donde se encontraban la sala de esgrima y el gimnasio; la planta de entresuelo que alojaban las salas de tertulia, de lectura y el comedor; la planta principal con un gran salón, despachos y oficinas; y la terraza con varios comedores y merenderos estivales.
Los locales comerciales y las tiendas se dispusieron en la parte exterior del entresuelo y la planta baja, mientras que las viviendas de alquiler se situaron a partir de la segunda planta. Los inquilinos de estas viviendas contaban con una entrada exclusiva que se efectuaba por el número dos de la calle de Hortaleza, entrada muy diferente a la entrada monumental que se había proyectado para el acceso al Círculo por la Gran Vía.
Esta última está compuesta por un arco de medio punto de notables dimensiones que da paso a un gran hall encolumnado, de forma similar a las entradas que solían tener algunos palacios del siglo XVIII. Cabe destacar la rotonda del edificio rematada por una cúpula muy apuntada y cubierta de pizarra que prolonga visualmente la esquina de ambas calles.
Fuentes: "Urbanity", "Postales Antiguas de Madrid" de Ediciones La Librería, ", "Ayuntamiento de Madrid", "Sociedad Española de Librería".