Hoy me he dado una vuelta, con cámara en ristre, por el barrio del Dos de Mayo, Malasaña, Universidad, Maravillas, o sea mi barrio, al que unas mentes lúcidas y sobre todo muy espabiladas, con la excusa de regenerarlo, modernizarlo, comercializarlo, relanzarlo y no sé cuantos ...arlos más, se les ha ocurrido la sublime idea de inventarse el triBall, especie, espero que a extinguir, de asociación de comerciantes super modernos, super revolucionarios y super super, y encima con el lema de “un nuevo barrio ha nacido en Madrid”, ¿un nuevo qué...?
“Mola mazo o sea te lo juro porfa...”, he cambiado de barrio super cutre, anticuado, sin historia, a uno “nuevo” mucho más luminoso, más limpio, más tranquilo y más chic, ¡¡JA!!. Y lo mejor de todo, sin moverme de mi propio barrio, aquel donde vivieron mis abuelos, mis padres y ahora el que esto escribe.
“Mola mazo o sea te lo juro porfa...”, he cambiado de barrio super cutre, anticuado, sin historia, a uno “nuevo” mucho más luminoso, más limpio, más tranquilo y más chic, ¡¡JA!!. Y lo mejor de todo, sin moverme de mi propio barrio, aquel donde vivieron mis abuelos, mis padres y ahora el que esto escribe.
Donde nací, jugué, crecí y aún vivo en un edificio de “sólo” unos trescientos años de historia.
A lo que iba, paseando por la, en vías de peatonalización, calle de Fuencarral me he sentido turista, guiri, foráneo. Para nada me he sentido en mi barrio, en “Madriz”, en una de sus zonas históricas. He paseado mirando hacia arriba, me he fijado en los reclamos de neón y razón social que coronan las entradas a los comercios y ¿qué me encuentro?, precisamente que no me encuentro, que no me ubico, que no me oriento. Podría estar en cualquier ciudad anglosajona excepto en el Madrid de los manolos/as y como muestra "joyitas" modernísimas en sus reclamos publicitarios, cartelería de actuaciones, masajes y marcas.
Por motivos de trabajo viajo más de lo que quisiera por allende nuestras fronteras y no me encuentro con carteles de “Casa Juanito”, “Modas Loli”, “Ultramarinos Álvarez” o “Comidas El Maragato”. ¿Tanto nos avergüenzan nuestros apellidos que en vez de García ponemos G. y en lugar de Fernández abreviamos en F.? ¿En realidad nos mola más “Call Center” que “Locutorio”, cuando sus propietarios son de Ecuador, o “Food & Breakfast” cuando el restaurador es de Fuenlabrada?
En fin, como dijo el poeta:
"La moda, desde el punto de vista artístico, es una forma de fealdad tan intolerable que nos vemos obligados a cambiarla cada seis meses."
¡¡¡Apoyo la moción, querido poeta!!!, ...ahora mismo me voy a Fuencarral Street a un store de Japanese Closet y al Two of May Square con los friends a trasegarme una beer very cool.