28 de mayo de 2013

El Coliseo del Noviciado


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El Coliseo del Noviciado, fue construido en 1907 en estilo art nouveau por el arquitecto José Carnicero Rodríguez, con la intención de tener en Madrid un local donde poder alternar funciones cinematográficas y representaciones del género chico. En él trabajaban veinte empleados, contaba con un aforo de 600 personas y disponía de un amplio escenario. Dicen que el gran éxito del Coliseo del Noviciado fue por su proximidad con la Universidad Complutense de Madrid, entonces situada a pocos metros, pues muchos fueron los universitarios que llenaban habitualmente sus butacas.
La Correspondencia de España, de 1910 anunciaba: “ESTRENOS: «LA VIUDA DEL TENORIO» En el Coliseo del Noviciado se celebró el estreno de un juguete cómico destinado á endulzar la tristeza de los próximos días de noviembre. La viuda del Tenorio es una obra llena de ingenio, impregnada de un festivo humorismo, en la que abundan las situaciones cómicas y los chistes de buena ley y en la que hay, además, cuplés intencionados y el correspondiente garrotín. Nada faltaba, pues, á La viuda del Tenorio para agradar al público que acudió al estreno, y que por cierto era de cuidado; los actores Yuste y Bracamonte triunfaron por completo, y al final fueron llamados á escena por los aplausos insistentes del público. Rafael Alaria, el inteligente director de la compañía, estuvo hecho un héroe de gracia é intención y los Sres.. Codorníu y Celles contribuyeron á formar un buen conjunto. La viuda del Tenorio ha de llevar mucho público al Coliseo del Noviciado en estas tristes noches de noviembre.” 

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Dos años más tarde de este evento, en 1912, debido a un pavoroso incendio en la cabina de proyecciones, que se propagó rápidamente al techo de madera, el edificio quedó totalmente calcinado. Afortunadamente el local pudo ser desalojado con presteza por las siete puertas de que constaba y la diligencia de los bomberos del puesto de guardia de la universidad que evitó que las llamas se propagasen hacia el edificio colindante en la Calle de San Vicente Ferrer. Tras su reconstrucción por el arquitecto Manuel Ruiz Senén, se le redenominó como Cine-Teatro Álvarez Quintero, con una fachada sencilla, resaltando los apilastrados y ornamentándolo con pináculos. Unos años más tarde, en 1918, fue reformado por el arquitecto modernista José Espelius Anduaga (1874-1929) para poder albergar una exclusiva sala cinematográfica, el CINEMA X.
Un artículo en La Vanguardia Española, de 1954 decía: “Aún existe, aún, aquel modesto coliseo, pero trocado en cine desde hace muchos años, y ya con otro nombre en su frontispicio. El Teatro Álvarez Quintero de la calle de San Bernardo no era suntuoso como el Teatro Álvarez Quintero de la Gran Vía. Pero éste se ha cerrado igual que aquél. Y, posiblemente, con el mismo destino.”

 
Fuentes: La Vanguardia Española, La Correspondencia de España, Memoria de Madrid
M@driz hacia arriba©2006-2013 | Manuel Romo

8 comentarios:

  1. Hola Manuel:
    No sabía nada de esta sala. Me parece curiosísima la fachada 'art nouveau', como si fuera de cartón piedra. Supongo que, en aquellos tiempos, algo tan revolucionario como el cinematógrafo tenía que llamar la atención con diseños como el que muestra la fotografía.

    Un abrazo, Jesús

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    1. Hola Jesús,
      La verdad es que parece una barraca de feria o un decorado provisional y premonitoriamente así fue, pues apenas duró un suspiro.
      Un abrazo.

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  2. ¡Cuánta historia se esconde detrás de cada edificio y cuánta historia borrada! ¿te imaginas que aún estuviera ahí el Coliseo?
    Gracias Manuel, muy bonito.
    Un beso

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    1. Hola Mercedes,
      El tiempo es implacable y arrasa con casi todo, aunque esta vez el exterminador fue otro aliado fatal. Hubiera sido total asistir a esos pases del innovador invento.
      Gracias a ti. Besos.

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  3. Hola Manuel,
    Debo de tener más años que Matusalén porque recuerdo que, después de la demolición del Cinema X, mantuvieron bastante tiempo los muros de planta baja a modo de cierre del solar. Lo veía desde el M-3 (microbús amarillo de la EMT) y se distinguían las taquillas con marco metálico hacia la esquina con Vicente Ferrer.
    Gracias por esas fotos y el bonito recuerdo.
    Un abrazo

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    1. Hola abuelito Antonio,
      Veo que ya viajabas en transporte de lujo, con aire acondicionado y todo.
      Más de un programa doble me he chupado en el Cinema X, lo que no recuerdo es su demolición. Me cambié de barrio antes de que me borraran ese recuerdo.
      Gracias a ti por apreciarlo.
      Un abrazo.

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  4. La verdad es que José Carnicero era un arquitecto muy creativo, un enamorado de la hoy prohibida ornamentación de los edificios. Es curioso el nombre del cine "X", que si se hubiera puesto en los finales del XX hubiese dado lugar a equívocos:-)

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    1. Hoy en día la arquitectura con florituras saldría carísima. Carnicero y sus colegas modernistas no podrían dar rienda suelta a su imaginación.

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