Este arco tan sencillo vale por todos los arcos de triunfo, aunque estuvieran labrados en mármoles y adornados por toda la opulencia de la riqueza y el arte.
Es la puerta de entrada al antiguo palacio de Monteleón, extensa mansión de los marqueses del Valle y duques de Monteleón y de Terranova, descendientes de Hernán Cortés, que se extendía desde la trasera del convento de las Maravillas hasta la ronda de Fuencarral, hoy calle de Carranza.
En este suntuoso y dilatado palacio vivió la duquesa de Terranova, que fue camarera mayor de la reina María Luisa de Orleáns, y más tarde sirvió de morada regia pues habitaron en él la reina, ya viuda de Felipe V, Isabel de Farnesio y los infantes don Luis y doña María Antonia.
Una vez que dejó de utilizarse como residencia de linajudos habitantes pasó a ser parque de Artillería, destino en el que habría de ser inmortalizado su nombre por la memorable defensa que de él hicieron el 2 de mayo de 1808 unidos el pueblo y los soldados, contra las fuerzas napoleónicas.
De todo el imponente edificio sólo ha llegado hasta nuestros días lo que fue su puerta principal, ante la que se desarrollaron las conocidas escenas de heroísmo, donde cayó muerto el capitán cántabro D. Pedro Velarde y Santillán (1779-1808) y donde fue herido mortalmente el capitán sevillano D. Luis Daoíz y Torres (1767-1808). Desde el año de 1868 es la villa de Madrid la propietaria del arco de Monteleón o del Dos de Mayo, que lo cercó con una verja y lo destacó en el centro de la plaza.
Fuentes: "Postales Antiguas de Madrid" de Ediciones La Librería, "La Ilustración Española y Americana", "Viejo Madrid", "Sociedad Española de Librería”.
M@driz hacia arriba©2012 | Manuel Romo
...Desde la ventana de Inés abierta a la calle San José (...) Mirad aquellas mujeres que con sus brazos despedazados empujan uno de nuestros cañones hasta embocarle en esta calle (...) parece que hasta los muertos hablan (...) vamos todos a la calle, a la calle. ¿Oís? Aquí llegan las vociferaciones de los franceses. Su artillería avanza. ¡Ah!, perros: todavía somos suficientes, aunque pocos. ¿Queréis a España, queréis este suelo? ¿Queréis nuestras casas, nuestras iglesias, nuestros reyes, nuestros santos? Pues ahí está, ahí está dentro de esos cañones lo que queréis. Acercaos... ¡Ah! Aquellos hombres que hacían fuego desde la tapia han perecido todos. No importa. Cada muerto no significa más sino que un fusil cambia de mano (...) ¡Miserables! España tiene todavía piedras en sus calles para acabar con vosotros (...) Desde los balcones se hace mucho fuego; mas esto no basta. si yo tuviera veinte años...
ResponderEliminarFragmentos de la emocionante arenga del cura frente al parque de Monteleón en "El 19 de marzo y el 2 de mayo" de Benito Pérez Galdós.
Precioso el homenaje que haces al humilde pero heroico arco.
Abrazos "malasañeros".
Lo has expresado muy bien: que se quiten todos los oropeles, los mármoles, los lujos de los demás arcos, el del Dos de Mayo tiene el listón muy alto!!!
ResponderEliminarSoberbio reportaje. Un abrazo, Jesús
Sí, precioso homenaje, Manuel, ¡muchas gracias! es "mi" plaza del Dos de Mayo, allí viví, en San Andrés con Divino Pastor varios años, y es uno de los lugares más queridos de Madrid para mí.
ResponderEliminarLas comparativas me parecen especialmente bonitas.
un beso
Hola Antonio,
ResponderEliminar¡Ah, el inefable D. Benito!No sé si me quedará por leer algo de Galdós, bueno sí, pues sus obras se cuentan por "cienes".
Mi mejor referente en cuanto a costumbrismo madrileño. Leyéndole me transporta fácilmente a dos de mis pasiones, Madrid y el XIX.
Gracias y un abrazo.
Hola Jesús,
¡Hay que ver todo lo que vivió ese humilde arco de ladrillo!, uno de los episodios más importantes de nuestra historia...y además les zurramos la badana.
Gracias y un abrazo.
Hola Mercedes,
Supongo que compartirás lo de "mi plaza...", pues yo, haciendo honor al cuartel de artillería, sigo al pie del cañón, en San Andrés con San Vicente Ferrer.
Gracias y un beso.
Hola Manuel, aquí estoy otra vez, ¿vives en San Andrés con San Vicente?, qué bonito, ¡hemos sido vecinos! así que vale, saluda a "nuestra" plaza de mi parte (aunque voy a menudo por allí).
ResponderEliminarbesos
Hola Manuel. Precioso homenaje a este arco, que ademas sobrevive! No sabia tanto de el, asi que muchas gracias por "aleccionarme".
ResponderEliminarUn abrazo
Eso está hecho, "ex-vecina". Volví a afincarme por estos pagos hace cosa de diez años y aunque pelín degradada, debido al vandalismo, en ella rememoro retazos de mi adolescencia y dejo otros de edad aún más delicada.
ResponderEliminarBesos.
Hola José,
ResponderEliminarRealmente sorprende que sobreviva este "pequeño-gran" monumento y que sucesivos consistorios no lo hayan arrasado para enlosar, o asolanar, o asolar la plaza. ¿Será por miedo a otro levantamiento?
Me alegra el intercambio de "aleccionamientos".
Un abrazo.
Lo siento Manuel, pero vivo más cerca de la plaza que tú, jejeje
ResponderEliminarQue voy a decir de esta comparativa, tal vez que la llevaba tiempo esperando?.
El arco es verdad que está muy restaurado y es diferente al original, pero no deja de ser la puerta al Parque de Monteleón y que tanta historia esconde.
Hola Bélok,
ResponderEliminarYa me imaginaba yo que vivías por estos lares a juzgar por varios de tus reportajes. Seguramente nos hayamos cruzado más de una vez cámara en ristre.
A juzgar por las fotos antiguas sólo queda del arco original el montante de forja. Algo es algo..."vecino".