La Puerta de Toledo preside la glorieta del mismo nombre, en la que confluyen la Ronda de Segovia, el Paseo de los Pontones, la calle de Toledo, la Ronda de Toledo y la Gran Vía de San Francisco.
Ya en la primitiva cerca de la ciudad construida en el siglo XV existió una puerta, de la que no quedan referencias, llamada de Toledo, de donde partía el camino que iba a la ciudad homónima.
Ya en la primitiva cerca de la ciudad construida en el siglo XV existió una puerta, de la que no quedan referencias, llamada de Toledo, de donde partía el camino que iba a la ciudad homónima.
En 1625, al construirse la cerca que ordenó Felipe IV, se levantó una segunda puerta, situada algo más cerca del centro de la ciudad que la actual, en la calle de Toledo.
Los primeros proyectos de construcción de la puerta actual se remontan a 1812, en la época de ocupación napoleónica, durante el reinado de José Bonaparte, cuando se ordenó su diseño para adecentar la entrada a Madrid por el antiguo camino real de Andalucía.
Los primeros proyectos de construcción de la puerta actual se remontan a 1812, en la época de ocupación napoleónica, durante el reinado de José Bonaparte, cuando se ordenó su diseño para adecentar la entrada a Madrid por el antiguo camino real de Andalucía.
Con una altura de 19 metros y una clara reminiscencia romana, está conformada con bloques de granito y compuesta por un gran arco central de medio punto y dos puertas dinteladas.
La decoración consiste en medias columnas estriadas de orden jónico a los lados del arco central y pilastras del mismo estilo enmarcando las puertas laterales.
Se encuentra coronada por un grupo escultórico en piedra diseñado por el escultor valenciano José Ginés(1768- 1823) y esculpido por Ramón Barba ( 1767- 1831) y el toledano Valeriano Salvatierra (1788- 1836) y compuesto por una alegoría de España, representada por dos niños, portando el escudo de armas de Madrid, una personificación de las Artes, una matrona simbolizando las provincias y el león como símbolo del poder monárquico.
Se encuentra coronada por un grupo escultórico en piedra diseñado por el escultor valenciano José Ginés(1768- 1823) y esculpido por Ramón Barba ( 1767- 1831) y el toledano Valeriano Salvatierra (1788- 1836) y compuesto por una alegoría de España, representada por dos niños, portando el escudo de armas de Madrid, una personificación de las Artes, una matrona simbolizando las provincias y el león como símbolo del poder monárquico.
Fue la última puerta monumental erigida en el antiguo recinto de Madrid. Se construyó entre los años 1817 y 1827 y fue restaurada por el Ayuntamiento de Madrid en 1995.
Muy buenas las fotos, como siempre. Me gusta esa forma en que las presentas comparando en "antes" y el "después".
ResponderEliminarMuy bonito el artículo, Manuel, y completo. Ya echábamos de menos tus "comparativas"...
ResponderEliminarMe gusta mucho dar la vuelta alrededor de esta Puerta de Toledo, me resulta muy fácil imaginar cómo era Madrid, por dónde iba la cerca, y dónde terminaba la villa, con esas vistas impresionantes hacia el Sur.
un beso
Hola Manuel:
ResponderEliminarNo sé, pero con tu reportaje he visto a la Puerta de Toledo hasta más esbelta y todo. Es, de esos monumentos, que no me terminan de convencer, aunque realmente pienso que es por el entorno, una plaza poco perfilada y un pelín destartalada.
Felicidades por el reportaje!! Un abrazo, Jesús
Gracias fotoMadrid,
ResponderEliminarDisfruto haciendo comparativas y encima os gustan. ¡Esto es un lujo!
Muchas gracias Mercedes,
Cada vez me cuesta más hacer comparativas, no paran de poner señales, chirimbolos y carteles en las líneas de enfoque.
En lo que comentas, me ocurre lo mismo que a ti, me transporto con facilidad a la época en cuestión y veo por los ojos de los que nos precedieron. ¿Seremos privilegiados?
Un beso.
Hola Jesús,
Te doy toda la razón, el monumento es un tanto soso y encima el entorno no acompaña nada, a saber, un parque de bomberos de 1900, el Mercado Central de Pescados de 1930, el hotel Puerta de Toledo de 1968, la Bilioteca Pedro Salinas de 1994, etc. La mezcla de estilos se da de patadas y nadie pone freno.
Un abrazo.
Pues fíjate, yo también he pensado siempre que la puerta de Toledo era insípida y nunca le dediqué la menor atención. Pero hace ya tiempo, cuando le hice el artículo en mi blog, me dí cuenta que es una puerta con muchísimas cosas a favor, con una gran historia y merecería ser más conocida de lo que és. Quizás la fama de la de Alcalá le ha quitado mérito, no sé... pero creo que se merece otra oportunidad y que con el tiempo llegue a tener el valor que merece. Tal vez el entorno como dijo Jesús haga mucho en su lado negativo y la verdad que la zona... es tremendamene fea. Pero está en un sitio privilegiado, cerca de la catedral, cerca del puente de Toledo, cerca de Atocha, cerca de San Francisco el Grande y cerca de Cascorro. Sus vecinos son La Paloma, la Colegiata de San Isidro, San Andrés, La Latina y el Rastro, Embajadores y San Cayetano, El Puente de Segovia... vamos, todo un lujo la situación geográfica de nuestra puerta si no fuera por la espantosa distribución de la plaza donde se aloja. Que tal peatonalizar toda la glorieta y cubrirla de granito?, justo en medio nuestra puerta majestuosa con una iluminación de Siza, no sé... a lo mejor sobra algo de granito todavía en los almacenes del Ayuntamiento, jejejeje.
ResponderEliminarCuando voy al Rastro me dejo caer... saludos!!!
ResponderEliminarHola Bélok, las vistas a la zona sur son fantásticas, pero sigo creyendo que es de una factura bastante sosa. Al ser la última parece ser que le echaron poca imaginación o como era para entrada de mercadería hacia la Cebada, se esmeraron menos.
ResponderEliminarHola Natalia, te vendes cara. ¡Ah, el rastro!