(C/. Maestro Victoria, 3)
En 1903, el arquitecto José López Salaberry informó: "la superficie que ocupará este edificio será de 872,36 metros y de 545,08 el piso entresuelo".
Tras conseguir la autorización municipal, Lorenzo Vicenti, apoderado de la marquesa de Villamejor, solicitó en 1904, permiso para efectuar la construcción del edificio, que fue encargada al arquitecto Manuel Medrano Huetos (1860-1906). Consta de planta principal, segunda, tercera, planta baja y sótanos.
En el edificio, se ve reflejado un nuevo estilo, el eclecticismo, partiendo de elementos como la arquitectura medieval (sobre todo la gótica), los estilos considerados nacionalistas (el plateresco, el estilo Cisneros, el estilo herreriano) y la arquitectura popular o regionalista, teniendo cabida el empleo de nuevas técnicas y materiales como el hierro, el acero forjado, la cerámica, el cristal o la porcelana.
De palacio cortesano a casa de capellanes del convento de las Descalzas; de panadería a sede del Colegio de Aparejadores (COAATM).
En él habitaron, entre otros, Pedro de Sotomayor, el tesorero de Carlos V Alonso Gutiérrez, la infanta doña Juana de Austria, el músico Tomás Luis de Victoria, el escritor Pío Baroja y el panadero Manuel Lence.
Alrededor del edificio se ha ido configurando la fisonomía del centro de la capital: el Hospital de la Misericordia, el Monte de Piedad, los Salones de Capellanes o el Teatro Cómico que han sido durante siglos edificios emblemáticos.
Hospital, imprenta, salón de baile, sala de conciertos, teatro, grandes almacenes... De entre todas ellas, hizo historia en 1850 uno de los salones de baile más populares y célebres de Madrid, los Bailes de Capellanes, que se erigieron en lugar de concurrencia de la juventud madrileña y en templo del cancán y del cuplé.
¡Qué bonitos son los edificios de Madrid! Y has tenido suerte de que esa zona estuviera despejada...
ResponderEliminarEnhorabuena por tu blog
Hola Manuela:
ResponderEliminarEste tipo de construcciones son los que hacen que Madrid sea una ciudad preciosa, para la vista del visitante que mira hacia arriba.
Y tuve mucha suerte, teniendo en cuenta que cuando hice la foto ya estaban los grandes almacenes de enfrente abiertos.
Muchas gracias por el comentario y hasta la próxima.