27 de mayo de 2015

Operación Canalejas


El Ayuntamiento de Madrid ha abierto un expediente a los promotores de la llamada “Operación Canalejas” al haber detectado que algunos trabajos realizados no se encontraban amparados por la licencia, por ejemplo, la Ley de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid impide unir inmuebles protegidos. Urbanismo afirma que se han destruido elementos protegidos como Bien de Interés Cultural.

El arquitecto José Miguel Gastón, buen conocedor de estos edificios, nos alerta del grave peligro que habrán corrido muchos elementos ornamentales de gran valor artístico e histórico y teme por la suerte de lucernarios de Maumejean, mostradores tallados en maderas nobles, revestimientos de mármol. artesonados y suelos ricamente decorados.


M@driz hacia arriba©2006-2015 | Manuel Romo

5 de mayo de 2015

Palacete de Eduardo Adcoch


La Guía del Colegio de Arquitectos, que identifica el edificio como palacete de don Eduardo Adcoch, establece que el edificio del paseo de la Castellana, 37, fue construido en el año 1906 por el arquitecto madrileño José López Sallaberry. Se alza en la esquina del paseo de la Castellana con la calle de Rafael Calvo, rodeado de un amplio jardín verjado que abarca hasta la calle de Fortuny.
El palacete, ideado para albergar un hotel, cuenta con sótano provisto de lavadero y bodega; consta de tres plantas, con numerosos salones, gabinetes y dormitorios, así como de varios miradores. La fachada, de piedra en tonos grises, presenta una mezcla de estilos en la que abundan elementos neorrenacentistas españoles, si bien predominan los de gusto francés de principio de siglo. Cuenta el palacete con una torre de cubierta amansardada; otra torre con azotea rematada por pináculos, cuyo interior albergó un estudio fotográfico muy vanguardista en su época, y una escalinata de bella factura. La grifería procede de Liverpool.

Su antigua propietaria, que lo adquirió por donación, fue Elena Pérez Sanjurjo, una dama de alcurnia, políglota y viajera, poseedora de una gran fortuna, que en su mayor parte residió en Suiza y que en su juventud patroneó yates, actividad muy avanzada para la época. Dejó de ser residencia ocasional en torno a 1984, fecha en la que se trasladó a un hotel, donde vivió hasta su muerte, en septiembre de 1991.
Mediante un documento, legó el palacete a una empleada doméstica de nombre Isabel, que lo habitó durante algunos años. En un pleito posterior, la legataria reclamó por el palacete de Eduardo Adcoch una compensación multimillonaria. Los herederos notariales fueron una sobrina de Elena Pérez Sanjurjo, María Valvanuz Pérez Tordesillas, y un hijo de un primo de aquélla, residente en Cantabria, sobre los que había testado previamente ante un notario madrileño en diciembre de 1975. El valor atribuido registralmente al palacete era de 500 millones de pesetas.


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24 de noviembre de 2014

Biblioteca Municipal Mario Vargas Llosa

 

Uno de los genios de la literatura, Mario Vargas Llosa, ya tiene una biblioteca con su nombre también en Madrid y está situada en la plaza de Barceló, distrito Centro, en el barrio de Universidad. 
El premio Nobel de Literatura, premio Cervantes y académico de la Lengua, afincado en Madrid, donde empezó a escribir su primera novela, la inauguró el pasado lunes. 

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Tras el derribo en 2010 del antiguo mercado municipal de abastos que databa de 1937, se decide edificar el nuevo "Centro Polivalente Barceló", proyecto de los arquitectos Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano, ganadores del concurso de ideas convocado por el Ayuntamiento de Madrid. 
La luminosa biblioteca, que comparte diseño con el complejo del nuevo Mercado de Barceló y un polideportivo, consta de más de 24.000 ejemplares. 



Está distribuida en tres plantas que albergan la zona infantil, bebeteca, más de 140 puestos de lectura y 40 con conexión a Internet, además de videoteca y revistas. Todo el espacio está bien iluminado por luz natural gracias a sus muros de cristal traslúcido en los que se han insertado frases del escritor peruano. El propio Vargas Llosa ha denominado a Madrid como su casa, una ciudad a la que llegó en mil novecientos cincuenta y ocho y que según sus palabras, “ha visto transformarse en una metrópoli que ignora la xenofobia, el chauvinismo y que no es de nadie porque es de todos”. Con esta son ya treinta y una las bibliotecas municipales que tiene la capital. 

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