30 de agosto de 2013

Casa Marabini, siglo XIX


 Marabini

Este verano, leyendo “La espuma” de Armando Palacio Valdés, me dejó muy sorprendido la mención que se hace en un pasaje de la novela de los lujosos escaparates de una afamada joyería de Madrid ubicada en la calle de la Montera. Tanto picó mi curiosidad la alusión a este comercio, que me puse a a indagar para ver si el establecimiento fue real o fruto de la imaginación de D. Armando. No con poco esfuerzo de hemerotecas, comenzaron a aparecer multitud de datos que corroboraban la notabilidad de esta estirpe de joyeros que, durante casi sesenta años, elaboró piezas de singular valor, tanto artístico como crematístico. Dada la importancia que durante tantos años tuvo, creo que mucho se ha olvidado al platero Marabini, un artífice un tanto desconocido incluso para la mayoría de los especialistas del gremio. Vaya este humilde artículo en honor a su memoria y a la de tantos otros comercios centenarios desaparecidos y que formaron parte muy importante de una no tan lejana historia de nuestro querido Madrid. 

El primer platero con este original apellido del que se tienen noticias es Romano Marabini y Emiliano, cuya casa fundó en Madrid en el año de 1860. Romano Marabini, originario de Rávena, tomó como segundo apellido el gentilicio de su región, Emilia. Los primeros datos que he podido encontrar con el nombre de este joyero aparecen con motivo de la adquisición de un conjunto de joyas que hizo la familia Soler, para obsequiar a los artistas más notables del Teatro Real. Dichas joyas fueron adquiridas en la casa del diamantista, (así se les denominaba a los plateros de oro desde finales del siglo XVIII), Romano Marabini, sita en la calle de Espoz y Mina, 1. La relación de objetos que se compraron para tal fin fue la siguiente: 


Una pulsera de oro incrustada de mosaico formando flores variadas en colores, un medio aderezo de coral montado en oro, un alfiler con camafeo de coral montado al etrusco, unos pendientes de perilla de coral rosa, una botonadura de amatistas con una flor incrustada llenas de rosas, dos más también de amatistas con perla, la una en medio montada al etrusco en oro y la otra con una rosa brillantada en medio, montada como la anterior, otras dos de oro, en medio una orla de rosa y esmeralda en el centro y, por último, una gruesa cadena de oro maciza de largos eslabones con sello negro y algún tanto labrado por los extremos”.

En 1868 Romano Marabini aparece como uno de los firmantes de un manifiesto de apoyo al destronamiento de Isabel II y que comienza de esta manera:

Los italianos residentes en la actualidad en Madrid, en nombre de todos sus compatriotas, seguros de ser sus fieles intérpretes, felicitan a la nación española por la Santa Revolución que ha realizado, expulsando para siempre de su suelo al último Borbón coronado”.

Si bien en 1865 el establecimiento de Marabini tenía aún su sede en la calle de Espoz y Mina, en 1872 ya aparece en la calle de la Montera. Además de Palacio Valdés, también Benito Pérez Galdós se refiere al muy conocido joyero en dos de sus obras, “La desheredada” y “Lo prohibido”.
En 1877 aparece fechada una factura que se presentó al marqués de Cerralbo:

“ROMANO MARABINI, BISUTIER Y DIAMANTISTA. MONTERA, 7. TALLERES
Se construyen toda clase de alhajas y se compran toda clase de piedras preciosas”.
Por un par de aretes de dos brillantes con montura: 17.000 reales.
P.D. Estos aretes podrán cambiarse por otros de mayor o menor tamaño y mejor clase tan pronto como los haya y sean de su gusto. 

En la Exposición de Minería y Artes Metalúrgicas de España y Portugal prevista para 1882 figuran varios plateros expositores: Celestino de Ansorena, Francisco Marzo, Romano Marabini, Guisasola, Leoncio Meneses y Zuloaga e hijos, junto a otras personas relacionadas con la fabricación de armas.
En 1883 se celebró en el teatro Apolo de Madrid una representación de San Franco de Sena a beneficio del compositor Emilio Arrieta. Diversas instituciones y particulares le ofrecieron regalos y de entre todos ellos destaca:

Hermosa corona de oro que constituye una magnífica obra de arte de lo más acabado y perfecto que pueda darse en el género. Es una imitación de laurel que contiene 80 hojas y ostenta en elegante lazo la siguiente inscripción: San Franco de Sena. Octubre 27 de 1883. Está colocada en un rico estuche de terciopelo granate y en el espacio central de la expresada corona hay colocada una plancha de oro, delicadamente cincelada, que ostenta la siguiente dedicatoria en letras esmaltadas: A Emilio Arrieta por Suscrición Nacional 1883. Dicha costosa alhaja ha sido construida en los talleres de la conocida casa del señor Marabini y es un trabajo que le honra en extremo. El Álbum que contiene los nombres de los suscritores es de rica piel de Rusia, con las iniciales del maestro y los broches de oro, construidos por el señor Marabini”.



En 1884 el joyero recibe el encargo de un marco rectangular de oro con brillantes y perlas y un óvalo central para colocar una fotografía o un retrato en miniatura para un cliente desconocido que debía ser conde a juzgar por la corona que lo remata. En torno al óvalo, figura la dedicatoria: “A MI INOLVIDABLE MADRE, 26 DE JULIO DE 1884”. Esta pieza aparece reproducida en prensa como ejemplo de «Orfebrería moderna». Tal es la notoriedad que va alcanzando la firma, que en un folletón publicado en 1885 y titulado “En pos de la fortuna”, de Pedro Jesús Solas, curiosamente el actor protagonista representa a un tal Héctor Marabini, mientras que otro actor encarna el personaje de Aquiles Marabini.

En 1886 un real decreto de la reina María Cristina señalaba en su artículo 1º:


Se concede a los súbditos italianos D. Héctor y D. Roberto Marabini y Conti la nacionalidad española que tienen solicitada, entendiéndose que ésta ha de ser de las llamadas de cuarta clase con arreglo a las leyes”.

Ambos hermanos eran hijos del diamantista Romano Marabini y Emiliano (1830-1896) y de doña Antonia Conti y Vitali (1833-1899). La fama de Marabini debió ser tan notable en la época que incluso aparecía un chistecito publicado en un diario:

En la calle de la Montera delante de la casa de Marabini:
-Él: Mira qué pendientes tan magníficos de perlas y brillantes hay allí a la derecha.
-Ella: ¿Pendientes has dicho? Soy toda orejas.

En 1886 aparece en prensa un anuncio de Romano Marabini en el apartado de joyeros, en la citada sede de la calle de la Montera, 7. En 1887 figura como Romano Marabini y Emiliano; en 1888 como Marabini e hijo (Héctor), y desde 1893 a 1898, ya en la calle del Carmen, 14, figura como Marabini e hijos (Héctor y Roberto).
Una crónica del mes de mayo de 1889 nos relata que estando doña Joaquina de Osma, esposa de don Antonio Cánovas del Castillo, comprando unas alhajas en la joyería, entraron dos caballeros supuestamente con ánimo de adquirir unos anillos pero no satisfechos con los precios abandonaron el establecimiento. Al recoger Marabini las alhajas de oro esparcidas por el mostrador notó la falta de tres alfileres de gran valor que se estimó en varios miles de pesetas. Se describe lo sustraído como un alfiler de brillantes en forma de perilla, otro de brillantes rodeado de perlas y el último compuesto de pequeñas chispas de brillantes con dos zafiros.
En 1894 la duquesa de Nájera encargó a Marabini una corona, con motivo de la coronación del zar Nicolás II en Moscú. En la corona iban dispuestos 2.530 brillantes, entre los que destacaban 24 grandes y uno extraordinario colocado en el florón central. A pesar del complicado dibujo y de lo exquisito del trabajo los operarios de Marabini no habían empleado más que treinta y cinco días en la construcción de la corona. En el escaparate de la joyería de Marabini estuvo durante algún tiempo expuesta dicha corona.
En febrero del mismo año se publicaba la realización de un gran collar de chatons por encargo de la madre de la duquesa de Aliaga como uno de los regalos de boda a su hija.



En 1895 está fechada una gran custodia de templete, encargo de una comunidad de la Corte, que se conserva en el monasterio de la Visitación o de las Salesas Nuevas de Madrid. Es una pieza de un metro de altura en plata sobredorada y lleva 1.216 brillantes, 120 esmeraldas, 420 perlas y 34 topacios, estatuitas de ángeles mancebos orantes en pie y en las hornacinas del nudo los cuatro evangelistas. La forma general responde al gótico final, pero las columnas son de tipo clasicista, las nubes, espigas y racimos siguen estructuras del XVIII y las estatuillas un estilo historicista de evidente eclecticismo. Una placa colocada en el reverso indica: “Marabini, Madrid 1895”.

La Ilustración Española y Americana de la época dice:


“El estilo es tan puro que hace creer que se tiene delante la obra de uno de los buenos maestros del arte gótico y que Marabini ha tenido que vencer grandes dificultades en la ejecución por ser poquísimos los obreros dedicados a este género de trabajos”.

También en este mismo año de 1895, en la fiesta de la Asociación de la Prensa, entre otros regalos, se obsequió al maestro Goula con una placa, con las iniciales de su nombre en brillantes, fabricada en los talleres de Marabini .                                              
                                                                                                                                    Continuará...


Fotos y fuentes: La Correspondencia de España, Diario de Avisos de Madrid, El Liberal, El Globo, La Época

La Ilustración Española y Americana, El Imparcial

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30 de julio de 2013

Art-Quitecturas fantásticas



El bosque espiral, Darmstadt.

Aprovechando que el periodo de vacaciones estivales es una de las épocas idóneas para realizar viajes y que la Escuela de Arquitectura de la Universidad Europea de Madrid ha celebrado un año más su Semana Fantástica, donde se han dado cita importantes figuras del sector para hablar sobre la actualidad arquitectónica, "M@driz hacia arriba" quiere hacer un pequeño recorrido, esta vez por Alemania, para poder observar algunos de esos curiosos trabajos curvilíneos, caprichosos y a veces hasta poco creíbles. Estructuras extrañas que parecen salidas de caricaturas o dibujos de cuento donde la imaginación de algunos arquitectos con cada proyecto ha conseguido superar sus limites. 


  

              Düsseldorf                               Edificio Nord LB, Hannover

 

    Felix Nussbaum Museum, Osnabrück

       

           Museo de Historia Militar, Dresden                   Museo Porsche, Stuttgart


Universidad, Lüneburg


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25 de junio de 2013

Palacio de la duquesa de Medina de las Torres


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Fue construido entre 1881 y 1884 por el arquitecto castellano-manchego Agustín Ortiz de Villajos (1827-1902) en el paseo de Recoletos, sobre gran parte del solar donde estuvo ubicado el Circo Teatro de Price, derribado tras un asolador incendio. Sobre la parte restante que quedó libre del solar, se construiría unos años más adelante el contiguo palacio de Elduayen. Estos dos palacios, junto a los del Marqués de Salamanca, Marqués de Alcañices (Duque de Sesto) y otros notabilísimos edificios, convertirían esta zona de la capital en una de las más elegantes de todo Madrid. 

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En el palacio de la duquesa de Medina de las Torres, podemos apreciar un elegante alzado que, originalmente, constaba de cuatro plantas y semisótano. Este edificio está estructurado en dos cuerpos de esquina y un cuerpo central con cinco vanos por planta ofreciendo todo el conjunto unas fachadas muy equilibradas por la distribución de los huecos y la sencilla decoración de los machones verticales de ladrillo. La pretensión de Ortiz de Villajos era obtener una construcción donde resaltara sin mucha ostentación el estilo de un palacio urbano, a la vez que velaba dicha ostentación asemejándola a un edificio de viviendas. 

Fundación MAPFRE

Unos veinticinco años después de su construcción, ya en la primera década del siglo XX, se decide hacer ciertos cambios en el edificio para proporcionarle un aire un tanto más señorial y se encarga la acertada construcción de dos torreones sobre los cuerpos de las esquinas, eso sí, siempre guardando la simetría, las decoraciones verticales y horizontales del estuco y empleando también en ellos los machones de ladrillo. En su interior caben destacar las alturas de algunas de sus plantas, llegando a alcanzar en la segunda y la tercera unos 4 metros cada una, mientras que en la planta principal se acerca casi a los 5 metros. 

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En la parte trasera del edificio, mediante un pasadizo volado, se accede a un cuerpo trasero supuestamente construido en la reforma de 1908 para albergar las cocheras, almacenes y las habitaciones del servicio. Actualmente, el antaño palacete ducal, hoy convertido en espacio expositivo de la Fundación MAPFRE, desde el 13 de junio al 4 de agosto, nos muestra una magnífica exposición: “Terrenos de juego” de Alberto Giacometti (1901-1966). Una buena ocasión para viajar este fin de semana a Madrid, alojarse en uno de sus hoteles y disfrutar de la amplia y variada oferta cultural que nos ofrece la capital en estos primeros días de verano. 


Fuentes: Alzado cortesía de Fundación MAPFRE, Madrid histórico
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28 de mayo de 2013

El Coliseo del Noviciado


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El Coliseo del Noviciado, fue construido en 1907 en estilo art nouveau por el arquitecto José Carnicero Rodríguez, con la intención de tener en Madrid un local donde poder alternar funciones cinematográficas y representaciones del género chico. En él trabajaban veinte empleados, contaba con un aforo de 600 personas y disponía de un amplio escenario. Dicen que el gran éxito del Coliseo del Noviciado fue por su proximidad con la Universidad Complutense de Madrid, entonces situada a pocos metros, pues muchos fueron los universitarios que llenaban habitualmente sus butacas.
La Correspondencia de España, de 1910 anunciaba: “ESTRENOS: «LA VIUDA DEL TENORIO» En el Coliseo del Noviciado se celebró el estreno de un juguete cómico destinado á endulzar la tristeza de los próximos días de noviembre. La viuda del Tenorio es una obra llena de ingenio, impregnada de un festivo humorismo, en la que abundan las situaciones cómicas y los chistes de buena ley y en la que hay, además, cuplés intencionados y el correspondiente garrotín. Nada faltaba, pues, á La viuda del Tenorio para agradar al público que acudió al estreno, y que por cierto era de cuidado; los actores Yuste y Bracamonte triunfaron por completo, y al final fueron llamados á escena por los aplausos insistentes del público. Rafael Alaria, el inteligente director de la compañía, estuvo hecho un héroe de gracia é intención y los Sres.. Codorníu y Celles contribuyeron á formar un buen conjunto. La viuda del Tenorio ha de llevar mucho público al Coliseo del Noviciado en estas tristes noches de noviembre.” 

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Dos años más tarde de este evento, en 1912, debido a un pavoroso incendio en la cabina de proyecciones, que se propagó rápidamente al techo de madera, el edificio quedó totalmente calcinado. Afortunadamente el local pudo ser desalojado con presteza por las siete puertas de que constaba y la diligencia de los bomberos del puesto de guardia de la universidad que evitó que las llamas se propagasen hacia el edificio colindante en la Calle de San Vicente Ferrer. Tras su reconstrucción por el arquitecto Manuel Ruiz Senén, se le redenominó como Cine-Teatro Álvarez Quintero, con una fachada sencilla, resaltando los apilastrados y ornamentándolo con pináculos. Unos años más tarde, en 1918, fue reformado por el arquitecto modernista José Espelius Anduaga (1874-1929) para poder albergar una exclusiva sala cinematográfica, el CINEMA X.
Un artículo en La Vanguardia Española, de 1954 decía: “Aún existe, aún, aquel modesto coliseo, pero trocado en cine desde hace muchos años, y ya con otro nombre en su frontispicio. El Teatro Álvarez Quintero de la calle de San Bernardo no era suntuoso como el Teatro Álvarez Quintero de la Gran Vía. Pero éste se ha cerrado igual que aquél. Y, posiblemente, con el mismo destino.”

 
Fuentes: La Vanguardia Española, La Correspondencia de España, Memoria de Madrid
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21 de mayo de 2013

La Gota de Leche



La primera consulta de maternidad que se conoce como tal, es la del Hospital de la Caridad de París, abierta en 1892 por el doctor francés Pierre Budin. En ella se examinaban y pesaban semanalmente a los lactantes y además constaba de una escuela para madres en la que se enseñaba cómo cuidar al niño. Por la misma época, el Dr. Variot, profesor de Pediatría del Hospital de Niños de París y encargado del Dispensario de niños pobres de Belleville, crea una consulta para lactantes en la que atiende a las madres que no pueden amamantar a sus hijos, ofreciéndoles como alternativa la lactancia artificial. 

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A su vez, el doctor León Dufour creó en París una institución con unas instalaciones en las que la leche de vaca era esterilizada en autoclave durante 15 minutos, a una temperatura entre los 105 y los 115ºC, para ofrecer leche artificial a niños pobres. Este proyecto de Dufour recibió el nombre de «La Gota de Leche» 

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Pasteurizadora                             Esterilizadora                            Homogenizadora

Aunque en España existe el precedente del Dr. Francisco Vidal Soares, que desde 1890 atendía en Barcelona un consultorio gratuito en el que dispensaba leche esterilizada para niños de pecho, y harina, verduras y pan a los menores de 13 años, fue el doctor D. Rafael Ulecia y Cardona (Cuba 1850 -Madrid 1912), quien tras viajar a París y Belleville, importó la idea de la “maternización” de la leche (de vacas holandesas) y fundó en enero de 1904 en Madrid, en la calle de San Bernardo, el primer “Consultorio de Niños de Pecho y Gota de Leche”.

  
Fuentes: ABC.es, Biblioteca Histórica Municipal
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13 de mayo de 2013

Convento de las Capuchinas de la Concepción de Nuestra Señora


El 26 de noviembre de 1976, hace casi 37 años, el periódico EL PAIS (hasta el 2007 figuraba sin tilde) nos sorprendía con esta noticia:

“Se ha iniciado el derribo de parte de la fachada del convento de las Capuchinas, en la calle de San Bernardino, según señala la Comisión Preparatoria de la Asociación Nacional de Defensa del Patrimonio Histórico-Artístico. En la nota hecha pública, la Comisión indica que se ignora si el derribo se limitará solamente a dicha parte del edificio o si continuará en dirección a la iglesia y el resto del convento. El exterior del conjunto, de estilo neogótico, data de finales de siglo XIX, pero el interior del convento, que aparece en diversos planes de la época, conserva la estructura original de la construcción, fechada en 1627. El convento conserva valiosas obras de arte, como dos cuadros de Pereda y un conjunto de esculturas barrocas policromadas. La noticia de este derribo se produce a las pocas fechas de que se constatara la destrucción de parte del convento del Sacramento y parece responder a una realidad que se va generalizando en los últimos tiempos: la desaparición de iglesias y conventos situados en el centro de Madrid a cambio de grandes compensaciones económicas a las órdenes religiosas propietarias de los solares resultantes que ofrecen fuertes compañías constructoras e inmobiliarias”


Mediante esta comparativa, podemos apreciar que el derribo “solamente” se limitó a hacer desaparecer... todo el conjunto. Adiós estructura del XVII, adiós iglesia, adiós convento y adiós fachada neogótica del XIX. 
Un millón de gracias al entonces portentoso equipo de la Asociación Nacional de Defensa del Patrimonio Histórico-Artístico, por su acertada decisión y por la exquisita muestra de arquitectura que sustituyó al conjunto para, sin duda, así dejar aún más enriquecida la plaza del Conde de Toreno.


Fuentes: EL PAÍS. Foto B/N: oronoz.com
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6 de mayo de 2013

Fiestas del 2 de Mayo


Madrileños: “No” en nombre de la alcaldesa, se hace saber, que la celebración de las fiestas del 2 de mayo, comienzan el 7 de mayo y no es broma. Con el lema “Haciendo Barrio” y con la inestimable colaboración de comerciantes, asociaciones vecinales y colectivos malasañeros integrados en la Plataforma Maravillas, se ha organizado un programa de actividades totalmente gratuitas para todos los gustos, clase y condición.
A saber:

Martes 7 de mayo
17.00 - Montaje de la exposición “Haciendo Barrio (C.C. Conde Duque)
19.00 - Mesa redonda. “Que viene el lobo”, “Hermanos musulmanes en el Egipto democrático” (C.C. Conde Duque)

Miércoles 8 de mayo 
Desde las 10.00 - Escultura a cargo de la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de La Palma (Pza. 2 de Mayo) 
17.00 - Puzzle de colores (Pza. 2 de Mayo)
19.00 - Mesa redonda. “El alma del mundo”, “Mujeres en pie de guerra: En el nuevo Egipto (C.C. Conde Duque)
20.00 - Concierto de la Orquesta de Cuerdas del Conservatorio de Amaniel e inauguración de la exposición “Haciendo barrio”(C.C. Conde Duque)

Jueves 9 de mayo
16.00 - Taller de fieltro para niños y jóvenes (Sirius)
17.00 - Taller de dibujos infantiles (Pza. 2 de Mayo)
17.00 - Campeonato de Ping-Pong (Pza. 2 de Mayo)
17.00 - Taller “Haciendo barrio, haciendo chapas(Pza. 2 de Mayo)
17.00 - Demostración de cosmética facial y productos ecológicos (Pza. 2 de Mayo)
17.30 - Taller teatral a cargo de Nudo Teatro (Pza. 2 de Mayo)
17.30 - Chocolatada y merienda compartida (Pza. 2 de Mayo)
18.00 - “De Maravillas a Malasaña”. Paseo guiado por Carpetania Madrid (Inscripción previa)
18.30 - Exhibición de capoeira (Pza. 2 de Mayo)
19.00 - Batukada brasileira (Pza. 2 de Mayo)
20.00 - Concierto de la Orquesta de Cuerdas del Conservatorio de Amaniel (C.C. Conde Duque)
20.00 - Pregón anunciador de las fiestas (Pza. 2 de Mayo)
20.30 - Conciertos en acústico (Pza. 2 de Mayo)

Viernes 10 de mayo
11.00 - Verbena y baile para mayores (Pza. Mª Soledad Torres Acosta)
16.00 - Taller gratuito de serigrafía (Sirius)
17.00 - Taller de creación de instrumentos musicales reciclados (Terrazas Espacio Pozas)
17.00 - Yoga, por La Tortuga Feliz (Pza. 2 de Mayo)
17.00 - Torneo de backgammon (Pza. 2 de Mayo)
17.00 - Campeonato de Ping-Pong (Pza. 2 de Mayo)
18.00 - Pasacalles con batukada, por Ecobloko. Recorrido: Pozas, Pez, Marqués de Santa Ana, pza. Joan Pujol, San Andrés, San Vicente Ferrer, Dos de Mayo, Palma, San Andrés y pza. 2 de Mayo.
19:30 - Conferencia: “Chamanismo y salud. Encuentros con lo sutil” (C.C. Conde Duque)
19.45 - Presentación del libro “El sol de Argel” (Arrebato Libros)
20.00 - Lectura dramatizada de “La muerte de Marguerite Duras”, de Eduardo Pavlovsky. (C.C. Conde Duque)
20.00 - Conciertos en acústico (Pza. 2 de Mayo)
20.30 - Concurso de tortilla de patatas (bar La Luna)

Sábado 11 de mayo
10.00 -14.00 - Actividades infantiles (Pza. 2 de Mayo)
10.00 - Decoración de la plaza por iniciativa de Lana lanera cascabelera, de Tejiendo Malasaña (Pza. 2 de Mayo)
11.00 -15.00 - Baloncesto y final de Ping-Pong (Pza. 2 de Mayo)
11.00 - Taller de graffiti para niños (Sirius)
11.00 - Taller de serigrafía (Sirius)
11.00 - Actividades de yoga de la risa, corro de masajes y movimiento expresivo  (Pza. 2 de Mayo)
11.00 - Speaker’s corner. Dispondrás de micro y tribuna para tus mensajes vecinales (Pza. 2 de Mayo)
11.00 - Taller fotográfico “Inventa Malasaña”. Con profesores de Blank Paper. Se formará un equipo para captar la esencia del barrio
12.00 - Teatro infantil. “Cuéntame que te cuento” (Centro Artesanía de Artes Escénicas, c/. de la Nao, 4, 1º dcha..)
12.30 - Concierto de Le Traste (Espíritu Santo, 23)
13.00 - Teatro gratis: “El nacimiento de mi violencia” (Nudo Teatro)
13.30 - Clase abierta de swing (Pza. Juan Pujol)
14.00 - Comida popular. Trae los alimentos que quieras y compártelos con otros vecinos (Pza. 2 de Mayo)
16.00 - Jam session poética. Lecturas y actuaciones poéticas con acompañamiento musical (Pza. 2 de Mayo)
16.00 - Taller de serigrafía gratuito (Sirius)
17.30 - Microrrelatos (Pza. 2 de Mayo)
18.00 - Concierto infantil de la Escuela de Música Creativa (Pza. San Ildefonso)
18.50 - Exhibición de danza, por Miriam Atienza (Pza. San Ildefonso)
19.15 - Concierto rock con letras de mantras, por el Centro Hare Krishna (Pza. San Ildefonso)
19.50 - Exhibición de danza (segundo pase), por Miriam Atienza (Pza. San Ildefonso)
20.00 - Actuación del Coro Maravillas y del Orfeón de Malasaña. Más de 100 voces bajo la dirección de Malela (Pza. San Ildefonso)

Domingo 12 de mayo
11.00 -14.00 - Mercadillo del trueque. Lleva lo que creas útil y coge sin dinero lo que te sirva (Pza. 2 de Mayo).
11.00 -14.00 - Ping-Pong libre (Pza. 2 de Mayo)
11.00 -14.00 - Taller de títeres para niños de 5 a 12 años. Inscripción previa (Estudio Albahaca, San Dimas, 7)
12.00 - Batalla de jamones (Pza. 2 de Mayo)
12.00 - Campeonato de ajedrez, por Club de Ajedrez Café Comercial y Escuela de Ajedrez San Marcos (Pza. 2 de Mayo)
12.30 - Concierto de Tiger Milk (Espíritu Santo, 23)
13.30 - Combate de boxeo dialéctico (Pza. 2 de Mayo)
Cerrará las fiestas un fantástico tango comunal.



¡Hala!, todos al 2 de Mayo a disfrutar de las fiestas sin romper nada y sin manchar mucho.

30 de abril de 2013

El traje de luces



Sinceramente tengo que admitir que nunca he sido partidario de las corridas de toros, por la simple razón de que no me resulta agradable ver cómo se matan animales, aunque estén criados para tal fin, y por supuesto menos agradable aún, cuando el irracional en cuestión engancha al torero y se ensaña con él. Me conformo con los espectáculos de forcados portugueses, donde los amadores, a lo sumo, sufren revolcones sin graves consecuencias y donde los toros son liberados para sacrificarlos fuera de la vista del respetable.

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Pero, paradójicamente, también tengo que admitir que me atrae profundamente toda la parafernalia que rodea a esta nuestra fiesta nacional. Sobre todo, esa puesta en escena del llamado arte de Cúchares, que va desde la vistosa indumentaria utilizada, abundante en lentejuelas y colorido, hasta la coreografía empleada en el paseíllo para abrir plaza, en ordenada formación, con recamados capotes de paseo, pasando por el “atrezzo” necesario para complementar la definitiva estampa de los lidiadores y sus cuadrillas.


Ayer, gracias a la amable invitación de su vicepresidente, D. José Vicente de Juan, pude asistir en la Fundación Diario Madrid al acto de inauguración de la exposición “El traje de luces. Historia y evolución de la segunda piel del torero”. Una magnífica exposición con piezas procedentes en su mayor parte del Museo Taurino de Valencia y, entre otras cesiones, las de Enrique Ponce y Vicente Ruiz “El Soro”, en la que se muestran verdaderas joyas del arte del toreo, donde poder apreciar la evolución de los trajes a través de los siglos.

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No hay que estar muy metido en este mundillo para poder disfrutar con su liturgia, pero sí para entender la multitud de términos que la conforman. Sólo hay que escuchar hablar de palometas, morillas, machos, castoreños, gregorianas, esclavinas, alamares, taleguillas, etcétera, a un sastre de toreros como Justo Algaba, o a la directora de la Escuela Taurina de Valencia, Inma Catalá, o al comisario de la exposición, Paco Delgado, o a la concejala y presidenta de la Escuela Taurina de Madrid, Paloma García Romero.

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Con la pasión con la que hablan, realmente dan ganas, al menos a este neófito, de curiosear más sobre este tema, que ciertamente algo de subyugador y mágico ha de tener para que durante cientos de años, tanta gente de variada clase y condición se sienta aficionada y para que a unos pocos les atraiga este arte hasta tal punto, que decidan jugarse la vida.

Fundación Diario Madrid. C/. Larra, 14.
“El traje de luces. Historia y evolución de la segunda piel del torero”
Del 29 de abril al 15 de mayo 2013.
Horario: 10,30 a 20,00 h. Ininterrumpidamente.
Domingos y festivos: 10,30 a 14,00h.
 
Texto y fotos: M@driz hacia arriba©2006-2013 | Manuel Romo

10 de abril de 2013

Letanía de Madrid


Es gritar a las cuatro de la mañana señalando las churrerías al aire libre de las afueras con los hornos encendidos, como si fuesen los de los asfaltadores nocturnos: “Vamos a comernos unos churros al infierno”.
Es presenciar cómo los churreros hacen los churros como si hiciesen monedas falsas, algo clandestino en la noche, pero legítimo en la mañana.

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Es conservar mucho tiempo, sin que se caiga, la ceniza del cigarro que se está fumando, consiguiendo así la inmortalidad de lo efímero.
Es saber soportar cualquier hambre provisional y comer fachadas y balcones, como si una fábrica de galletas hubiese hecho las casas.
Es estar haciendo tiempo para una ascensión superior, pues se está matando el tiempo porque se tiene una cita en el cielo.
Es un conjunto de gente ingeniosa que hace el milagro de vivir con una moneda de oro que les dejó una abuela.

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Es tener un gabán que abriga mucho y con el que se puede ir tranquilo hasta a los entierros con relente.
Es una hilera de turistas que entran en el Museo con una gran maleta llena de admiración en la mano.

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Es quedarse alegre sin dinero y no saber cómo se pudo comprar lo que se tiene en casa.
Es esperar, como tortugas, debajo del armario casero a que llegue la primavera.

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Es un sitio precioso para que puedan vivir felices las almas en pena perpetua.
Es que la pulmonía diga: Yo elijo los mejores... No voy a elegir los antipáticos.

Es gritar en medio de la noche: “Vamos a una churriguería cualquiera”.
Es oír gritar a una madre: “¡A ver si te pongo el culo como un tomate!”.


Es meterse las manos en los bolsillos mejor que nadie en el mundo.
Es tan novelesco, que su novela perfecta es la de lo insucedido.


Es oír, en la alta noche, el ladrido y el maullido de lo antiguo.
Es saber que el relente viene de la Plaza de Oriente.


Es el sitio en que hay más gorritos de los niños.
Es llamar a la luna “Pepa la frescachona”.

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Es la improvisación y la tenacidad.
Es el sitio de la muerte sin miedo.

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Es no tener nada y tenerlo todo.
Es un lugar de pocas palmeras.
Es no admitir lo gótico.



Fuente: “Nostalgias de Madrid”, Ramón Gómez de la Serna.
M@driz hacia arriba©2006-2013 | Manuel Romo

2 de abril de 2013

Carlos III de España y rey de Madrid


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Carlos III de Borbón (1716-1788), rey madrileño apodado cariñosamente “el rey alcalde”, aunque también pudiera habérsele llamado el rey arquitecto o el rey urbanista o el rey jardinero. Realizó una serie de obras de tal importancia en la capital y su periferia, que jamás ningún rey, antecesor o sucesor, ha acometido. Para mejorar la ciudad, tuvo la gran suerte de contar con tres arquitectos de primerísima línea: Ventura Rodríguez, Francisco Sabatini y Juan de Villanueva.

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Arquitectos que, bajo las órdenes del monarca, supieron mejorar acertadamente la fábrica de los edificios ya construidos, aumentando, por consiguiente, la calidad de vida de los madrileños. Unificaron y adornaron fachadas, quitaron buhardillas, rectificaron trazados de calles, reordenaron plazas. Por decreto hicieron que los inmuebles tuvieran canalones, bajantes, sumideros y pozos para aguas fecales. Entre otras muchas obras, estos tres genios de la arquitectura, levantaron el Palacio de Liria, la fuente y el puente del Abanico sobre el Manzanares, la Casa de la Aduana (hoy Ministerio de Hacienda), la residencia del conde de Floridablanca (en la calle de Bailén).

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Reformaron la Real Basílica de San Francisco el Grande, la urna sepulcral de Fernando VI del convento de las Salesas Reales, la escalera principal del Palacio Real. Se encargaron de las ampliaciones de los palacios de El Pardo y de Aranjuez, las Casitas Reales de El Escorial, el Oratorio del Caballero de Gracia, la reforma de la Plaza Mayor tras uno de sus incendios, el Hospital General de Atocha, la Real Fábrica de Platería de Martínez, el Palacio de Buenavista, la Imprenta Nacional, la Real Casa de Correos y el Real Observatorio Astronómico. A este Borbón también se deben la red radial de carreteras que convergían en la capital para impulsar los transportes y las comunicaciones. También mejoró las carreteras que conducían a los sitios reales de El Escorial, La Granja y Aranjuez.

Se preocupó de las entradas a la ciudad levantando en la zona del paseo de la Florida, la Puerta de San Vicente (1775) junto a una plaza semicircular y una monumental fuente, hacia el sur la Puerta de Toledo y en el este la Puerta de Alcalá, esta última, puerta real al igual que las de Toledo, Atocha, Segovia y Pozos de Nieve, a las que se sumaban otras doce puertas de segundo orden. En fin, obras que supusieron a la ciudad un aspecto totalmente diferente convirtiéndola en una capital digna y moderna. En la zona del Prado ordenó el terraplenado del prado de San Jerónimo plantando árboles y colocando fuentes para su ornamentación. Mandó construir las fuentes de Cibeles y Neptuno en los extremos del paseo y la fuente de la Alcachofa cerca de la puerta de Atocha. Concibió el Gabinete de Historia Natural, hoy Museo del Prado. En 1767, al trasladar su residencia al Palacio Real, abrió al público los jardines del Retiro, derribó la ermita de San Antonio de los Portugueses y en su lugar construyó la Real Fábrica de Porcelanas de la China, edificio de tres plantas, con un taller para bronces y otro de composición de piedras duras.

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Se levantaron las nuevas caballerizas cerca de Palacio Real, se modificó el perímetro y las tapias de la Casa de Campo y se ordenó que dejara de ser una finca de recreo real para convertirse, una parte de ella en tierra de cultivo y otra parte en pastos para la ganadería. Abrió los paseos de Acacias, Imperial, Ocho Hilos (hoy calle de Toledo) y Pontones. Inició la canalización del Manzanares plantando árboles desde el Puente de Toledo hasta el río Jarama. Dedicó 250.000 reales por año a obras de saneamiento y limpieza y ordenó un proyecto de empedrado de las vías públicas con adoquines. Dotó a los servicios municipales de limpieza de unos vehículos cerrados herméticamente (las chocolateras de Sabatini), para que el ciudadano echara las basuras. Prohibió el uso de armas blancas y de fuego bajo penas de seis años de prisión para nobles o mismas penas de trabajos en las minas para plebeyos. Persiguió los juegos ilegales, sobre todo en hosterías y tabernas, y castigó los juegos permitidos, si se hacían en horas laborables.



Legisló sobre accidentes de trabajo. Prohibió pedir limosnas, que se matara a los toros en las corridas e hizo levas de vagos y maleantes. En 1763 creó la Real Compañía de Impresores y Libreros del Reino, derogando el privilegio concedido 200 años antes por Felipe II a la casa Plantín de Amberes, para la impresión de libros de rezos y ordenó que papel, tinta y colores debían ser producidos en España. Supervisó la Planimetría General de la Villa y en 1765 ordenó numerar con azulejos en las fachadas las 557 manzanas que conformaban Madrid. Dotó de fuentes a las plazas principales y construyó una alcantarilla para aguas sucias desde Alcalá, pasando por la puerta de Atocha, hasta las afueras de la población. Creó los alcaldes de barrio, fundó escuelas gratuitas, diputaciones de caridad y las casas de beneficencia. En 1763 instauró la lotería (la beneficiata), teniendo su primera sede en una casa de la plaza de San Ildefonso. Fundó las Sociedades Económicas de Amigos del País y creó el Banco de San Carlos.

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Trasladó la Real Academia de San Fernando desde la Casa de la Panadería al edificio de la calle Alcalá, la biblioteca de la Academia de Historia a la Plaza Mayor y construyó el Jardín Botánico para acoger el antiguo de Migas Calientes. Realizó reformas en la enseñanza creando el centro de Estudios de San Isidro y las Escuelas de Artes y Oficios (hoy Formación Profesional). Aprovechó las propiedades de los jesuitas expulsados para acoger centros de enseñanza, residencias universitarias, hospitales y hospicios. Creó el cuerpo de vigilantes nocturnos, llamados salvaguardias, con mil quinientos miembros hábiles del Cuerpo de Inválidos y dotó de Ordenanzas al ejército. Permitió el uso de máscaras en los teatros, prohibió los autos sacramentales y la presencia de “tarascas, gigantones y gigantillas” en la procesión del Corpus. Condenó el lujo y limitó en 1770 el uso de prendas costosas. En fin, nada más cierto que lo que Fernández de los Ríos dijo del reinado de Carlos III: 
un descanso en la cronología de míseros reyes, de monjas y frailes intrigantes”.
 
 
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