6 de diciembre de 2006

Hospital de Jornaleros




Su nombre completo sería "Hospital de Jornaleros San Francisco de Paula", está situado entre las calles de Raimundo Fernández Villaverde, Alenza, Treviño y Maudes, que en el siglo XIX era una zona suburbial de creciente expansión demográfica. Fue construido (al estilo del ya edificado en Cibeles, Palacio de Telecomunicaciones) por el arquitecto Antonio Palacios en 1909 por encargo de Dª Dolores Romero, viuda de Curiel. Su finalidad era crear un hospital, con capacidad para 150 camas, atendiendo exclusivamente a obreros de la construcción, más tarde como Hospital Militar y en la actualidad como dependencias administrativas de la Comunidad de Madrid.





Su planta es de forma radial, a cuatro ejes, en torno a un patio central octogonal. Un eje ocupado por los dormitorios para los enfermos, otro para quirófanos unido al cuerpo central por una pasarela de estructura metálica y acristalada, un tercero para administración y el último para capilla y depósito. Un edificio totalmente aislado del resto servía para pabellón de infecciosos.


Funcionó como hospital hasta la década de los cincuenta, luego cayó en el abandono y consiguiente deterioro, hasta que en 1984 lo recuperó el Gobierno de la Comunidad de Madrid para dependencias administrativas. Así hoy, podemos volver a disfrutar de una maravillosa pieza de la arquitectura madrileña del siglo XX, arrinconada durante demasiado tiempo.

13 de octubre de 2006

Escaleras al cielo



Cuando a alguien se le ocurrió acuñar la frase: "De Madrid al cielo", seguramente no se le pasó por la imaginación la repercusión que podría tener. No sé si lo dijo pensando en que una vez conocido Madrid ya te podías morir tranquilamente o en que una vez en Madrid te morías necesariamente, ¡espero que fuera pensando en lo primero!.



Nací en Madrid, vivo en Madrid y aquí me hallo, aún después de más de medio siglo. En cualquier caso, ahí os dejo unas escaleras "hacia arriba" para que algún día lleguéis a ese cielo de Madrid, miréis por el agujerito que dicen que allí existe y me contéis cómo se ven desde allá, por ejemplo, las fiestas de San Isidro. ¡¡¡Abur manolos/as!!!

5 de abril de 2006

Rectificación



Hoy he estado revisando mis archivos fotográficos y he decidido rectificar lo dicho unos días antes en uno de los artículos de este mi querido blog, concretamente, en "Mirandantes". Puede que se haya debido a mi estado de ánimo o a que la vista la tenía más clara que el otro día, pero lo cierto es que ciertas instantáneas se me han antojado muy atractivas. Tengo que reconocer, y ahí mi rectificación, que también son ArtQuitecturas.
¿Podríais reconocer en ellas ciertas construcciones, algunas muy emblemáticas, de Madrid?.
Una pista: Todos son edificios céntricos y en uno de ellos se toman la mayoría de las decisiones más importantes, o no, de este país.

3 de marzo de 2006

Los Baños Árabes

Si paseas por la calle Velázquez, déjate llevar por la imaginación y a la altura del número 29, verás una fachada de ladrillo, con un arco ojival; es la entrada a Los Baños Árabes, el más lujoso balneario de Madrid. Construido en una parcela de 3.700 metros cuadrados tiene en su interior una piscina, un gimnasio, una galería oriental y un patio árabe; Podrás ver el alabastro y la pizarra de sus suelos y si levantas la vista, la cúpula de cristales de colores. ¿Sientes el aroma de otro tiempo?. Siéntate en su jardín, sin prisa y escucha la música del agua contemplando la hiedra que cubre los muros.
Los Baños Árabes fue el nombre de un balneario construido en 1881 por el Doctor Díaz-Benito.

El libro “Los Baños Árabes”, de Lola Esteban Lario, podemos encontrarlo en:
La Librería, C/ Mayor 80.
Arrebato libros, C/ San Andrés 12.
Traficantes de Sueños, C/ Hortaleza 19.
Paradox Libros, C/ Santa Teresa 2.
Axón. Librería médico-científica, C/ Raimundo Lulio, 1.
Librería Nicolás Moya. C/ Carretas, 29.
La Tarde Libros. C/ Montera 33, local 10.
Librería Magerit. C/ Mayor 56.

26 de febrero de 2006

Mirandantes

¿Os habéis acordado de mirar hoy hacia arriba? ¿No? Pues yo he pasado por la calle del Barco y en el número 21 me he encontrado con este insólito espectáculo arquitectónico. Entre tanto edificio de oficinas, bares de diseño, bancos, multinacionales y comercios fashion, me sorprende una aislada casa de vecinos, (en plena Gran Vía), que aún sobrevive a la vorágine especuladora de los últimos años.
Si no fuera por la resistencia de algunos madrileños, sin apenas darnos cuenta, nos veríamos inmersos en una gran ciudad de rascacielos superplanos de cristal y acero, fríos, demasiado modernos, pero con muy poca gracia. Estas casas, en su mayoría, totalmente reestructuradas en sus interiores, nos dan toda la comodidad y funcionalidad que demanda el ciudadano del siglo XXI, pero "conservando" su laboriosa y despampanante fachada. Sé que la arquitectura de hoy no es como la del siglo pasado y menos aún como la del XIX, pero para mí la actual, tiene menos de ArtQuitectura.