Casa museo de Lope de Vega
El Museo Nacional de Antropología, es el primer museo de carácter antropológico que se crea en España. Su fundación se debió a la iniciativa personal del médico segoviano Don Pedro González de Velasco, que invirtió todos sus ahorros en la construcción del edificio. Nació en Valseca de Boones, en 1815. Logra el título de practicante y cinco años después el de cirujano. Bachiller por oposición en la Facultad de Medicina, ganó el titulo de Licenciado y recibió la Cátedra de Operaciones de la Facultad. Pronto la fortuna le sonrió y comenzó a ganar dinero en abundancia que dedicó a coleccionar piezas de antropología, etnografía y antigüedades. Tal llegó a ser su colección, que en 1873 se construyó un edificio ubicado en las proximidades del Observatorio y de la Facultad de Medicina de San Carlos, frente a la recién inaugurada estación del Ferrocarril de Atocha.
El marqués se formó en la Escuela de Arquitectura de Madrid y completó sus estudios en Italia y Grecia. A su regreso a España en 1858 obtuvo la primera medalla de la Exposición Nacional de ese año. Miembro de la Academia de San Fernando desde 1870, alcalde de Madrid en 1892, diputado en 1893, y senador por Ávila entre 1896 y 1898, se distinguió por el uso del ladrillo y por sus obras de estilo neogótico. Entre sus obras destacan el colegio de los jesuitas de Chamartín, el Castillo de Butrón en Gatica (Vizcaya), la Universidad de Deusto en Bilbao, el Museo Nacional de Antropología y su obra más recordada, la Catedral de la Almudena de Madrid, comenzada en 1883 y donde descansan sus restos junto a los de su esposa Matilde de Erice y Urquijo. El museo se inauguró en 1875 con la presencia del rey Alfonso XII.
Dice la leyenda que la única hija del doctor Velasco, a la edad de 15 años enfermó de unas fiebres tifoideas (existía un certificado médico expedido por don Mariano Benavente, padre del conocido dramaturgo), muriendo al poco. Dado su prestigio obtiene un permiso para embalsamar a su hija y retener el cadáver en su domicilio. A las pocas semanas del fallecimiento, comienza a correrse por Madrid la noticia que el Dr. Velasco y su ayudante sientan a su mesa el cadáver, que le han vestido de novia y que le cambian de ropa varias veces. Algunos afirman que el Dr. Velasco saca a pasear a su hija en el coche de caballos y que la sienta enfrente de él, al lado de la ventanilla.