6 de junio de 2012

Rejería arquitectónica


Museo Arqueológico de Sevilla

Un componente importante y un tanto olvidado por los arquitectos de hoy en día es el papel artístico que siempre ha jugado la obra férrica en el urbanismo y en la estética en general de las ciudades. Un ejemplo de este olvido es el balcón, elemento, además de ornamental, indispensable de los edificios, esa apertura del interior al exterior, desde la casa a la calle, fundamental en la vida cotidiana de una vivienda; o las rejas y verjas artesanales acotando espacios y delimitando zonas ajardinadas que, a la vez que cumplen un papel primordialmente decorativo, permiten transparencia y visión a través de ellas. 

sevillanadas. blogspot.com

El papel de los balcones, rejas y verjas ha estado presente hasta nuestros días desde los tiempos del Imperio Romano. Roma heredó los trabajos metalisteros de Grecia, perfeccionó la técnica de ablandamiento de los metales y añadió a todo esto la estética, con lo que el concepto de “rejería arquitectónica” comenzó su andadura dentro de la decoración urbana. Estos avances en la producción férrica hicieron que a partir de entonces la labor de rejería pasara a ser elemento permanente en los núcleos de población. 

Sección emsambles macho-hembra

El término “reja” proviene de la voz latina “regula”, pieza metálica plana, derivando a “regia”, conjunto de barras metálicas entrelazadas, que al estar fuertemente unidas a lo “macho-hembra” o machihembrado, organizan una especie de lienzo para conformar un cerramiento a modo de muro, aéreo y transparente, que separa de forma segura a la vez que aísla. Nace así este concepto de rejería para servir de complemento a un edificio, formando parte de su arquitectura y componiendo los cerramientos de fortalezas, anfiteatros, edificios carcelarios y barandales en terrados y vanos de fachadas. 

Reja en Pompeya

Según cuentan las crónicas, esta última modalidad parece ser que fue iniciada por el capricho de un patricio llamado Moenius, que hizo proteger el terrado de su domus con una especie de barandal para poder presenciar desde allí los actos solemnes que se celebraran en los alrededores. Así nacen las “moenianas”, origen de los futuros balcones y miradores con las diversas variantes, según iremos viendo, y que estarán presente hasta nuestros días.


M@driz hacia arriba©2006 | Manuel Romo

10 comentarios:

  1. Hola Manuel,
    Estupendo post con anunciada serie que promete dar mucho juego. Me resulta imposible comprender la ejecución de la reja de la segunda foto salvo que el machihembrado esté abierto antes del montaje y se cierra después. Artesanía pura.
    Un abrazo.

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  2. Hola Manuel:

    Soberbia lección de rejería, con todos los ángulos posibles, desde la etimología hasta la historia. Y además aplicando el proverbio de Gracián de "lo bueno si breve..".

    Algún día se tendría que hacer un buen inventario de rejerías históricas que se conservan en Madrid, no vaya a ser que mañana algún listillo se las lleve por delante y las coloque en su chalecito.

    (Aún recuerdo el destrozo de las rejas de la Casa de Iván de Vargas).

    Un abrazo, Jesús

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  3. Hola Manuel, es muy interesante lo que nos cuentas, todo tan desconocido.
    Hay rejerías maravillosas que merecen nuestra defensa. Es todo un arte, como tu post.
    Un beso.

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  4. Hola Antonio,
    Es alucinante ¿verdad? No me preguntes cómo, pero según un maestro forjador esta técnica se llama "punzonado" y se realiza con el hierro todavía candente. Existen poquísimas en el mundo, esta es de Sevilla y, que se sepa, hay otra en Sitges y una más en una ciudad de Austria. Imagínate la dificultad. Esto ya no es artesanía, es arte puro y duro.
    Un abrazo.

    Hola Jesús,
    De lo bueno si breve..., ¡nada!, pues el tema es extenso y Madrid aún tiene, a pesar de los expolios, un largo muestrario en rejería, aunque ésta fuera traída mayormente de las forjas de Andalucía y de la Mancha.
    Ya os iré contando.
    Un abrazo.

    Hola Mercedes,
    Muchas gracias, pero si es interesante es gracias a ti, pues curiosamente me diste la idea con un post sobre la forja artesanal en los balcones madrileños, el redropie y todo eso ¿te acuerdas?.
    Intentaré buscar esa espléndida rejería que aún queda en los madriles...y aunque os pese, lo contaré.
    Un beso.

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  5. Hola Jesus. Original idea y a la vez laboriosa, no puedo ni hacerme una idea de la cantidad de arte-sania, que hay en la fachadas de Madrid.
    Un abrazo

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  6. Amigo José, eso es que miras poco hacia arriba donde hay "cienes" de maravillas artísticas que, por cotidianas, no pensamos en la labor que hay en su "trastienda".
    Un abrazo.

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  7. Que bien, tenemos un nuevo tema "Madrid Enrejado", estaré pendiente a cada una de sus entradas. Una idea magnífica Manuel. Cuantas historias tras esas rejas mantendrá la historia guardada.

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  8. "Madrid enrejado", "Madrid entre rejas" o "Madrid tras su forja", me llamó la atención como tema. Veremos si puedo estar a la altura de las maravillosas obras de rejería que aún subsisten.

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  9. "Madrid tras su forja" me gusta mucho. Quizá "Madrid enrejado" sea más directo y se entienda mejor... pero, eso sí, "Madrid entre rejas" lo veo más relacionado con la política que con la historia. En tal caso, y como siempre, tus artículos son maravillosos lleven el título que sea. Chapó!!
    Un abrazo,
    Eduardo

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  10. Muchas gracias amigo Eduardo,
    Me alegra que te haya gustado el tema pues tengo previsto ahondar sobre él. A pesar de los destrozos, tenemos aún en Madrid una importante representación de forja que nos habla de nuestra historia metalistera. Espero no aburriros.
    Un abrazo.

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