30 de enero de 2012

Tribunal de Cuentas del Reino

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La sede del Tribunal de Cuentas está situada en la calle de Fuencarral, número 81, frente al antiguo Hospicio, hoy Museo de Historia. La manzana en la que se encuentra el edificio se abre en su fachada principal a la calle de Fuencarral, y la fachada y puerta posterior se asoman a la Corredera Baja de San Pablo, estando los laterales situados en las calles de la Palma y de San Vicente Ferrer. 

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Reinando Juan II (1406-1454), es cuando se otorgan las primeras ordenanzas para los Contadores Mayores de Cuentas, y es Don Álvaro de Luna, Condestable de Castilla, el que incita al Rey para que se promulguen normas ante las dificultades para la recaudación de tributos y la ordenación de las cuentas. Cuando la Corte se traslada a Madrid en 1561, los Consejos y Audiencias, se instalan en la primera planta del Real Alcázar, junto a la Casa del Tesoro y frente al Consejo de Indias. Cuando el Conde de Aranda pasa a ocupar la Presidencia del Consejo de Castilla en 1776, éste compra una posada propiedad de la viuda del Tesorero Real, VIII duque de Uceda, en la calle de Fuencarral para construir su palacio. 

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La Casa Palacio del Conde de Aranda, sita en la manzana 350 de Madrid, fue comprada por Fernando VII para convertirlo en Cuartel de Guardias Reales y alojar en él a las Guardias Walonas, que tras ser derribado por encontrarse en ruinas, en su solar, se encarga en 1860 la construcción de la sede del Tribunal de Cuentas a D. Francisco Jareño y Alarcón, arquitecto isabelino, académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, profesor y catedrático de Historia del Arte. Jareño en contra del clasicismo convencional tan frecuente en las construcciones institucionales de su tiempo y frente a los habituales frontones y columnas, opta por un edificio en el que resalten unos volúmenes limpios y una presencia compacta del muro con elementos decorativos de gran sobriedad, acentuándose aún más ese carácter en las fachadas laterales. 

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Jareño proyecta un edificio de planta cuadrangular, cerrado sobre un amplio patio interior, en torno al cual se distribuyen las distintas dependencias. Consta actualmente de cinco plantas en lugar de las cuatro de las que originalmente constaba en 1865, siendo el último piso un añadido de mediados del siglo XX. La fachada del edificio es de ladrillo rojo visto y granito, que unido al estilo neogriego del friso con hojas dóricas, añade en el frontal, en lugar del aderezo neoclásico en los dinteles de las ventanas, unas originales coronas, leones y castillos. 

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El término Contador Mayor de Cuentas se venía aplicando desde mediados del siglo XIV. Se llamó Tribunal de Cuentas del Reino desde 1851. Durante el periodo de 1871 a 1873 pasa a llamarse Tribunal de Cuentas de la Nación. Desde esa fecha se recupera el nombre de Tribunal de Cuentas del Reino hasta el año 1924 en que se denominó Tribunal Supremo de la Hacienda Pública e Intervención General. En 1930 se vuelve a llamar Tribunal de Cuentas del Reino y en el año 1931 Tribunal de Cuentas de la República. En 1940 se llama de nuevo Tribunal de Cuentas, aunque desde 1953 alterna este título con el de Tribunal de Cuentas del Reino, nombre que pasa a ostentar desde 1961. 

Fuente: www.tcu.es, “Archivo Histórico Nacional”.
M@driz hacia arriba©2012 | Manuel Romo

12 comentarios:

  1. Hola Manuel, es un pedazo de edificio al que le quita protagonismo su Real vecino de enfrente. Lo que yo le quitaría es el infeliz añadido sobre la imponente cornisa (y a Buenavista, y...). ¿Te has fijado en la paradoja de que el Tribunal de Cuentas tiene estilo neogriego?
    Abrazos

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  2. Hola Manuel:
    Documentadísimo artículo y el recorrido histórico por su topónimo, todo un alarde.

    Pues sí que se arriesgó el Señor Jareño, a contracorriente de las corrientes clasicistas de la época. Y la verdad es que no le salió nada mal el invento, con esos toques castizos del ladrillo visto y esos ribetes tan singulares.

    Enhorabuena por el reportaje. Un abrazo, Jesús

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  3. Interesantísimo, Manuel.
    El edificio es magnífico, sin duda, y lo conozco bien, pero me ha llamado mucho la atención la historia del "Tribunal", felicidades, has hecho un trabajo precioso.
    un beso

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  4. Hola Antonio,
    La mayoría de los cambios y añadidos en edificios del XIX, salvo honrosas excepciones(La Equitativa), sólo han servido para desvirtuar el original y promocionar la moda del "pegote" y que con un acierto total, lo han conseguido. Aunque después de mezclar aquí neogriego, románico, renacentista y rundbogenstil alemán, poco importa la fechoría del añadido.
    Un abrazo.

    Hola Jesús,
    Sí que fue arriesgado Jareño en su proyecto, aunque como le digo a Antonio, ha sufrido tantos cambios la obra original, las fachadas laterales estaban revestidas de granito, que me hubiera gustado encontrar algún grabado para poder hacer una comparativa.
    Gracias y un abrazo.

    Gracias Mercedes,
    Realmente es imponente, pero no es un edificio que destaque mucho por su arquitectura, todas las miradas se concentran en la portada del frontero museo, pero teniéndole al lado de casa bien se merecía un detallito histórico.
    Un beso.

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  5. Hola Manuel, otra entrada magnífica,

    Un saludo,

    Jose

    PD - En mi último post hablo de nacionalismos y comunismo, espero que te guste.

    Una Linea de Ensayos.

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  6. Hola Manuel. Pedazo de edificio. Jareño lo adaptó al estilo más castizo, piedra y ladrillo, y no al reinante de la epoca. Un acierto!
    Precioso post, enhorabuena.
    Un abrazo

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  7. Muchas gracias Jose, me alegra que te haya gustado. Me pasaré a dar mi parecer sobre estos dos "ismos".
    ¡Salud!


    Hola José,
    Tiene unas mezclas extrañas, con arcos de medio punto, frontones y ladrillo, pero lo cierto es que las supo combinar hábilmente el muchacho.
    Gracias a ti. Un abrazo.

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  8. Un edificio muy desconocido entre los adrileños y al que yo también le quitaría el añadido. Pero es soberbio. Lástima que el edificio de enfrente, el maravilloso Hospicio, le quite todo el protagonismo en la zona.

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  9. Maravillosa la primera foto, Romo, ¡me ha encantado!

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  10. Hola Bélok, el desconocimiento debe de ser intencionado, por aquello de las "cuentas" que siempre dan un poco de grima. Deberían hacer un día de puertas abiertas para que no se lleve todo el protagonismo el antiguo Hospicio.

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  11. Gracias Laura, es una fachada un tanto austera pero no deja de ser impresionante y la perspectiva de la foto ayuda.

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