9 de enero de 2012

Casino Militar


El Casino Militar originariamente fue creado como Centro del Ejército y de la Armada, que es como realmente se llama. Está situado en el número trece de la Gran Vía y fue construido entre los años de 1914 y 1916 por el arquitecto Eduardo Sánchez Eznarriaga (1870-1924), que asumió la ejecución de las obras por sólo 639.000 pesetas.

El proyecto se levantó sobre un solar de forma trapezoidal y constaba de planta sótano para sala de tiro al blanco; semisótano para sala de esgrima, gimnasio con vestuario, guardarropa, duchas, peluquería y limpiabotas. Planta baja elevada sobre la calle para proporcionar luz y ventilación a las plantas inferiores y "colocar el primer piso y sus balcones a altura suficiente para que no sea registrado su interior desde la calle", portería, vestíbulo, ascensores, sala de ajedrez, y gran hall central con tribuna de oradores, todo cubierto por una espléndida vidriera emplomada de la casa Maumejean, y rodeado por salones de tertulia y tresillo. 

La planta principal constaba de vestíbulo, billares, salón de recreos, rotonda, y despacho de profesores. Piso primero con comedor para ochenta comensales, sala de fumar, office y aulas para clases de matemáticas e idiomas. Segundo piso con biblioteca de doble altura rodeada por galería alta, depósito de libros y archivo, salas de escritorio, despacho del bibliotecario, y clase de dibujo para sesenta alumnos. Tercer piso para sala de juntas, despachos del presidente, secretario, tesorero-contador, caja, oficinas, y cocina con repostería, despensa, fregadero, almacén, comedor del personal y despacho del adjudicatario. 

Y finalmente, el piso cuarto con terrazas útiles para comedor de verano, con office, pequeño comedor en el torreón, y una vivienda para un mozo que incluía cocina, comedor, salita, dos dormitorios y aseo. Completábanse estos servicios del edificio con guardarropas, locutorios, estanco, lavabos, urinarios, aseos, montacargas, montaplatos, etc. Toda la fachada de la planta baja se resuelve mediante arcos carapaneles; la planta principal a Gran Vía con un balcón con puertas en arco de medio punto y antepecho abalaustrado, mientras que la que da a la calle del Clavel consta de un mirador rematado en sus extremos por vidrieras de hierro y cristal ejecutadas también por Maumejean. 

El primer piso presenta balcón con barandilla de forja y pasos en arco con tímpanos decorados; el segundo tiene ventanas adinteladas que se enlazan perimetralmente con las del piso superior rematadas por arcos rebajados que ondulan la cornisa de remate, salvo en la fachada a Clavel que se prolongan por el tercero por la doble altura de la biblioteca, coronándose con arcos de medio punto con grandes escudos. 

La puerta de entrada en arco abocinado con una marquesina en abanico de "ala de mosca", un balcón abalaustrado volado a la altura del principal, flanqueado por columnas toscanas de doble altura soportando un segundo balcón en el piso tercero, y un torreón de remate coronado por una cubierta abovedada revestida de pizarra. El alzado trasero a Caballero de Gracia es mucho más sencillo con un chaflán que culmina en un gran escudo coronado de España. Rematan el conjunto espléndidas farolas de hierro forjado en paramentos, balcones y terrazas. 

Se respondía así a la imposición de la época de que las fachadas fuesen de "sobria, decorosa y económica construcción". Fue inaugurado por el rey Alfonso XIII, participando en los Premios del Ayuntamiento para los mejores edificios terminados en ese año, obteniendo la "primera de las menciones honoríficas otorgadas". En 1944, se eliminó el salón de ajedrez de la planta baja para crear un local comercial abierto a la Gran Vía. 

Agradecimientos a: "Urbanity", "Postales Antiguas de Madrid" de Ediciones La Librería, "Ayuntamiento de Madrid", "Archivo Histórico Regional", "Viejo Madrid", "Sociedad Española de Librería", "Museo de Historia", “Monumenta Madrid”. 

M@driz hacia arriba©2012 | Manuel Romo

11 comentarios:

  1. Hola Manuel:
    ¡¡Qué gusto da comenzar el año con tu acertada prosa, que tan bien sabes moldear (preciosa la detallada descripción inmobiliaria con la que nos obsequias)!!

    ¡¡Y qué gusto también comprobar que, en las comparativas, casi nada ha cambiado con el paso del tiempo!!

    Un abrazo, Jesús

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  2. Bonito edificio, me quedaría con la vivienda del mozo en la terraza y genial lo de los salones de tertulia y tresillo. Si es que la Gran Vía tiene de todo, desde este ejemplo del final de la Belle époque hasta el pequeño "Rockefeller Center" del edificio Coliseum.
    Abrazos

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  3. Hola Manuel,
    este es uno de los muchos edificios maravillosos de la Gran Vía, que tu describes espléndidamente.
    Es una pena que no dejen hacer fotografías, la vidriera de la planta baja es preciosa.
    Supongo sabes que todo aquel que lo desee puede subir esas escaleras y comer un sencillo menú en su restaurante, no recuerdo si es la segunda o tercera planta. No es para "gourmets", pero merece la pena, solo por entrar allí.
    un beso

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  4. Hola Jesús, muchas gracias.
    Tu siempre tan cortés y amable con mi verborrea, ¿no me irás a pedir la bici "pa" reyes?
    Como bien dices, pocos cambios se han operado en la zona, piso más-piso menos, viandantes con sombrero y ni un solo coche en la Gran Vía, pero el edificio casi de origen. ¡Virgencita, virgencita...!
    Un abrazo.

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  5. Salud D. Antonio,
    Ya está bien, desde el año pasado sin cruzar comentarios.
    Seguro que el puesto de ese buen mozo estuvo bien codiciado, ¡vaya privilegiado! Incluso en los tiempos que corren habría tortas por ese nidito-observatorio. No solían vivir nada mal las "fuerzas vivas" y sus ordenanzas.
    Un abrazo.

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  6. Hola Mercedes,
    Casi no te contesto, pues blogger te había detectado como "intrusa", ¡este blogger...!
    Hace tiempo intenté hacer fotos del interior "camelándome" a la recepcionista, pero le faltó poco para hacerme una pedorreta y el tururú.
    Y sí, he comido en un par de ocasiones y en ambas la experiencia fue la mar de curiosa, pues en el amplio salón abundaban señoras de una edad bastante importante, supuse viudas de militares, con collares de perlas, pulseras y estolas de zorro, vamos, del tiempo de mis abuelos. Y los camareros no quedaban a la zaga en fecha de nacimiento.
    Y como no hay dos sin tres, seguro que algún día repetiré rancho.
    Un beso.

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  7. De aquí a que te decidas volver a comer, ya habrán cambiado obligatoriamente de plantilla. Desde luego que el edificio es una maravilla, como tantos otros que forman la Gran Vía. Que pena que no existan las farolas del primer piso. El añadido en el ático es lo que hablais de la casa del guardián? o es un añadido posterior?.

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  8. La pena es que los camareros eran realmente profesionales y educados y cada vez abundan menos.
    La última foto del post es de los farolillos originales de la primera planta y el añadido que da a Caballero de Gracia fue posterior (foto comparativa de la trasera) y supongo que sería la "humilde casita" del mozo.

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  9. Bonitas fotografías para acercarnos este emblemático edificio. Durante mis años en Madrid tuve la oportunidad de estar ahí en varias ocasiones y sin lugar a dudas es...una preciosidad!
    Estupenda la información con la que complementas estas tomas.
    Saludo cordial.
    Ramón

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  10. Gracias ANRAFERA, me alegra que te haya gustado.
    La Gran Vía tiene unos edificios que es difícil elegir uno sólo. El próximo que publicaré, la Unión Mercantil, tampoco se queda manco.
    Un saludo.

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  11. Hola Manuel,

    Mi más sincera enhorabuena por esta entrada.

    Te seguiré leyendo en el 2012,

    Un saludo de un seguidor más,

    Jose

    PD: Te invito a entrar en el siguiente enlace de blogosfera; espero que te guste.

    http://josearnedo.blogspot.com

    "Toda sociedad da por supuesto que sus pautas de conducta son naturales y buenas"

    http://josearnedo.blogspot.com/2011/06/marvin-harris-antropologia-cultural.html

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